Habiamos acordado salir juntos para tomar fotografías, hacia poco se había despertado tu interés por este pasatiempo. Dado el precio de una cámara nueva solo usaríamos la mía aprovechando que conocía varias de sus funciones para lograr que las imágenes parezcan profesionales.
Te busqué una vez que estuve desocupado por la mañana y fuimos a buscar la cámara y algunas otras cosas a mi casa. Era un dia nublado, aunque no se había anunciado lluvia parecía querer llover en cualquier momento. En cuanto llegamos a mi casa y entramos a buscar las cosas oímos como un fuerte viento comenzó a soplar.
Esperando que el viento cese comenzamos a hablar de varias cosas, casi siempre relacionado a la fotografía. Me pediste ver las fotos que tenía guardada, después de todo siempre te enviaba las fotos que sacaba. Accedí y te di la cámara para que veas tranquila mientras preparaba algo para tomar y te decía los efectos que había utilizado para cada imagen que te gustaba.
En un momento noté que tu mirada cambió, era un na mirada de sorpresa y curiosidad. Me miraste y algo sonrojada me preguntaste cuando tomé esa fotografía. En ese momento recordé que no había extraído la memoria para pasar las fotos a la comoutadora. En la pantalla se veía una imagen tuya recostada sobre una baranda, era una imagen en blanco y negro donde resaltaba un fondo verde que parecía dibujado por los arboles y resaltaba tu figura, vestias un vaquero, una remera y una campera deportiva abierta.
Algo sorprendida me dijiste que la foto te gustaba y preguntaste si tenia otras en las que te veias así. Te confesé que tenia varias, pero que estaban en la compu y no en la cámara.
Pediste si podias verlas y accedi, pero no me diste la cámara para evitar mas fotos sin permiso. Veías las fotos que tenia guardadas y te asombrabas cada vez más. No te gusta sacarte fotos, pero eran imágenes en las que te sorprendían lo bien que te veías. Te confesé que sos mi modelo favorita a la hora de tomar una foto.
Te reiste y preguntaste que tan seguido te tomaba fotos, cuando parece una linda imagen te respondi. Como ahora dije mirando tu sonrisa. Te sonrojaste mientras yo tomaba la cámara que sin darte cuenta habias dejado de lado y te tomaba una foto.
Te reiste y pediste que la borrara mientras tomabas algo. Me reí y te mostré que salias linda. Busque efectos y continúe sacandote fotos mientras posabas de forma improvisada como si de un juego se tratara. Perdiste la vergüenza lentamente y eras vos quien posaba, cada vez un poco mas segura de vos misma, incluso llegaste a hacer algunas poses sexi. Recordaste esa primera foto que viste y preguntaste si alguna vez había fantaseado con tenerte en una sesión de fotos sólo para mi. Me rei nervioso y te confesé que soñé con eso varias veces.
Sonreiste, me dijiste que te gustaba sentirte deseada, como en ese momento. Me puse colorado y reiste. Con una mirada llena de misterio te diste vuelta, caminaste lentamente hacia mi habitación y desde la puerta fui testigo, mientras tomaba las fotos desde atrás tuyo, de como quitaste tu remera junto a tu corpiño, luegi tus zapatillas y saliste usando él vaquero con él botón desprendido y una camisa mía que solo cubría tus pechos desnudos.
No podía creer lo que estaba viendo. Realmente había soñado con verte de esa forma mil veces. Vamos a jugar un poco me dijiste mientras mirabas mis ojos y mordías de forma traviesa tus labios. Jugaste haciendo poses cada vez más provocadoras, dejando ver levemente algunas partes de tu piel.
De a poco sentí como mi imaginación comenzó a volar, no es necesario leer la mente para saber que estas pensando, me dijiste mientras caminabas lentamente hacia mi, acentuando él movimiento de tus caderas al caminar.
Tomaste mi cámara, la apagaste y la dejaste a un lado mientras me mirabas a los ojos. Tu boca estaba a escasos centímetros de la mía y podía sentir tu aliento golpeando mis labios. Había soñado con esa escena por mucho tiempo, sin dudar te tome por la cintura mientras rodeabas mi cuello con tus brazos.
La fotografía es lo de menos me dijiste mientras nuestros ojos se cerraban y nuestras bocas se encontraban en un suave, lento y muy largo beso. Mis manos recorrían tu espalda desnuda bajo mi camisa mientras sentía tus brazos en mi cuello. Acerqué aun mas tu cuerpo al mio haciendo que se peguen. Miraste mis ojos y te besé inclinabas levemente tu cabeza, invitándome a besar tu cuello de forma suave. Lo bese de forma lenta sintiendo tu cuerpo pegado al mío, recorría de forma suave tu espalda, dibujando suaves círculos en tu piel, mis manos se acercaban lentamente a tu cintura y bajaban por tu cola hasta tus piernas por encima de tu vaquero.
Tus brazos liberaron mi cuello y quitaste mi remera. Miraste mis ojos, sonreiste mientras mordias tus labios y dejabas caer tus brazos suavemente a los lados de tu cuerpo. Tome tu rostro y te di un beso intenso, mi mano recorrió tu cuello, tus hombros y luego tus brazos, haciendo que la camisa cayera al suelo y dejara tus pechos desnudos, al igual que tu torso.
Bese tu cuello subiendo y bajando por él lentamente, veía tu piel erizarse con cada beso y cada caricia. Mis manos recorrían suavemente tu piel, tu espalda, tus brazos, tus pechos y abdomen para luego recorrer tus piernas mientras bajaba lentamente tu vaquero. Finalmente cedieron y se deslizaron suavemente por tus piernas, quedando bajo tus rodillas.
Mire tus ojos y besé tu hombro, bajé lentamente por tu piel hasta tus pechos mientras me arrodillaba y recorría tu suave y cálida piel con labios yema de mis dedos, bese tus suaves pechos, los lami y succione con suavidad tus pezones a la vez que terminaba de quitar tus vaqueros.
Quedaste parada delante mio usando solo tu ropa interior, acariciando mi cabello mientras besaba tu vientre y recorría tus suaves piernas con la yema de mis dedos.
Tomaste mi cabeza y guiaste mi cabeza hacia tu entrepierna, besé tu pubis y sentí el delicioso aroma de tu sexo, continúe besando tu pubis mientras subías una de tus piernas a mi hombro y hacia levemente a un lado la tela de tu ropa interior, besé suavemente tus labios, hiciste tu cabeza hacia atrás mientras dejabas oír un leve gemido. Busque ver tus ojos desde tu entrepierna pero permanecían cerrados y mordías tus labios, mis manos recorrían tus pechos mientras tus dedos jalaban mi cabeza hacia tu sexo.
Mis dedos comenzaron a recorrer tus suaves labios, sintiendo tu humedad y cálidez, lentamente comenzaron a entrar en ti, salían con suavidad, volvian a entrar un poco mas fácil, mis movimientos de a poco tomaban un ritmo un poco mas rápidos y profundos. Arqueabas tu espalda buscando sentir mi lengua y dedos un poco mas adentro cada vez. Tus gemidos eran cada vez mas profundos, por momentos jadeabas y dejabas oír mi nombre. Sentí cómo tu pierna se aflojaba mientras tus músculos vaginales palpitaban y una ola de tus deliciosos jugos inundaban mi boca, mis dedos continuaban dentro tuyo haciendo presión y mi lengua jugando con tu clítoris mientras tu respiración se había agitado e intentabas normalizarla.
Tus dedos recorrían mi nuca mientras mirabas mis ojos con una sonrisa dibujada y aun arrodillado delante tuyo continuaba besando tu intimidad. Bajaste tu pierna de mi hombro, aun arrodillado mis manos recorrieron tus piernas y al llegar a tu cintura comencé a bajar lentamente tu ropa interior.
La quite por completo y besé tu pubis una vez mas mientras sentía tus manos en mi espalda. Me incorporé, tomé tu cintura y te bese, acaricié tu cola y te alce, tus piernas rodearon mi cintura, sentí la calidez y humedad de tu sexo en mí piel. Te llevé en esa posición a mi cama. Te recosté desnuda y me recoste sobre tu cuerpo.
Tus piernas estaban a los lados de mi cuerpo y tus brazos estirados por encima de tu cabeza. Besé una vez mas tus labios, continúe con tu cuello y tus pechos mientras sentía tus manos recorriendo mi espalda. Sentías en tu sexo mi erección aun bajo la ropa. Me tomaste por él rostro, me besaste e hiciste que gire en la cama, quedando boca arriba y vistiendo solo él pantalón. Te colocaste arriba mio, tus piernas a los lados de mi cuerpo, tus manos tomando mi rostro.
Miraste mis ojos y me besaste suavemente. Sonreiste y besaste mi cuello, te pareció gracioso notar que tenia cosquillas, mordiste suavemente dejando una pequeña marca en mi piel. Mordiste mi hombro mientras tus manos acariciaban mi pecho. Bajabas lentamente por mi piel, sentiste con tus manos la erección que continuaba aun debajo de mi pantalón. Lo desprendiste e introdujiste tu mano, tomaste mi miembro con tus manos y comenzaste a mover tu mano de arriba hacia abajo, con suavidad al principio, a la vez que quitaba mi pantalón.
Miraste mis ojos mientras acercabas mi miembro a tus labios, sentí como tu aliento lo alcanzaba y luego rosabas mi cabeza con la punta de la lengua. Recorriste él tronco y luego lo introdujiste lentamente en tu boca, era delicioso, la calidez de tu boca, la humedad de tu lengua junto a los movimientos de tu mano. Tus manos recorrían mi pecho mientras acariciaba tu cabeza y espalda.
Recorrí tus brazos y tu espalda mientras sentí como te movías, colocaste tus piernas a los lados de mi cabeza dejando tus dulces labios al alcance de mi boca. Estuvimos en esa posición varios minutos, me encantaba sentir mi pene en tu boca mientras besaba y lamia una y otra vez tus labios. Te de tuviste, quedaste sentada sobre mi boca moviéndote y sintiendo mi lengua en tu interior. Sentí como gemías suavemente diciendo mi nombre a la vez que temblaron tus piernas y una nueva ola de fluidos salian de tu delicioso sexo e inundaba mi boca. Tus manos estaban apoyadas en mi pecho y mis manos recorrían tus dulces pechos. Hice que te recuestes, bese tus labios mientras acariciaba tu cuerpo. Una de tus piernas rodeo mi cintura mientras me acomodaba arriba tuyo y nos movíamos lentamente provocando un suave roce entre nuestros sexos. Sentía tus húmedos labios rosando la cabeza de mi miembro mientras te movías pero a la vez evitabas que entre en ti.
Luego de intensos besos finalmente sentí como entré en vos, la calidez de tu interior bañaba mi ereccion, nos movíamos despacio, disfrutábamos ese momento. El deseo había poseído nuestros cuerpos y era él placer quien guiaba nuestros movimientos. Nos movíamos de forma cada vez mas acelerada, tus piernas rodeaban mi cintura mientras gemías mi nombre entre jadeos. Mis manos recorrían tu cuerpo sin pausa, tus piernas, tus tiernos pechos, tus pezones duros, tu cola que tanto me gusta. Giramos en la cama y me cabalgaste arqueando levemente tu espalda para sentirme mas profundamente.
Era delicioso sentir como te movías y sentíamos como cada movimiento era mas profundo y rápido por la lubricación de nuestros sexos. Giramos una vez mas, esta vez tus piernas descansaron sobre mis hombros, tomaba tu cintura y acariciaba tus pechos mientras te oía gemir y mordias tus labios. Acariciaba tu cola mientras me recostraba sobre vos y mis manos recorrían tus cálidas piernas. Comencé a moverme mas rápido buscando una penetración más profunda.
Tus piernas rodearon y aprisionaron mi cintura mientras te movías abajo mio. Tus uñas se clavaron en mi espalda mientras nos moviamos mas rápido, que delicia era oír tus gemidos en mi oído mientras nos movíamos a la vez. Sentí tus piernas presionar mi cintura hacia tu sexo mientras los besos eran cada vez mas apasionados. Tu respiración se entrecortaba, tu pulso estaba acelerado y cerraste fuertemente tus ojos mientras decías mi nombre casi como un suspiro.
Sentí los músculos de tu vagina hacer mas presión sobre mi pene mientras tus brazos apretaban mi boca hacia la tuya y tus piernas presionaban mi cuerpo hacia vos, haciendo que acabe en tu interior. Nos miramos a los ojos, estábamos exhaustos, acalorados, llenos de placer. No nos interesaba mas nada que disfrutar ese instante, solo nos besábamos mientras sonreiamos y lentamente nuestros signos vitales volvían a la normalidad.
Nos quedamos acostados, tus piernas estaban rodeando mi cintura y tu cabeza apoyada en mi pecho, nos quedamos así mientras nos besábamos suavemente y de a poco nos entregábamos al sueño, quedándonos dormidos en esa posición.