-Dices algo de lo que llevo puesto y te patearé- le dije al hombre que se encontraba apoyado en el mesón de la cocina.
-No me atrevería ¿Cuando llega él?- Simón miró hacia abajo revisando mi jean y sueter negro ajustado. La mirada de este hombre intimidaba.
-No lo hará- dije -lo veré en la ciudad.-¿Te llevo?
-De ninguna jodida manera, además puedo conducir- dije- Nosotras las mujeres somos libres en estos días. Tanto que próximamente ¡Vamos a obtener el derecho al voto!
Levantó sus cejas y me dio una mirada severa - Ya lo tienen Lena. Aparte ¿No confías en que me puedo comportar?
-No, no confío.
Deja salir un largo suspiró de sufrimiento, como si estuviera aceptando su derrota -Bueno, entonces llévate mi carro, al menos sabré que llegaste bien.
-Ay, eres tan dulce Simón Vargas.
Un gruñido
-¿Pensaste lo de las citas?
-Pasaron un par de horas Lena, y cada vez que lo pienso se me hace estúpida la idea.
-Simón, deberías hacerlo es algo que nos ayudaría a ambos.
- Bueno, iré al primer bar y buscaré a dos chicas, las traeré aquí y todos tendríamos un poco de diversión.- me dio una sonrisa estúpida.
-¿Eso te ayudaría Lena?- quería borrar esa sonrisa de su rostro. Lo pediría para Navidad.
-¿Ya dejaste de ser un imbécil?- se quedó en silencio -Genial, ahora te explicaré lo que traté de decir.
-Oh, por favor.
-Creo que necesitas más -dije, mi voz enfática-. Necesitas más
amigos aparte de mí y la banda.-¿Así que, estaría en citas para hacerte sentir mejor?
-No, estarías en citas porque estas listo, porque eres un hombre maravilloso quien tiene mucho que ofrecer a una mujer, claro en los momentos que no te comportas como un completo bastardo.
Me dio un lento aplauso -Hermoso. Poesía pura, creo que lloré.
-¿Tienes miedo de tener citas? ¿Quieres un abrazo para motivarte? - Di varios pasos hacia el mesón-Se que tienes miedo de hacerle daño a las personas y tu mejor manera de alejarlas es usar tu sarcasmo e ira, pero ¿no crees que ya es suficiente?
-Actuar así es como un don
-Deberías dejar esa máscara de imbécil y comportarte como la persona maravillosa que eres.
-¿Nunca te rindes?
-¿Por que lo haría?
-Tan valiente.
-No le tengo miedo a tu ira y sarcasmo, no soy como los demás que salen despavoridos- dije
Sólo se quedó mirándome, con su rostro inexpresivo.Se colocó frente mío, rompiendo cualquier obstáculo que nos separaba, levantó su mano y tomó un mechón de mi cabello metiendolo detrás de mi oreja. Se colocó muy cerca tanto que sus labios rozaron mi oreja. Su respiración era tan calidad -Si, tienes razón, tengo esa máscara de imbécil.
-Lo sé- susurre.
La sonrisa se notaba en sus ojos aunque no llegaba a su boca -Aparte, no debes tener miedo de mi, no te haría daño.
-También sé eso- no lo haría, a propósito no.
-Adelante, ve a tu cita Lena.
-Piensa lo de las citas otra vez.
-Hecho.
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Yo contigo, tú conmigo
FanfictionSimón Vargas, con problemas para organizarse y una pequeña ansiedad por fumar, necesitaba urgente una asistente que lo vigilará y lo ayudará con sus labores, bueno la idea de la asistente no fue de él, si no de sus compañeros de Banda, que se encont...