Capítulo 21

580 48 0
                                    

-Dices algo de lo que llevo puesto y te patearé- le dije al hombre que se encontraba apoyado en el mesón de la cocina.
-No me atrevería ¿Cuando llega él?- Simón miró hacia abajo revisando mi jean y sueter negro ajustado. La mirada de este hombre intimidaba.
-No lo hará- dije -lo veré en la ciudad.

-¿Te llevo?

-De ninguna jodida manera, además puedo conducir- dije- Nosotras las mujeres somos libres en estos días. Tanto que próximamente ¡Vamos a obtener el derecho al voto!

Levantó sus cejas y me dio una mirada severa - Ya lo tienen Lena. Aparte ¿No confías en que me puedo comportar?

-No, no confío.

Deja salir un largo suspiró de sufrimiento, como si estuviera aceptando su derrota -Bueno, entonces llévate mi carro, al menos sabré que llegaste bien.

-Ay, eres tan dulce Simón Vargas.

Un gruñido

-¿Pensaste lo de las citas?

-Pasaron un par de horas Lena, y cada vez que lo pienso se me hace estúpida la idea.

-Simón, deberías hacerlo es algo que nos ayudaría a ambos.

- Bueno, iré al primer bar y buscaré a dos chicas, las traeré aquí y todos tendríamos un poco de diversión.- me dio una sonrisa estúpida.

-¿Eso te ayudaría Lena?- quería borrar esa sonrisa de su rostro. Lo pediría para Navidad.

-¿Ya dejaste de ser un imbécil?- se quedó en silencio -Genial, ahora te explicaré lo que traté de decir.

-Oh, por favor.

-Creo que necesitas más -dije, mi voz enfática-. Necesitas más
amigos aparte de mí y la banda.

-¿Así que, estaría en citas para hacerte sentir mejor?

-No, estarías en citas porque estas listo, porque eres un hombre maravilloso quien tiene mucho que ofrecer a una mujer, claro en los momentos que no te comportas como un completo bastardo.

Me dio un lento aplauso -Hermoso. Poesía pura, creo que lloré.

-¿Tienes miedo de tener citas? ¿Quieres un abrazo para motivarte? - Di varios pasos hacia el mesón-Se que tienes miedo de hacerle daño a las personas y tu mejor manera de alejarlas es usar tu sarcasmo e ira, pero ¿no crees que ya es suficiente?

-Actuar así es como un don

-Deberías dejar esa máscara de imbécil y comportarte como la persona maravillosa que eres.

-¿Nunca te rindes?

-¿Por que lo haría?

-Tan valiente.

-No le tengo miedo a tu ira y sarcasmo, no soy como los demás que salen despavoridos- dije
Sólo se quedó mirándome, con su rostro inexpresivo.

Se colocó frente mío, rompiendo cualquier obstáculo que nos separaba, levantó su mano y tomó un mechón de mi cabello metiendolo detrás de mi oreja. Se colocó muy cerca tanto que sus labios rozaron mi oreja. Su respiración era tan calidad -Si, tienes razón, tengo esa máscara de imbécil.

-Lo sé- susurre.

La sonrisa se notaba en sus ojos aunque no llegaba a su boca -Aparte, no debes tener miedo de mi, no te haría daño.

-También sé eso- no lo haría, a propósito no.

-Adelante, ve a tu cita Lena.

-Piensa lo de las citas otra vez.

-Hecho.

Yo contigo, tú conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora