Yo contigo, tú conmigo

Capítulo 2

Bueno, tal vez si me arrepiento un poquito, pero no quería soportar la actitud de Pedro.

Salí del edificio donde se encontraba la oficina de Pedro y lo primero que me golpeó, fue el aire frío de Bogotá, sentí un escalofrío correr por mi espalda.

Me dirigí a mi carro y su calidez me invadió, lo cual fue increíble.
Comencé a conducir rumbo a mi casa, pero me encuentro con el gran tráfico de Bogotá, genial, perfecto, como si tuviera el humor de aguantar miles de carros sin moverse.

Sabía que estaba sin trabajo, pero eso lo podría solucionar un gran baño de burbujas. No me juzguen. Si supieran la magia que hacen las burbujas.

En este momento, sólo pensaba en el baño de burbujas, porque realmente estaba agotada y queria llegar a mi casa a leer un buen libro o simplemente dormir

Después de 40 minutos de tráfico por fin ya estaba llegando a mi apartamento, sólo quedaban algunas cuadras, y en ese momento desee que no se encontrará Tamara, mi compañera de apartamento, era una gran amiga para mi, me ayudó en varias situaciones y llevábamos años de amistad, pero en varias ocasiones me sacaba de quicio porque me pedía dinero prestado y nunca me lo devolvía.
Sí, soy la idiota buena que no dice nada. Pero bueno, aún así le tenía mucho aprecio.

Me estacione al frente del gran edificio. Por fin baño de burbujas, ya estaremos juntos.
Apague el carro y abrí la puerta, y de nuevo me golpeó el frío, miré alrededor y me dirigí a la entrada del edificio.

Ahí se encontraba Jhon el señor de seguridad.

-Hola señorita Lena- me dijo con un sonrisa de confianza. Me caía bien el tipo.

-Hola Jhon, todo bien?-

-Sí señorita, pero algo triste porque se va a mudar-
Esperen. ¿Qué? El dijo mudar, mudanza? ¿Que diablos?

-Lo siento Jhon, pero no se de que hablas- le di una mirada confusa

-Si señorita, Tamara me dijo esta mañana que se mudaban, vaciaron su apartamento, todo se lo llevó el carro de la mudanza-
Qué alguien me tenga porque me iba a desmayar en este preciso momento.

-Ahhhh, sí, sí, bueno Jhon, si me disculpa debo subir al apartamento- esta mierda no podía estar pasando, jodidamente no, necesitaba subir lo antes posible para ver que diablos había hecho Tamara.

-Señorita, se encuentra bien?- tal vez noto mi palidez

-Sí, perfectamente- que gran mentira, todo se nublaba a mi alrededor y apenas podía respirar.

Mierda, no, todo esto era un sueño, me dirigí rápidamente al ascensor y oprimi el botón del número seis, y el ascensor comenzó su recorrido.
¿Y si era cierto? Si Tamara se llevó todo para pagar una de sus montones de deudas? No, no, piensa positivo Lena, piensa positivo, tu vida no se puede descontrolar de esta manera.

Lágrimas pinchaban mis ojos, esto era un mal sueño.

El recorrido en el ascensor se hizo eterno, pero al fin llegué al sexto piso y vi que la puerta del apartamento 87 estaba entreabierta

-Mierda, no, no, Tamara no me haría algo así.

Corrí hasta la puerta y definitivamente, estaba vacío, sólo habían cuatro paredes.

Revise todo el apartamento y estaba vacío, sólo había dejado mi cama, algunos muebles, y alguna de mi ropa y zapatos, nada más, gracias que considerada eres Tamara.

Todo, se llevó todo, hasta mi piano.

Esto no podía estar sucediendo, no, no podía aceptarlo.

Llamé a Tamara un par de veces, pero las llamadas se iban a buzón. Lo cual no se me hizo extraño.

No sabía que iba a hacer, estaba temblando y no me podía controlar.

y finalmente no aguante más y me rompí en llanto en medio de la vacía sala.

Yo nunca fui mala y no merecía esta mierda.