Una vez mas me tocó cubrir una guardia para nada llevadera, era un servicio en él hospital local. Debía pasar 24 horas allí, las cuales desde él principio supe que se harían eternas. Llegué al lugar, hable con la persona a la que relevaba y me explicó algunas cosas del lugar, las novedades y demás cosas de rutina.
Pasado cierto tiempo desde mi llegada me dirigí a hacer una recorrida por los diferentes pabellones. Fue entonces que pasando por la guardia choque con vos. Casi te hice tirar las cosas que llevabas, por suerte pudimos evitarlo. Pedí perdón y reiste, luego me dijiste que eras nueva en él lugar. Nos pusimos a hablar mientras tomabamos algo y nos dimos cuenta que ya habíamos compartido algunas guardias pero no nos habíamos cruzado. No pudimos hablar demasiado por él movimiento de gente en la guardia y yo debía dar algunas recorridas cada tanto.
Durante él transcurso del día nos cruzamos varias veces y siempre nos quedamos hablando algunos minutos. Él día transcurrió sin demasiados sobresaltos, por la tarde incluso pudimos tomar algo durante la merienda mientras reíamos. Finalmente cayó la noche y para las 22 sólo quedábamos en él lugar 6 personas, incluyéndonos a nosotros. Estaba recorriendo la zona de consultorios, llegando a la zona de los baños cuándo nos cruzamos. Llevabas elementos de limpieza y me comentaste que justo te tocaba limpiar los baños, que comenzarías por el de hombres aprovechando que solo quedaba yo. Pregunté si no te molestaba si te hacia compañía un rato. Reiste y me dijiste que me quedara si así lo quería.
Fue curioso notar todas aquellas cosas que teníamos en común. Estaba parado junto al lavabo, empezaste a trapear empezando por la puerta, no fue hasta que quedamos sin lugar para poder salir que nos dimos cuenta, quedamos enfrentados riendonos. Nos miramos a los ojos y te dije que habían algo que llevaba todo él día queriendo poder hacer. Inclinaste la cabeza y dijiste que quizá ambos queríamos hacer lo mismo.
Tome tu cintura acercando tu cuerpo al mio, te reiste y rodeaste mi cuello con tus manos mientras decías que ambos pensábamos lo mismo. Te bese con suavidad, casi con timidez. Te reías mientras mordías mi labio y te besaba una vez más. Recorrí tu espalda mis manos, pegando tu cuerpo al mío, sintiendo tus brazos en mi cuello apretando mi boca con la tuya. Sentía la calidez y suavidad de tus labios, recorría tu espalda con mis manos, bajando suavemente desde tus hombros a tu cintura. Apartaste nuestros cuerpos mientras reías. Cerraste la puerta y tome tu cintura por detrás. No eran algo que te esperabas, te sorprendió sentir mis manos sobre tu cuerpo.
Tu cabeza se apoyó en mi hombro mientras mis labios recorrían tu cuello. Deslice mis manos bajo tu camisa y acaricie tu suave vientre mientras te movías suavemente sintiendo mi erección. Presione tu cuerpo hacia él mío mientras girábamos y quedabas frente al espejo, esa imagen me excito muchísimo, verte con los ojos entreabiertos, mordiendo tu labio mientras arqueabas levemente tu espalda llevando la cabeza hacia atrás y abriendo levemente las piernas,de forma involuntaria.
Mis manos llegaron a tus pechos, suaves, cálidos, y por encima de la tela de tu corpiño sentí tus duros pezones. Tomaste mis manos por encima de la tela de tu uniforme y me guiaste en un suave masaje por tus pechos. Una de mis manos comenzó a bajar lentamente por tu cuerpo hasta tu cintura, recorrí tu cintura con mis manos mientras comenzaba a recorrer tu entrepierna. Mi dedo mayor recorrió tu entrepierna pasando por la costura de tu pantalón, haciendo una leve presión por la zona sobre tus labios. Te estremeciste, mi dedo mayor hizo una leve presión y suaves movimientos circulares mientras apoyabas tus manos sobre él lavabo y tu cola se rozaba contra mi erección. Un suave gemido escapó de tus labios, te diste vuelta, tomaste mi cuello y nos besamos mientras agarraba tu cola.
Acaricie tu cintura mientras besaba tu cuello, sentí como desprendías mi cinturón y lo dejabas en el piso. Levanté tu camisa y la quite junto a tu remera por encima de tu cabeza. Desprendiste mi cabeza y la dejaste caer junto a mi remera, nos miramos a los ojos y nos abrazamos para luego besarnos con suavidad. Mis dedos recorrían tu espalda, apoyaste tus manos en el lavabo mientras besaba tu cuello. Desprendí tu corpiño y lo dejaste sobre él lavabo, tomaste mi cinturón y lo desprendiste, junto a mi pantalón. Deslice mis manos y comencé a bajar lentamente tu pantalón mientras bajabas él mío. Sentí tus manos por sobre mi bóxer. Tocando mi erección, tus dedos subiendo y bajando por sobre la tela recorriendo mi pene mientras tu pantalón se deslizaba por tus piernas quedando sólo vestida por tu tanga.
Tome tu cola y te senté sobre él lavabo, quite tu pantalón y tu calzado mientras introducias tu mano en mi bóxer y yo acariciaba tus piernas, llegando a tu tanga. Mi dedo mayo recorría tus humedos y calidos labios por encima de la tela de tu tanga a la vez que sentía tu mano subir y bajar lentamente tomando mi pene. ambos gemíamos con suavidad, te dije al oído que me excitabas muchísimo y que me moría de ganas por estar dentro tuyo. No dijiste nada, solo sonreiste y rodeaste mi cintura con tu pierna, acercándome más a ti, pegando nuestros cuerpos, moviéndote lentamente provocando un suave roce entre nuestros sexos. Hice a un lado la tela de tu tanga y sentí tus húmedos labios, mi dedo se deslizaba por ellos sintiendo su calidez, su humedad. Se deslizaba dentro y fuera, al principio eran movimientos suaves, luego fue tomando mayor velocidad, presión, intensidad.
Sentí tus manos recorrer mi cuerpo, tomando mi cola, acercándome mas a vos. Nos miramos a los ojos mientras mordías tus labios, tomaste mi pene y frotaste tus labios con él, quité suavemente tu tanga mientras gemías y me pedías que entre en ti. Nos quitamos lo que nos quedaba de ropa. Te inclinaste hacia atrás en el lavabo mientras mi pene rozaba tus labios, mordí tu cuello con suavidad mientras sentía la humedad y calidez de tus labios rodeando mi pene al entrar en vos. Tus piernas rodearon mi cintura, ya estabas húmeda, calentita, entré en vos lentamente disfrutandote. Besaba tus labios al acariciar tus piernas, tomé tu cola mientras nos movíamos con suavidad.
Él calor de ti piel me fascinaba, él contacto de nuestros cuerpos hacia que él deseo nos quemara desde adentro. Él movimiento suave de tus caderas era delicioso, la calidez de tu vagina, su humedad, la palpitación rodeando mi pene. Nos moviamos juntos, nos acariciábamos mientras nuestras bocas se fundían en besos sin fin, me sentías entrar y salir con suavidad al principio, nuestros movimientos se fueron haciendo mas cordinados a cada segundo. Nos miramos a los ojos mientras mordias tus labios, bese tus labios, rodeaste mi cuello con tus brazos mientras levevantaba tu cuerpo tomamdote de la cola y te apoyaba contra la pared. Tu peso descansaba sobre mi mientras rodeabas mi cintura con tus piernas. Subías y bajabas sintiéndome dentro tuyo, subiendo y bajando lentamente, gimiendo mi nombre mientras te decía al oído cuanto disfrutaba estar dentro tuyo.
Tus uñas se clavaron en mi espalda, gemías suavemente en mi oído dejando oír mi nombre. Presionaste mi cabeza hacia ti guiando mi boca hacia tu cuello. Lo bese con suavidad, gemías en mi oído mientras subías y bajabas apretando mi cuerpo hacia él tuyo con las piernas. Volví a apoyarte sobre él lavabo. Apartaste mi cuerpo del tuyo, bajaste del lavabo quedando frente a mi, te besé, me diste la espalda y tomé tu cintura. Te inclinaste sobre él lavabo y comencé a frotar tus labios con mi pene, tomé tu cintura mientras te penetraba suavemente.
Acariciaba tu espalda recorriéndola con mis manos para luego acariciar tus pechos, tomar tu cintura y penetrarte con fuerza. Oír tus gemidos, mezclados con jadeos mientras te doy una firme nalgada. Acariciar tu pecho y acariciar tu piel hasta llegar a tu entrepierna y acariciar tu clitoris para estimularlo. Movernos sin pausa mientras buscamos las posiciones que me permitan penetrarte de forma mas profunda e intensa. Subiste una vez mas al lavabo, te pentre una vez mas, nos miramos a los ojos, no hacia falta decir nada. Oíamos nuestros cuerpos chocar lubricados por nuestros fluidos.
Veías como eramos uno, parecías hipnotizada mientras mordías tus labios y acariciaba tus pechos. Nos movíamos juntos, él placer y él deseo habian tomado el control del momento y nosotros sólo nos entregábamos disfrutandonos mutuamente. Nos movíamos cada vez mas rápido hasta que lo sentimos, arqueaste la espalda, gemiste mi nombre casi en jadeos. Tu vagina palpitaba mientras sentía tus fluidos bañar mi pene y vos sentías como palpitaba mi miembro en tu interior al eyacular. Tus piernas aprisionaron mi cintura, nuestra respiración estaba agitada, nos mirábamos a los ojos y nos besábamos mientras intentábamos recuperar él control de nuestro cuerpo. Nos mirábamos a los ojos mientras sonreiamos y nos besábamos suavemente. Estábamos agitados, con la mente en blanco, extasiados y pensando cuando volveríamos a repetir tan deliciosa experiencia.