—¿Pasa algo? Noto en tu cara algo que te fastidia ¿Te estoy aburriendo?
—Dios, no— dije —Solamente que me preocupo por Simón, me estabas hablando de lo que hace un técnico de sonido y me perdí en mis pensamiento, eso fue grosero.
Mi cita me dio su sonrisa torcida, maldita sea, era lindo, Thomas era algo hermoso, cabello castaño caía en sus hombros, un aro plateado perforaba su labio y sus ojos oscuros me miraban con un humor ligero.
—He trabajado con la banda por unos dos años— dijo —Se lo complicado que es lidiar con Simón, si quieres puedes volver con el y hacemos esto otro día.
—Eso es muy lindo de tu parte, pero creo que estará bien.
Thomas asintió. —Es genial la manera en la que dejó de tomar y fumar excesivamente.
—Sí.
—No debió ser fácil.
—No.
Thomas soltó un par de carcajadas —Vale, al parecer no puedes decir mucho de él.—No, realmente no.
—Si, en mi contrato también se encuentra sobre hablar de ellos...
—Es un mundo extraño en el que vivimos ¿Verdad? Vivir en el borde la vida de los famosos.
El rio —Sí, lo es, he presenciado varias peleas entre ellos.
—¿Quien con quien?
—La mayoría son los hermanos Vargas.
Bueno, ahora esto me interesaba. Me incline un poco más en la mesa apoyando mis codos más cerca —Debes decirme todo, no dejes los detalles afuera.
Thomas soltó una carcajada.—Me matarían.—Si no estas de acuerdo en saciar mi curiosidad ¿Para que me sirves?
Sacudió su cabeza, un hombre guapo, aunque Simón le ganaba por un par de puntos, pero bueno.
—Bueno, la mayoría de veces se peleaban porque Simón llegaba tomado— dijo— pero hubo una vez en la que Martín le dijo un par de verdades, esa vez la situación fue bastante tensa, ambos sólo gritaban.
Jadee.
Los hermanos Vargas no tenían un pasado de cuento, pero me daba coraje ver que Simón tomaba sólo por una culpa que no tiene y no merece llevar. Culpa ocasionado por su padre. El tipo que se hacía llamar padre era el encargado de tanto sufrimiento en Simón.
Con sólo pensar eso mis manos se formaron en puños, la próxima vez que viera a ese imbécil le daría sus buenos golpes.
—Ese día fue de mucha tensión, cada verdad que se decían eran un golpe bajo, sobre todo para Simón, que Martín le decía que vivía con una culpa que era inexistente.—Pero así lo hace sentir su padre.
—Simón era bastante complicado en ese entonces.
—Prefiero al hombre que es ahora.
—Claro— dijo Thomas —Absolutamente.
—¿Nunca estuviste tentando a tomar una guitarra y salir al escenario por ti mismo?— dije cambiando de tema.
—No, no sirvo para eso. Las multitudes me dan escalofríos— se sacudió haciendo la demostración.
Me reí —Concuerdo contigo.
—Pero lo que es Morat, ellos si fueron llamados para eso, son increibles en un escenario.
Asentí estando de acuerdo.
—Bueno, dejando de lado el tema de Morat, quiero un poco de diversión— dijo — así que ¿Quiere bailar conmigo Srta Lena?
Mi sonrisa fue genuina —Me encantaría eso.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Thomas me acompañó hasta mi "auto" por ahí cerca de la media noche.
El sudor de la parte de atrás de mi cuello por bailar, me dio piel de gallina por el aire frío de la noche y mi cuerpo se estremeció, estaba agradablemente cansada, y con mi cerebro ya dormido.
—Tuve una noche muy agradable— le dije a Thomas mientras le ofrecía mi mano.
El la tomó, jalandome gentilmente hacia él. Sus labios tocaron los míos, cálidos labios, cálido aliento, cálido todo. El momento me agarró desprevenida, tonto pero cierto. El aro que tenía en su labio se presionó con la comisura de mi labio, era extraño y a la vez agradable la sensación.
El retrocedió y sonrió —Me gustaría hacer esto otra vez.
—También me gustaría— y lo decía enserio, la noche fue genial.
Deslizó sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—Te veré después— busque las llaves en mi bolso —Buenas noches.
Una vez que estuve a salvo dentro del auto, empecé mi recorrido de vuelta casa.
Esta noche fue mucho mejor. Una cita con una agradable e inteligente chico quien me sorprendió con un suave beso al final, fue muy dulce, sentía una alegría cálida y era sensacional.
Cita tres, completada
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Yo contigo, tú conmigo
Fiksi PenggemarSimón Vargas, con problemas para organizarse y una pequeña ansiedad por fumar, necesitaba urgente una asistente que lo vigilará y lo ayudará con sus labores, bueno la idea de la asistente no fue de él, si no de sus compañeros de Banda, que se encont...