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— ¿Ya estás lista?

¡Ya casi! —respondió desde el baño, terminando de retocarse el maquillaje.

Suni se preparaba para la sorpresiva fiesta que hacía Jaebeom esa noche. No sabía por que razón la hacía, pero de todas formas iría, claramente. Además, hace tiempo no salía y de verdad quería hacerlo.

Estuvo pensando demasiado, en esas horas que estuvo con Jae, y había tomado una decisión, no quería romperle el corazón a Im, pero tampoco quería vivir siendo infeliz, bien la felicidad no es algo constante, no queria vivir sabiendo que todo era una mentira, no quería tener una relación por obligación. Estaba con Mark, y si lo estaba era porque realmente lo quería, y amaba estar con él.

Hablaría con Jaebum, ya no podía seguir con ésto, de verdad que no, y le dolía, pero ya no tenía diescisiete años, ya no lo veía de la misma manera, ya debía entender que tenía que enfrentar los problemas, resolverlos. Era el momento de hacerlo, ¿si no cuándo sería?

— Estás hermosa —dijo Mark, al verla salir del baño —. En realidad siempre lo eres —agregó.

— Tú lo eres —respondió y besó castamente sus labios —. Vamos.

Mentía si decía que aún no se sentía culpable por salir con Mark, pero la verdad es qué sí lo quería, y también hay que vivir la vida y dejar el pasado atrás.

Entralazó su mano con la del mayor y salieron de su cuarto. Saludó a sus padres, y Tuan prometió que su hija volvería sana y salva, algo que realmente dejó seguros a los mayores. Ya ambos sabían de la relación de aquellos dos, ellos mismos se lo había dicho, y a los progenitores de la menor no les molestaba para nada, es más, Mark les caía bien, bastante bien.

Salieron de ahí y subieron al auto, tan sólo en muy pocos minutos se encontraban en la casa del azabache.

Había gente, bastantes personas, algunos autos estacionados afuera, la música estaba alta, y se veían las luces de colores salir por las ventanas.

Era idéntica a las fiestas que Im hacía en sus años de preparatoria, realmente. Y la castaña, por un momento se sintió una adolescente, por un momento recordó los buenos momentos que vivió en aquellos años.

Se adentraron al lugar y Suni se sorprendió al ver la cantidad de personas que habían, tanto de la Universidad, algo que le pareció raro, y también se encontró con personas que no veía hace años, personas las cuáles había conocido en preparatoria.

— ¡Linda, mi linda Suni! —saludó Jackson, bastante alto, ya qué por la música, la castaña no iba a oír su voz.

— Hola, puppy —respondió al saludo, cerca del oído de su amigo, así podía oírla —. ¿Y Jaebum?

— No lo sé, creo que estaba terminando de prepararse —dudó —. Años sin tener una fiesta así —exclamó, viendo a su al rededor.

Y era verdad, ir a un club nocturno no era lo mismo, no para él. Jackson era una persona qué, a pesar de crecer, de tener más años, seguía teniendo ese alma tan pura, una persona que mantenía su juventud intacta, y eso no era algo malo, para nada.

— Iré a buscarlo —avisó, y enseguida se separó de Tuan y Wang, para dirigirse a las escaleras y así ir al cuarto de el dueño de la casa.

Mientras pasaba entre las personas que bailaban y se movían de un lado a otro, vió, o creyó ver a alguien que no se imaginaba encontrarse. Cruzaron miradas, y juraba por todo, que deseaba no haber visto a esa basura de persona.

Suspiró y siguió, al llegar a la habitación, sólo entró, pero no estaba a quién buscaba, o por lo menos no estaba a su vista.

— Jae —canturreó y lo buscó con la mirada.

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora