capitulo 28

33 1 0
                                    

Ha pasado una semana desde que vi a Charly por ultima vez, Lucas me informa de una manera para nada discreta que Charly tuvo que volver a los estados unidos por unos días, al parecer de eso se trataba la llamada que recibió ese día. Mentiría si dijera que no he pensado en esa noche ni una sola vez, pero la verdad es que pienso en eso a diario, no se como vayan a ser las cosas a partir de ahora, porque se con certeza que las cosas no volverán a ser igual, no lo han sido desde que el regreso a mi vida.

Salgo de mi oficina sin poder estar un segundo más ahí sola, necesito distraerme un rato para dejar de pensar en eso, tal vez podría ir al departamento de diseño y ver cómo están las cosas, prefiero pensar en trabajo que, en eso, terminare loca si no pienso en algo más, Camille tiene razón pienso demasiado las cosas, pero no se como dejar de hacerlo. Veo a Camille salir del ascensor y no dudo en ir hacia ella.

-¿tomamos un café? -digo cuando estoy cerca de ella.

-claro.

Caminamos hasta la mesa con la cafetera y los bocadillos, preparamos nuestro café en silencio, la revuelvo con un palillito un poco pensativa.

-ya desembucha ¿Qué es lo que esta rondando esa cabecita tuya? -dice antes de tomar un poco de café.

-me acosté con Charly- digo super rápido, tanto que pensé que no me entenderia, pero el hecho de que casi escupa su café sobre mi y luego le de un ataque de tos me dice que si lo entendió.

-cómo me dices esas cosas así de la nada, sin anestesia, Dios casi muero ahogada por café.

-tu preguntaste -digo restándole importancia, tomo un poco de mi café mirando que coger de la mesa para comer, tal vez un palito de queso.

-como sea, necesito los detalles, todos, no te guardes nada -me muerdo el labio sin querer decir nada, ya me estoy arrepintiendo de haberle dicho, se que un interrogatorio me espera – ah no, ahora no te me vas a echar para atrás, tienes que contármelo todo.

-vale, pero no aquí, vamos a mi oficina, no quiero que nadie nos escuche -digo antes de mirar otra vez la mesa, hoy no Sali almorzar y ya me estoy muriendo de hambre, pero no se que comer o mejor le digo a Camille que salgamos a comer algo.

-claro.

Siento a alguien rodear mi cintura, fue tan repentino que pegue un pequeño salto hacia delante, dejo el café sobre la mesa para evitar regarlo, me giro para ver de quien se trata, pero no alcanso a ver realmente nada porque en un abrir y cerrar de ojos siento unos labios sobre los míos, tardo unos segundos en reaccionar dando un par de pasos hacia atrás chocando con Camille quien se queja diciendo algo sobre su café, me siento un poco aturdida y confundida al ver a Daniel frente a mí, está casi irreconocible con el cabello corto, antes lo tenia largo hasta sus hombros y solía recogerlo en una coleta detrás de su cabeza.

-sorpresa -dice con una gran sonrisa, parpadeo un par de veces antes de pegarle un puñetazo en el brazo -aush ¿Por qué fue eso? -se frota el brazo y hace una mueca, como si le estuviera doliendo, pero los dos sabemos que soy una debilucha y no golpeo fuerte.

-estas loco o que te pasa, como rayos se te ocurre llegar de la nada y besarme como si tal cosa -digo molesta.

-no pensé que fuera para tanto, antes no te quejabas.

-¿Qué haces aquí? -en otras circunstancias me habría alegrado de verlo, incluso me habría lanzado a sus brazos y hacer todo ese drama de dar vueltas mientras el me carga y dice que me extrañaba, pero me ha tomado por sorpresa y el sabe que odio las sorpresas.

-vale, este no es el recibimiento que esperaba, estaba pensando en que me corresponderías el beso y después me dirías lo mucho que me has extrañado y lo mucho que te arrepientes de haber dejado ir al hombre de tu vida, después nos volveríamos a besar y terminaríamos cenando y recordando lo viejos tiempos, pero a cambio recibo tu frialdad. Cariño me estas destrozando el corazón – se lleva una mano al corazón como si este realmente le doliera.

-¿Qué haces aquí? -vuelvo a preguntar.

-vine a verte -dice dando un paso adelante -te extrañaba y me di cuenta que no puedo vivir sin ti -juro que mi corazón se salto un latido -y que nunca debí irme a Australia, no sin ti.

Da otro paso hacia delante y yo doy uno hacia atrás, esta vez no me topo con Camille, esta vez es con la mesa, sus ojos están sobre los míos y su rostro está cada vez más cerca.

-¿tu no me extrañaste pequeña Shary? -puedo sentir su aliento rozando mi rostro cuando habla.

-claro que te extrañe -digo esquivándolo cuando intenta volver a besarme, no se como logro salir de entre su cuerpo y la mesa, vuelvo a poner distancia entre los dos sintiéndome un poco nerviosa -pero me desconcierta tu actitud, pensé que habíamos quedado como amigos, nada más.

-y lo somos, solo te estaba jugando una broma -dice quitando su expresión de dolido remplazándola por una de diversión. ¿una broma? En serio, y yo preocupándome porque no quería herir sus sentimientos, es un idiota, no se ni porque me sorprendo, a el siempre le ha gustado tomarme el pelo.

-idiota -vuelvo a golpearlo en el brazo -recuérdame porque te aguante casi un año completo.

-porque no te pudiste resistir a mi encanto -extiende sus brazos a los lados y da una vuelta -soy irresistible. Y lo del beso, eso no fue parte de la broma, realmente quería volver a besarte, estas mas guapa de lo que recordaba.

-bueno, gracias, tu estas -hago una pausa antes de volver a hablar -diferente, te cortaste el cabello.

-me encanta tu romanticismo, de verdad -me encojo de hombros sin importarme su sarcasmo -por cierto, quiero presentarte a alguien.

me rodea los hombros y me hace girar hacia la derecha, mi cuerpo entero se tensa al ver a Charly parado en medio del pasillo con las manos dentro de los bolsillos y mirándonos sin ninguna expresión en su rostro ¿desde cuándo está ahí? ¿Cuánto ha visto y escuchado?

-pequeña Shary te presento a Charly -un escalofrío recorre mi espalda cuando siento su aliento contra mi oreja -ya te había hablado de él, él es el fiestero y rompecorazones de la universidad.

¿Charly iba a fiestas en la universidad? Nunca me imagine que fuese ese tipo de chico, eso solo me demuestra lo poco que lo conozco, y pensar que estuve casada con él por dos años.

-hola, ¿Qué tal tu viaje? -pregunte con aparente calma cuando en realidad todo dentro de mi es un manojo de nervios.

-estuvo bien -se limito a decir sin ninguna emoción en su voz.

-¿ya se conocían?

-es el hermano de Lucas el ahora prometido de Melissa -arruga sus cejas sin recordar de quien estoy hablando -la rubia.

-oh la rubia -dice recordándola por su apodo -la que casi nos obliga a casarnos después de que me rechazaste -lo dice en modo de broma para picarme, lo sé, pero no puedo evitar sentirme incomoda por eso.

-si ella.

-no sabia que tenias un hermano -dice mirando a Charly. Bueno yo tampoco lo sabía, y me hace sentir mejor el saber que no soy la única que no lo conoce reamente y eso me hace preguntar si alguien realmente lo conoce.

-en ese tiempo Lucas y yo estábamos distanciados, además nunca preguntaste.

-supongo que no lo hice -dice encogiéndose de hombros restándole importancia -y como está el pequeño Andrew.

-esta muy bien -digo sonriendo al pensar en mi niño -ya esta muy grande y es un sabelotodo, ya se cree un mini adulto, a veces es muy molesto.

-y ¿Damon?

-también esta muy bien, sigue siendo tan desconfiado como siempre.

-tenemos que ponernos al día ¿Qué te parece ir a cenar esta noche?

-hoy no puedo -miento -otro día, tal vez.

-¿aun siguen almorzando los viernes en el mismo restaurante?

-si.

-genial, entonces nos vemos el viernes.

...........

Las cosas se están poniendo interesantes jajajaja

De una vez les aviso que Daniel llego para complicar las cosas...

Nos vemos después, buenas noches, tardes, días. 

CaminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora