Capítulo 13

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Me deserte antes que todos los demás, me duche y me puse la ropa que traía ayer antes de irme a la gala, llame a Mari para decirle porque no fui a dormir anoche y preguntar como estaba mi pequeño. Fui por un poco de café antes de irme y me encontré con Katherine en la cocina.

-pensé que un estabas dormida- dijo sirviéndome una taza de café.

-me desperté hace rato, gracias- nos sentamos una frente a la otra en la barra de la cocina.

-así que Daniel- dijo tentativa.

-es una larga historia, tal vez te la cuente después o pude que te enteres por medio de la bocaza de mi amiga, le encanta recordar el pasado.

-ya me di cuenta.

-bueno, yo me voy, me despides de los demás- digo terminándome el café.

-Claro, no hay problema.

En cuento llego a casa un par de bracitos rodean mis piernas.

-Shary, te extrañe.

-yo igual mi pequeño ¿quieres ir mas tarde por un helado?

-siii- dice emocionado.

-¿ya desayunaste?- los risos negros rebotan de un lado a otro cuando asiente con energía.

-Mari me dio panqueques.

-mmm que rico, ven cuéntame que fue lo que hiciste ayer cuando no estaba.

Nos sentamos en el sofá y Andrew empezó a contarme todo lo que hizo, hacia caras teatrales y cambiaba su voz, se lanzo al suelo varias veces con dramatismo mientras contaba su relato. Es un niño bastante expresivo cuando estaba con personas que ya conocía y le tenia confianza, pero cuando recién conoce a alguien puede llegar a ser el niño mas tímido y callado de todos. También es muy inteligente, aprendió a hablar con rapidez y a veces se expresa como si ya fuese un adulto y es en esos momentos donde deseo que no crezca tan rápido como lo está haciendo.

Me dedico a pasar todo el día con mi hijo recuperando el tiempo que hemos perdido por el trabajo, las clases y los entrenamientos de fútbol. Si por mi fuera pasaría todo el tiempo con mi hijo, sin embargo debo trabajar y amo mi trabajo, hace tiempo que aprendí a equilibrar las dos cosas que amo, pasar tiempo con mi hijo y mi trabajo, hasta el momento me ha ido muy bien, además ninguna de los dos cosas me ha impedido salir con mis amigos y divertirme de vez en cuando, por suerte cuento con Mari quien me cuida a Andrew cada vez que se me ocurre salir, lo cual no es algo que haga muy seguido, no me gusta la idea de descuidarlo por mucho tiempo y estar lejos de él. Ese niño es el centro de mi vida, mi motor, la razón por la cual no me desmorone hace años, la razón por la cual me levanto todas las mañanas con una sonrisa. No sé qué haría si alguna vez me faltara.

Es lunes y mi trabajo me reclama, toda la mañana estuve en reuniones con los diferentes proveedores con los que trabajamos, por fortuna todo está en orden y no me debo preocupar por nada más que no sea organizar la boda de mi amiga y uno que otro evento, al contar con un equipo tan maravilloso como el que tengo organizar todos los eventos pendientes será pan comido, además yo no me encargo de todos, solo superviso el trabajo de mis asistentes y si tengo que intervenir lo hago, son pocos los eventos que organizo personalmente, desde que dirijo la empresa he tenido que reducir mi participación en ese tipo de actividades, Ethan necesitaba más tiempo con su esposa e hijos y por eso me cedió la dirección de la empresa a pesar de que el es el dueño de más de la mitad de las acciones, yo solo cuento con el cuarenta y ocho porciento que es más de lo que me esperaba cuando le propuse comprar una parte de las acciones en el momento en que la empresa estaba teniendo dificultades financieras. Fue una suerte llegar a este lugar cuando más perdida me sentía, aquí conocí personas maravillosas que no me dejaron sola y que estuvieron apoyándome en todo el proceso de mi embarazo, eso me hizo sentir menos sola, también me hicieron ver que la vida continuaba, que no podía estancarme solo porque un hombre jugo conmigo y mis sentimientos.

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