Capítulo 16

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Días después.

Nos encontrábamos en la cena de cumpleaños de Martín, todos nos reunimos en la casa de Isaza.

Ahora Simón se hallaba sentado frente mío. Su cabello de encontraba artísticamente en su rostro, hermoso.

No habíamos tocado el tema de mi renuncia, estos días fueron bastantes tensos, cada uno por su lado sin meterse en la vida del otro.
Todo profesional, como debía ser.

A mi alrededor la conversación de la cena continuó, yo andaba en mi mundo, pensando en otras cosa, o en Simón, realmente tenerlo al frente no era de mucha ayuda.

-Lena, Andrea te está hablando- Simón chasqueo los dedos hacia mi dirección.

Eso me sacó de mis pensamientos.

-Ah, lo siento, andaba en mis cosas ¿Qué pasa?- le pregunté a Andrea.

-Te decía ¿Cómo es que aguantas a Simón?- su mirada era de pura curiosidad.

No podría responder eso, porque ni yo tenía la respuesta.

-Al parecer no me aguanta mucho, porque nuestra querida Lena está pensando en renunciar- interrumpió Simón.

¡Boom! Fui emboscada.

Preguntas inundaron la habitación, caras tristes se asomaban en la mesa ¿Era importante para ellos?

Del otro lado Simón me dio una sonrisa, la más falsa que pudo.

Maldito.

-Nooo- dijo Martín desde otro punto de la mesa -Vamos Lena ¿Por qué renunciarias? Eres la única que soporta a Simón.

-¿Que hiciste?- Juan Pablo se quejaba hacia su amigo.

La sonrisa de Simón cayó de su rostro.

-Nada- suspiré -No hizo nada, sólo pienso que es hora de tomar nuevas oportunidades.

-¿Estas aburrida?- preguntó Laura.

-¿Cuál es el problema?- intervino Isaza.

-Es personal, prefiero no hablar de ello- no iba a dar un discurso en plena cena sobre los sentimientos que tengo hacia Simón.

-Ella tiene que conseguirse una vida, ese es el problema- dijo Simón, empujando hacia atrás en la mesa, dándose un poco de espacio- soportarme no es nada fácil.

-Lo que necesita Lena, es alguien, alguien que la mime tal vez, que no sea Simón, porque él no sirve para esas mierdas- veía como los ojos de Martín tenían un plan, o algo así.

-¿Por qué no Simón?- Juan Pablo preguntó.

-Vamos Villamil- dijo Martín -Simón es una hueva completa para eso.

-Eso no es cierto- espetó Simón.

-Cállate, estamos hablando los adultos- Martín le dio una mirada severa a Simón.

-Pero, Simón tuvo la acción caballerosa de llevarla a su auto- dijo Isaza.

Mierda, no superaban nada.

-Gran punto, pero también lo que no cuadra, es que este par no para de pelear- continuó Martín.

Yo simplemente estaba asombrada por todo, no iba a ritmo que iban ellos.

-¿Qué pareja no pelea? - preguntó Andrea.

-Ambos se provocan- Martín me miró- les parce divertido retarse el uno al otro.

Quería sólo estar como el avestruz, con mi cabeza clavada en la tierra.

-¿No les conté como los encontré rodando por la sala?- comentó Juan Pablo

-Eso fue una intervención profesional- mi tono era frío.

-No se ve tan profesional- señaló Isaza

-Sí, si era profesional- mi tono se elevó.

-¿Ven? Se molesta si tratamos de averiguar más de ella y su situación con Simón.- dijo Martín.

La ira surgió, las rabia recorría mi ser. Me puse de pie, deslizando mi silla hacia atrás. -Bueno, suficiente mierda por hoy.

-Basta Lena, te estas comportando como idiota.- replicó Simón.

Bufé

Me senté en mi silla de mala gana.

-Eso,controla a tu amiga Simón- la mirada de Martín era socarrona.

Los susurros siguieron por la mesa y este ambiente cada vez se volvía más tenso.

-Basta, cierren la boca todos- Simón dio un puñetazo a la mesa- no estoy saliendo con Lena, no está pasando una mierda.

Nadie habló por un momento.

-¿Entonces por que el drama, hermano?- Martín se relajó en su silla.

-Cristo- Simón se froto la cara con las manos- miren, si quieren que Lena se quede, ayuden -hizo una pausa- ¿dicen necesita salir más? Genial ¿papo saldrías con Lena?

-¿Qué?- la pregunta lo tomó por sorpresa.

-¿Saldrias o no?- volvió a preguntar.

Qué diablos estaba pasando.

-Si, me encantaría- Juan Pablo me dio una sonrisa afable.

-Listo, perfecto.

-Oye- chasque en su dirección -No necesito que me emparejes.

-No te preocupes, no es molestia para mi.

-Simón...- mi tono era de total fastidio.

-Basta Lena, necesitas esto.

-Pero puedo hacerlo por mi cuenta.

-Lena, ¿que te parece de salir conmigo?-dijo Juan Pablo, sus ojos verdes me dieron una mirada cálida.

-¿No tienes ningún problema por ello?- pregunté

-No, me encantaría.- dijo con una sonrisa.

-Entonces, esta bien, tenemos una cita.

Quizás ya es tiempo de pensar un poco más en mi y comenzar a salir de nuevo.

Yo contigo, tú conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora