12 | Maratón 3/3

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La castaña abrió los ojos que casí se salen de su lugar. Su expresión era notoriamente de estar sorprendida. Y claro, la entiendo.

Agarró una almohada, la puso en su rostro y gritó mientras movía sus pies de arriba hacía abajo en el aire.

— ¡No... puedo... CREERLO! —habló entusiasta. — És qué, ¡aaaaa!, esperé tanto ésto.

— Antes de que volviera querías matarlo. —reí. — Cálmate.

— Es verdad. —sonrió. — Ahora sí, hablando serio. Estás confundida, ahora más que nunca tienes que ser cuidadosa con ambos. —la miraba atenta. — Se qué JaeBum te lastimó, pero sabes bien que no fue su intención, además lo veo con todas las ganas de volver a enamorarte. —hizo comillas con sus dedos. — Más de lo que estás. —le pegué suavemente en el brazo. Rió — Bueno, lo siento. No veo que tenga malas intenciones. Sólo ten cuidado y mira cada una de sus acciones. Dos; Mark. Es un chico realmente bueno, y es notorio el bienestar que te da, se qué te sientes bien con él. Sólo no juegues con los sentimientos de ninguno, sí es que Mark siente lo mismo. Cuida tus acciones cuando estén juntos. Se que mientras más pases tiempo con ellos te darás cuenta. Ahora volvamos a lo anterior. ¿Como fué? ¿Como te besó? ¿En dónde fué?

— Tomé en cuenta todo lo anterior. Gracias. —sonreí. — Sobre las preguntas; fue hermoso, se acercó a mí, agarró mi mejilla y me besó. Fue aquí afuera.

— ¿¡Qué!? —asentí. — Seguro el venía al apartamento de Mark.

— Sí, así es.

Le seguí contando todo a mi amiga, tanto lo de Mark como lo de JaeBum. Ella me escuchaba antenta y en momentos chillaba como una adolecente —bueno, ni que fueramos viejas, veinte años—, me aconsejaba y mientras tanto yo pensaba.

Mi cabeza estaba en otra parte, no sé que debía hacer realmente. No quiero lastimar a nadie, claro que no.

En éstos momentos mi inseguridad volvió, siempre fui así. No quiero hacer algo mal y que ambos se alejen de mí. Prefiero mil veces estar mal yo, antes que ellos. Ni siquiera se si Mark siente algo, pero igual.

Sólo espero hacer bien las cosas.

[...]

¿Suni? —habló mi amiga del otro lado de la puerta. — Vamos, los chicos están por venir.

¡Ya salgo! —avisé.

Salí rápidamente de la ducha, me coloqué la bata blanca y salí del baño.

Mi ropa se encontraba arriba de la cama de Heesook. Me sequé y me cambié lo más rápido que pude; pantalón de jean azul, un buzo grande negro y zapatillas blancas.

Mi querida amiga, no me había dicho que vendrían los chicos a pasar el viernes aquí. Yo quería estar sola con ella. No es que no me guste pasar tiempo con los demás, pero los fines de semana éramos sólo nosotras.

Volví al baño, lo ordené y sequé. Me se cepillé el cabello, me puse un poco de máscara para pestañas, puse la anterior ropa en el cesto de la ropa sucia y salí.

— ¿Ayudo en algo? —pregunté entrando a la cocina.

— No, está bien. —respondió mi amiga, se encontraba preparando unas cosas para comer. Justo sonó el timbre.

— Yo voy. —dije, para luego ir y dirigirme a la puerta principal. — Hola, pasen. —dije con una sonrisa.

— Hola, Sunita. —saludó SunHee con una sonrisa. Manía de ella decirme así.

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora