06.

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Mi cabeza daba vueltas, me desperté por el maldito sonido de la alarma.

Mire la hora; 6:30 am. La misma que me levantaba todos los días, excepto los fines de semana, obviamente.

Estaba acostada boca abajo, con la misma ropa que me había puesto la noche anterior para salir, y con mi maquillaje todavía en mi cara, aunque ya no estaba igual, seguro se veía horrendo y todo corrido.

— Que desastre. —murmuré sentandome en la cama y mirando que hasta tenía los zapatos puesto.

Debo haber dormido poco, sinceramente no se ni en que vine.

Suspiré, me senté en la punta de la cama y sobe mi cabeza; me daba vueltas.

Me saqué los zapatos y me dispuse a pararme, tenía Universidad y no podía faltar. Que mala desicion al haber salido.

Me dirigí al cuarto mediano que era mi armario y me dediqué a buscar la ropa que me pondría. Luego de eso la deje en mi cama.

Agarré una bata, una toalla mis pantuflas y me dirigí al baño.

Me tendría que dar una ducha rápido, pero lo que más quería era descansar en la tina.

Colgué la bata y la toalla en el perchero.

Saqué algo de algodón y la crema desmaquillante del pequeño mueble que se encontraba en el baño y me dispuse a sacarme lo que restaba de mi “maquillaje” todo corrido.

Luego de eso guarde la crema y tiré el algodón al cesto de basura. Abrí el el grifo del lavamanos y lave mi cara con agua fría.

Seguía pensando en quién me había traído, no recuerdo que haya sido Jackson.

— Tal vez Jimin... —me dije a mis misma mirándome en el espejo. — O HeeSook. —supiré y sacudi mi cabeza en forma de negación; no recordaba quién fue.

Abrí el grifo de la tina, esperando a que se llenara con agua caliente. Una vez llena me metí.

Llegaría tarde a la clase, pero me importa nada, quería descansar, en realidad quería faltar, pero no podía hacerlo, mis padres pagaban demasiado para que yo asista a esa Universidad, por lo menos tengo que asistir, como recompensa, ¿no?, pagan mucho por mis estudios, que me vaya bien es lo menos que puedo hacer para agradecerles.

Eché jabón en la bañadera, removi un poco el agua para que se hiciera espuma y me rescosté, apoyando mi cabeza en la punta de esta misma y dejando que mi cuerpo se relaje; cerre mis ojos, para así disfrutar más. Eso no duró mucho.

Alguién tocó la puerta.

— Señorita, Suni. —dijo una de las empleadas detrás de la puerta. — Dijo su madre que baje a desayunar que se le hace tarde para ir a estudiar. —me quede en silencio por unos segundos. — Señorita, ¿se encuentra bien?

— Sí, sí, lo siento. Dile que ya bajo. —suspiré.

Saqué el tapón de la tina para que el agua se fuera y abrí la ducha para poder tomarme un baño rápido.

En cuestión de minutos salí, me puse la bata y coloque la toalla en mi cabello mojado.

Me vesti lo más rápido posible, me coloqué una de mis pares de zapatillas negras, peine algo mi cabello y bajé.

— Buenos días, cariño. —dijo mi madre mientras me sentaba en una de las sillas que la gran mesa del comedor.

— Buenos días, mamá. —respondí con una sonrisa. — Y, ¿y papá dónde está? —pregunté, ya viendo que el no se econtraba desayunando con nosotras como siempre.

— El tuvo que salir más temprano. —respondió. — Ahora desayuna que se te hace tarde, cielo.

Asenti y tomé mi taza de café que se encontraba al frente mío y le di un sorbo al líquido caliente de color negro que se encontraba dentro de ésta misma.

Agarré una tostada y le coloqué mermelada.

Desayune algo rápido y enseguida subí a mi cuarto para terminar de arreglarme.

Agarré la secadora y seque mi cabello, luego lo planche un poco, hoy iría con el pelo liso.

Me maquille algo bastante natural. Me dirigí a mi mochila, guarde los libros que usaría en el día y mi billetera. Agarre mi celular que se econtraba cargando y lo puse en el bolsillo trasero de mi pantalón, agarré por último un abrigo y las llaves de mi auto y baje. Salí rápido de mi casa, obviamente saludando a mi madre antes y me fui.

Encendí mi auto que ya se escontraba en la entrada y lo encendí para ya partir.

— Espero llegar, mierda. —me dije a mis misma comenzando a conducir.

[...]

— Pensé que no ibas a venir. —susurró Jackson a mi lado.

— Gracias por guardarme el lugar. —besé su mejilla y reí. — Agradezco haber llegado antes que el profesor. —dije viendo entrar al mayor al gran salón.

Hoy sería un pesado día, ya que los martes salíamos hora y media más tarde.

Agarré mi cuadernillo y comencé a prestarle atención a la clase y a anotar cosas que iba diciendo el profesor, que de seguro luego me servirían.

Hay algo que no podía sacar de mi mente;

«¿Quien me llevó a mi casa hace unas horas atrás?»

Pasaban los minutos, que para mí parecían horas.

La puerta del salón se abrió haciéndo que todos voltearamos a ver.

Mis ojos no lo podían creer, no puede ser. Miré a Jackson, pero éste mismo no se encontraba asombrado de la misma manera que yo.

— Bienvenido a mi clase —dijo el profesor —, pero que sea la última vez que llegue tarde, más siendo la primera vez aquí. Im, ¿es así?

Maldición, no, no, no. Ésto es un mal sueño, seguro que lo és.

— Lo siento. —respondió el pelinegro sentándose en uno de los asientos del fondo. — Sí, Im JaeBum, el mismo.

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora