Simón:
Apagado.
El maldito celular apagado.
Ya era de noche, no era tarde, pero aún así me preocupaba donde se encontraba Lena.
Se la pasó todo el día fuera de casa, no volvió al estudio, aunque no la culpo.
Fui una completa mierda con ella, los celos me invadieron, ver a Thomas darle un beso explotó la poca paciencia que llevo dentro y la agarré contra ella.
Cristo, no entendía como me soportaba, yo ya hubiera renunciado.
—¿No tienes noticias de ella?— La chica que tenía al lado, seguía haciendome la misma estúpida pregunta.—No, desde que salió del estudio no he sabido nada, ya le marque a su amiga y no está con ella— respondí, mientras pulsaba la pantalla del celular tratando de marcarle de nuevo a Lena.
—Te noto tenso, deberíamos salir a bailar y tomar algunos trag...—No— mi tono salió demandante —No se donde diablos esta Lena, aparte si llegara a tomar le estaría fallando a ella y a los chicos.
—Nadie se enterara, te caería muy bien, se nota que últimamente llevas mucho estrés.
Sus palabras eran una serpiente que se envolvía en mi oído, sonaban más convincentes, pero aún así no, sabía que les fallaría.
—Tamara...—No entiendo porque la llamé después de que se fue Lena —No, no puedo hacer eso— ante la propuesta de probar un trago era débil y me encontraba dividido.
—Entonces sólo vamos a bailar, los chicos de la banda después nos avisan si saben algo de Lena, debe estar bien, debes divertirte ya que ella te lo impide.
Sus palabras eran estúpidas, pero más estúpido yo que accedí, sólo me quería deshacer de ella.Pero a la vez sentía que le iba a fallar a Lena.
………………………………………………………
Lena:
La puerta de la casa se encontraba entreabierta, se escucha que las cosas se movían dentro, como si alguien las estuviera empujando o tirando.
Simón...
Mierda.
Entre rápido y efectivamente Simón se encontraba con una botella en la mano y empujando todo lo que se encontraba a su alrededor.
—Simón, Dios que hiciste.—Lena, ahí estas, me encontraba preocupado— sus ojos se encontraban irritados y apagados, el trago y el cansancio lo consumían.
Lágrimas salían de mis ojos, había fallado, Simón no podía estar cerca de un trago.
—Lena querida, perdóname— sus pasos eran torpes, pero aún así se dirigió hacia mi y colocó sus manos en mi cara — Lo siento mucho— me dio un beso en la sien. —Fui débil, no es tu culpa, es mía, soy un estúpido.—Simón, vamos, necesitas dormir.
—No debí dejarme convencer por Tamara, debí esperarte, te fallé Lena, siempre te fallo.
—Simón...
—Lo siento, no sólo por esto, sino por tratarte mal, debí dejarte que disfrutarás con Thomas, pero no puedo, la impaciencia y más que todos celos explotan en mi.— Mi madre siempre me decía que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, pero no sabía si creer sus palabras, de seguro mañana se le olvidaría.
—Simón...— me abrazó e interrumpió y no podía decir más, sólo repetía su nombre.
—Y pensarás que es pura palabrería, aún así pasado de trago puedo notar esa expresión en tu rostro— me dio una de esas sonrisas, de esas que me encantan —Pero no, no sabes lo que moría por ser Thomas, por tomar esos labios.—Simón, basta, necesitas dormir.— la sangre se subió a mis mejillas.
La mirada de Simón se dirigieron a mis labios y en sus ojos se notaba las ganas encerrada por besarme.
—¿Sabes?— Continuó —Así como Thomas puede besar, yo también puedo— su mirada se dirigió a mis ojos, posó sus manos suavemente sobre mi garganta, Simón se acerca y toma aire antes de que sus labios rocen los míos.Su boca sabe a alcohol, el contacto es suave y cálido al principio, pero luego como si necesitará más, se apoya contra mi y me besa con ansiedad, sus labios son cálidos, su cabello roza mi cara... trato de aferrarme a los detalles, pero aún así me doy cuenta que le estoy devolviendo el beso con la misma necesidad y ansía.
El contacto se deshizo, me sentía fría, necesitaba su contacto. Me recoste en su pecho —¿Por que me haces esto?— susurré.
—Porque me encanta hacerte la vida imposible— sonrió —Y porque necesitaba sentirte, necesitaba sentir si eres real, y sí, lo eres, por eso quiero protegerte de todo, si es posible hasta de mi.— Lo único que podía hacer era mirarlo perpleja, no quería que esas palabras fueran efímeras, quería que se mantuvieran siempre, incluso mañana al despertar.
Simón me envolvió en un tierno abrazo —Quiero protegerte, quiero cuidarte, no quiero que te pase algo malo, nunca me lo perdonaría.
—Es hora de dormir, es suficiente por hoy— ¿Qué mierdas decía en este momento? El amor debería traer un manual o señales de advertencias.—¿Puedo dormir contigo?— la pregunta me tomó por sorpresa. —Por favor, no hago nada, me quedo quieto.— los ojos de súplica se notaban aún así con poca luz.
Me fui dirigiendo a mi habitación y Simón con pasos torpes me seguía. En el momento en el que íbamos a entrar Simón se golpeó la cara contra la pared, lo único que pude hacer fue reír.Una vez dentro de mi habitación se puso cómodo en mi cama, se arrunchó a las cobijas y cojines que se encontraban.
Saque sus botas para que estuviera más cómodo y después de eso me dirigí al baño a colocarme mi pijama, bueno, básicamente era el hoodie amarillo de Simón.
Regrese a mi cuarto y Simón ya se encontraba con sus ojos cerrados, este día fue bastante agotador.Me sumergí en mi cama y unos brazos envolvieron mi cintura, la nariz de Simón se encontraba en mi cabello y me susurraba —¿Si aceptas mis disculpas? Por favor Lena, disculpame.
— Si, si te disculpo.
—Gracias— dio un pequeño suspiro y cayó muerto de sueño.
Al igual que yo.
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Yo contigo, tú conmigo
FanfictionSimón Vargas, con problemas para organizarse y una pequeña ansiedad por fumar, necesitaba urgente una asistente que lo vigilará y lo ayudará con sus labores, bueno la idea de la asistente no fue de él, si no de sus compañeros de Banda, que se encont...