Habían pasado dos meses y todo parecía estar bien. Había encontrado la forma de suprimir el dolor de la perdida y el engaño trabajando en una empresa que organiza eventos, conseguí un pequeño apartamento perfecto para una o dos personas. La rutina me ayudaba a no pensar en él, estaba totalmente entregada a mi trabajo, lo cual hizo que me descuidara un poco, no solo mi aspecto físico se vio un poco afectado, también mi apetito, comía mucho menos de lo que lo hacía antes, sin embargo no parecía bajar de peso. Apenas podía mirarme a un espejo sin pensar en lo estúpida que fui, en como el me tocaba y besaba, la manera en la que me miraba y yo creía que era amor reflejado en sus ojos, recordaba que le gustaba mi cabello después de desenredarlo y que lo dejara caer libre por mi espalda, por eso ahora siempre lo llevaba recogido. No soportaba sentirlo en mi espalda, el llevar el cabello suelto me resultaba doloroso.
Mi vida dejo de ser vida, no me sentía viva, me sentía como si fuera un robot sin sentimientos, incapaz de sentir dolor, soledad y decepción, sobre todo era incapaz de sentir alegría, esperanza, de amar la vida como lo hacía antes, ahora los colores no existían, solo una gama de grises, las cosas vitales como comer, dormir y respirar solo las hacía por instinto, porque a pesar de que mi corazón y cerebro no querían seguir, mi cuerpo si y por eso no había parado de trabajar.
No tarde en sentirme mal, apenas podía retener la comida en mi estómago, me mareaba si no desayunaba, me cansaba con más rapidez, mi rostro parecía demacrado y con ojeras a pesar de que dormía bien, pero lo que paso esta mañana fue la gota que derramo el vaso, estaba en el ascensor de la empresa cuando me desmaye.
El pitido constante de una maquina llegaba a mis oídos, una luz me obliga a cerrar los ojos, cuando los abro me doy cuenta de que estoy en una habitación de hospital.
-por fin despiertas. - mito el lugar de donde procede la voz y me encuentro con mi jefe en un sillón- nos diste un gran susto- intento levantarme, pero un dolor punzante en la cabeza me lo impide- no te levantes, te diste un gran golpe en la cabeza cuando te desmayaste. Llamare al doctor.
Me quedo mirando el techo pensando en que pudo provocar mi desmayo, seguramente fue mi mala alimentación, más bien mi casi nula alimentación.
El doctor entra, hace un chequeo de rutina y una serie de preguntas, cuando termina llega a la misma conclusión que Yo, mi falta de alimentación fue la causa de mi desmayo. Me dice que debo venir en dos días por los resultados de unos exámenes que me hicieron antes de despertar, sólo por precisión.
Ethan se ofreció a llevarme a casa una vez me dieron de alta, acepte sólo porque aún no tenía un automóvil, no había querido comprarme uno, sabía que una vez que sacará dinero del Banco mi padre se daría cuenta y se enterara dónde estoy y eso es lo que menos quiero que pase, no quiero que nadie sepa dónde estoy, al menos no por el momento.
-te daré la semana libre para que descanses -dice cuando me deja en la puerta de mi apartamento.
- no es necesario, ya escuchaste el doctor, sólo debo alimentarme mejor. Mañana podré volver al trabajo.
- no, nada de eso, necesitas descansar.
- en serio, estoy bien, puedo volver mañana.
-por lo menos tomate un día de descanso.
-está bien- en este momento estaba demasiado cansado como para discutir.
Entró después de despedirme, me duele la cabeza por el golpe que me si contra una de las paredes del ascensor.
Me voy a dormir después de tomarme una pastilla para él dolor.
...
-no era necesario que me acompañaras- le digo a Camille mientras salimos del hospital después de reclamar los resultados de los exámenes.
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Caminos
Teen Fictioncreí haber escapado del pasado, pero cinco años después vuelve a mi de forma inesperada, el regresa como una tormenta desordenando todo a su paso, convirtiendo en mi vida calmada en un torbellino, amenazando con descubrir mi mas grande secreto, uno...