prologo

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Un manto blanco cubre todo a mí alrededor, el aire frío golpea mi cara y la nieve me dificultaba arrastrar las ruedas de la maleta. No sé cuánto tiempo llevo caminando, alejándome de mi casa, del lugar que creía era mi hogar, del hombre que creía que me amaba. A lo lejos diviso las primeras luces de las casas del pueblo, levanto la maleta del suelo y comienzo a caminar con más rapidez hasta el hotel.

-buenas noches- me dice la recepcionista al verme entrar, camino hasta ella, pido una habitación por tiempo indefinido.

Me quede en el hotel por tres días, tal vez esperando a que el viniera a buscarme y me pidiera que volviera con él, que arregláramos las cosas, pero eso nunca paso, ni una llamada, ni un mensaje, nada que me indicara que él me quería, aunque fuera un poco. Me pase los tres días encerrada llorando, sintiendo que mi vida había terminado.

Cuando por fin entendí que el no vendría por mi tome un taxi y fui directo al areopuerto. En lo único que podía pensar era en alejarme de ese lugar lo más rápido y lejos posible. Compre el boleto para el primer vuelo que saliera, Londres, siempre había querido conocer ese lugar, pensé vagamente mientras me sentaba a esperar la hora de abordaje.

Me cuestione por un segundo si estaba haciendo bien en irme sin decirle a nadie, sin despedirme. me iría a otro país con un océano de distancia entre todas las personas que amaba.

 Estas huyendo, me susurro una voz en mi cabeza, pero la ignore, sabían lo que estaba haciendo y aun así no quise dar marcha atrás, necesitaba escapar, dejar todo mi dolor atrás. Tal vez si me alejo lo suficiente de este lugar el dolor será más soportable.

Media hora después, ya estaba sentada en mi asiento escuchando las instrucciones de la azafata. El avión despego, mire por la ventana como todo se hacía más pequeño, todo menos mi dolor, aun sentía el frío en todo mi cuerpo, mi corazón dolía con cada latido y una parte de mi me pedía a gritos que regresara, que me lanzara a sus brazos y le perdonara el que me usara, pero la parte razonable me decía que un tiempo lejos me haría bien, tal vez las dos partes querían engañarme, las dos partes trataban de convencerme de que estaré bien, sin embargo muy en el fondo sabía que no estaría bien en mucho, mucho tiempo.

¿Cómo se supone que siga adelante cuando todo lo que me motivaba a vivir ya no estaba? ¿Cómo podía pensar en este momento que todo estará bien si siento que todo mi mundo se cae a pedazos? ¿Cómo sobrevives a la perdida de todo lo que conocías hasta ahora? No tenía la respuestas a esas preguntas, solo esperaba que el tiempo me las diera y me sanara, lo único que podía hacer era sobrevivir el día a día lo mejor que podía. Sabía que no podía quedarme así, que debía despertar y seguir. Lo haría, más adelante, por el momento solo podía pensar en alejarme del dolor o al menos intentarlo. 

Holaaaaaa ¿Cómo están?

yo estoy feliz de poder compartir esta grandiosa historia con ustedes. Espero les guste tanto o mas de lo que a mi me gusta escribirla.

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