32 | Final.

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Estaba tras la puerta aún.

No pudo escuchar todo a la perfección, pero si la mayoría. Y realmente deseó no haber escuchado éso, o quiere creer que no lo escuchó.

No, no, y no.

Sintió un malestar en su pecho, sintió que su estómago se cerraba, y un nudo en la garganta apareció. Su respiración se entre cortó y llevó su mano a su boca. Sus ojos se cristalizaron y en ese momento se odió por ser tan sensible.

"— ¡Eres una maldita mierda, Sun Ji! —vociferó Jaebeom, con una gran rabia acumulada —. ¡Estás loca! ¡mandaste a que me choquen! ¡Estás loca!

¡¿En serio dices que la mierda soy yo, cuándo tu finges haber pérdido la memoria para volver a estar con esa?! —contraatacó la chica, igual de enojada.

"Esa" se llama Suni —corrigió, con un tono elevado de voz —. ¿Cómo supiste?exclamó —, no vuelvas a llamarme mierda, bien sé que está mal lo que hice."

Y ahí partir de allí los gritos siguieron, pero no prestó más atención, su mente se fué del lugar, se quedó en blanco. Se quedó estupefacta, mirando un punto fijo, sin darse cuenta. Sin caer en la conversación que acababa de escuchar.

« Finges haber perdido la memoria... »

« ¿Cómo supiste? »

Todo había sido fingido, todo había sido falso, nada real. Ahí su mundo se derrumbó, pero por completo, ésta vez sintió romperse, y no sabía si iba a poder superar ésto, algo así.

JaeBum había estado mintiendo todo éste tiempo, y ella recién se había dado cuenta, y cuando su mejor amigo dudó de ésto, ella realmente no creyó, tampoco creyó en que Im haría algo así. Pero se confundió.

Se sentía una estúpida, se sentía usada.

Ahí cayó en cuenta que las personas buenas son las que más sufren, que el mundo no está echo para personas débiles como ella. Que fingir ser fuerte no servía para nada, y que nadie está preparado para le destruyan el corazón.

Lo amó con toda su alma, el fué parte de su vida, fué su más lindo momento, fué su primero en varias cosas, le entregó su corazón, Jaebum fué la persona que se llevó lo mejor de ella, le enseñó tantas cosas, vivieron tantos momentos lindos, fué una persona que le hizo saber lo que era la felicidad, pero fué una persona que la lastimó, le rompió el corazón. Y ahora mismo hizo crecer sus inseguridades, las cuáles no aparecían hace años.

Las lágrimas aparecieron, y cayeron como una lluvia en una fuerte tormenta. Caían rápido y sin piedad. Su corazón dolía y el dolor arrazaba con su interior como un huracán, llevándose todo por delante. Su nudo en la garganta dolía, como si grandes agujas la pincharan.

Cayó devuelta en la realidad cuando la puerta se abrió.

— S- suni —musitó Jaebeom, y frenó en blanco cuando la vió ahí, parada frente a la puerta —. ¿Que e-escuchaste?

Ella levantó la vista, sus ojos hinchados y rojos por las gotas de agua saladas que caían por sus ojos lo vieron, lo observó, y ahí fué cuando no lo reconoció, ese no era JaeBum, no era aquel JaeBum que amó tiempo atrás, hasta hace unos minutos.

— Lo suficiente para darme cuenta la clase de persona que eres —respondió, intentando contener las siguientes lágrimas que quería caer. Pero ya no, no lloraría por alguien que no vale la pena.

Sun Ji al verla así sintió culpa, Suni era alguien que solía ser alegre y sonreía a pesar de todo, pero la vió tan frágil y rota, que no pudo evitar sentirse una mierda también.

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora