Simón:
La luz que entraba por la ventana solamente acentuaba mi dolor de cabeza, era insoportable, mis ojos dolían y sentía que en cualquier momento iba a morir.
Pero aparte de concentrarme en el asqueroso dolor de cabeza, me fijé que mi brazo estaba envuelto en la cintura de alguien.
Fue cuando los recuerdos volvieron a mi.
Todo lo que le dije a Lena, lo que hice, el beso.
Y no me arrepiento de nada, no fue mi mejor estado, pero estaba tan seguro y todavía lo estoy, que todo lo que dije fue con mi corazón, porque realmente ella sacaba lo mejor de mi, aunque yo fuera un imbécil la mayor parte del tiempo.
Un poco dormido y con el corazón lleno, acerqué a Lena un poco más a mi, esto era real, ella era real y necesitaba comprobarlo. Pero al parecer en mi acción de acercarla más, ella se despertó.
Sus pestañas se posaban en sus pómulos, al natural, recién despertada le daba un vuelco a mi corazón, controlate Simón, prometiste comportarte.
—Buenos días— su voz un poco ronca me saludó.
No hubo respuesta por mi parte, sólo la arrunche más a mi.
—Simón, sueltame— demandó.
Solamente negué con la cabeza, me sentía cálido ante su presencia.
—¡Simón, debo ir al baño!— ante su petición, sólo quedaba acceder, ella se fue al baño a hacer lo natural, mientras que yo moría, en cualquier momento quedaba sin cabeza.Puedo ser dramático en varias ocasiones.
Lena regresó del baño y puede notar algo que me hizo levantar rápidamente, tan rápido que sentí un par de punzadas en mi cabeza.
—¿Ese no es mi hoodie?— Lena miraba para todos los lados, excepto a mi —Lena— dije otra vez, sus mejillas tomaron un tono carmesí, me encantaba cuando ocurría eso.
—Bueno, si es tu hoodie, pero eso no es lo importante ahorita, tú— señaló con su dedo —Me debes muchas explicaciones.Alce mis manos en derrota, no podía decir nada ante eso, bueno, tal vez podría decir algo, pero quería darle explicaciones. —Esta bien, pero sólo dame una pastilla y estaré 110%.
* * * *
Nos encontrábamos en la cocina, Lena me paso una pastilla y al lado colocó un vaso con agua.
—Creo que eso aliviara el dolor.—¿Segura?
—Soy asistente, no tengo título en medicina.— me reí, me tomé la pastilla y al terminar me encontré con Lena con una cara de "dame una explicación"
—¿Qué quieres saber?—No sé, todo tal vez— alzó una ceja. — Pero primero ¿Por qué tomaste? Teníamos un trato Simón, en mi contrato estaba eso, en cuidarte.
—¿En serio todavía sigues el contrato?
—Es obvio, sino ya me hubieras despedido.
—Lena, si estuviera siguiendo el contrato, ya te hubiera despedido el día dos.— su rostro era monumental, pero era verdad, todo lo que decía en ese estúpido contrato, todo, ya lo habíamos roto.
—Tienes razón, pero ese no es el punto, responde mi pregunta.
—Claro jefa— sonreí —Me dejé convencer por Tamara y más que todo quería deshacerme de ella.
—¿Eres imbécil?
— Me lo dices tanto, que ya estoy creyendo que sí.
—Como te dejas influenciar por esa estupida— su mejillas se volvieron rojas del enojo —No te lo dije, pero aún así mi actitud demostraba porque no te merecía, por algo la trataba mal.
—Creo que eran más celos.
—Cállate.
—¿Nunca sentiste celos?— rompí la distancia que había entre nosotros.
—N-no..— su voz salía en un susurro —Pero al parecer tu sentías celos de Thomas.
Golpe bajo.
De mi boca no salía nada, en que momento la conversación llegó hasta este punto.
—Dime Simón ¿Te acuerdas de lo que dijiste anoche?— su tono era de resignación.
—Puedo estar tan borracho, pero yo NUNCA— resalte esa palabra —Nunca olvido lo que digo y si dije o hice es por algo.
—Entonces ese beso...
—Ese beso fue porque necesitaba sentir si eras real, y si, lo eres, te lo dije anoche Lena.— Su mirada era incrédula y la comprendía, era un tanto difícil de creer.
—Y lo eres, ya no me quedan dudas.En un abrir y cerrar de ojos, ya tenía mis labios en los suyos, contacto cálido y tierno, con un profundidad y ansias, era mucho mejor que el de anoche.
Ambos estábamos con la necesidad, de probar al otro, esto era el jodido cielo.
Tomé a Lena por la cintura y la acerque más a mi, el beso se volvió más apasionante y la situación estaba un poco ardiente.
Alce a Lena y la senté en el mesón, para más comodidad, nuestro beso se rompió, ambos respirabamos con dificultad.
—¿Aún te queda alguna duda?— sonreí.—No, ahora se que no olvidas tus palabras.
Lleve mis labios hacia su cuello, dejando pequeños besos en su piel, mientras que ella subía lentamente mi camisa, y yo hacia lo mismo.
Ambos quedamos pecho con pecho, enredados en un abrazo que ambos necesitábamos, que queríamos desde hace tiempo, no necesitaba más en la vida, solo quería estar así con ella, era más que suficiente.
Pero todo era maravilla, besos, tacto y un par de miradas y sonrisas, hasta que la puerta sonó.Mierda.
Lena rápidamente me tiró mi camisa, con un poco de torpeza y rapidez nos colocamos nuestras prendas.
Me dirigí a quien estaba interrumpiendo momento tan glorioso. Quien fuera que estaba ahí le arrancaria la cabeza, abrí la puerta y se encontraba Tamara.
Esta situación se iba a poner fea.
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Yo contigo, tú conmigo
FanfictionSimón Vargas, con problemas para organizarse y una pequeña ansiedad por fumar, necesitaba urgente una asistente que lo vigilará y lo ayudará con sus labores, bueno la idea de la asistente no fue de él, si no de sus compañeros de Banda, que se encont...