11 | Maratón 2/3

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Viernes, sí, había llegado el viernes, eso significaba una cosa; pijamada con HeeSook.

Era lo que más amaba, los viernes con mi mejor amiga, y quedarnos juntas hasta el domingo —si es que no teníamos deberes pendientes, obvio—

Ésta semana se había echo bastante larga, a decir verdad. Éstos últimos tres días me la había pasado estudiando para los exámenes finales, los odio. Eran en dos semanas recién, pero para éstas cosas me preparaba mucho.

Aunque, últimamente mis pensamientos están en otra cosa; JaeBum. ¿En qué pensaba de él? No lo sé, sólo lo hacía.

Y por otro lado; Mark. Él martes se había quedado a dormir en casa, y sinceramente me avergüenza un poco lo que pasó. Bueno, un poco no, muchísimo. Y sinceramente no puedo dejar de pensar en ello. Aunque el había dicho que no pasaba nada, cada vez que recordaba éso, me avergonzaba.

— Ma, ya me voy a lo de HeeSook. —avisé a mi madre que se encontraba sentada en el sofá viendo la televisión; me acerqué a ella y besé su mejilla.

— Adiós, cariño. Cuidate. —habló con una sonrisa y siguió viendo la gran pantalla que estaba frente a ella.

Busqué a mi padre, pero parecía ni encontrarse en casa. A veces odio irme sin despedirlo, sólo es un fin de semana, pero aún así, por éstos dos días no los veo, y no me gusta.

Aunque por otra parte, ésta vez iba a ser una necesidad ir a lo de mi mejor amiga. Mamá éste fin de semana iba a tener una conferencia de prensa sobre su nueva línea de ropa de invierno y cómo varias veces, iba a ser en el gran jardín trasero de nuestra casa.

Me dirigí al garaje; aprete el botón que se encontraba a un lado de la salida, así dejando abrir hacia arriba de manera automática la gran puerta del lugar. Subí a mi auto, me coloqué el cinturón, las llaves y salí, la puerta se cerraría por si sola luego, así que en eso no me preocupe. Llegué al gran portón y enseguida esa dos grandes rejas se abrieron permitiendome salir de la propiedad.

El apartamento de Heesook, quedaba más hacía el centro de la gran ciudad. Mi casa se encontraba en un barrio, algo más alejado.

Conducí durando unos 20 minutos. Llegué al gran edificio y sin más deje mi auto en el estacionamiento del lugar. Apreté el pequeño botón rojo, y de ahí mi cinturón se desabrochó, lo volví a su lugar, saqué las llaves, agarré mi mochila dónde contenía la ropa —una gran mochila a decir verdad—, bajé y puse la alarma del vehículo.

Salí del lugar, y por fin, entré al lujoso edificio, me dirigí directamente al ascensor, me metí en éste mismo y presioné el botón que tenía el número “10”.

— ¿Quién la mandó a mudarse a uno de los pisos más altos? —murmuré mientras la puerta de metal se cerraba.

Pero algo interrumpió éso, un pie se había entrometido entre las dos puertas de metal, evitando que se cerraran por completo.

— Lo siento. —rió el chico. Entrando rápido a la gran caja de metal. Al estar allí levantó la vista y me vió. — ¿Que haces aquí, Suni? —preguntó mientras presionaba el mismo botón que yo hace unos... ¿varios segundos?

¿A caso iba al mismo piso que yo?

— ¿Te interesa, JaeBum? —lo miré, asintió y sonrió torcido, irónicamente — Vine a ver a mi novio. —declaré finalmente, mintiendo, obvio.

— ¿A caso Mark es tu novio? —preguntó serio mientras miraba las puertas de metal. Lo miré confundida. — Sólo bromeo —negó con la cabeza, sonriendo. — Es que Mark también vive en este edificio.

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora