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— Muchas gracias, iremos enseguida —cortó la llamada.

— ¿Que pasó, Sunhee?

— Me acaba de llamar el abogado de mi padre, me dijo que vayamos a la estación de policia lo antes posible —informó.

— Bien, vamos —respondió YoungJae.

JinYoung y YoungJae subieron al auto de SunHee y partieron lo antes posible.

El abogado los había llamado para decirles que tenía noticias sobre el accidente y que habían encontrado al culpable, ese maldito hijo de perra que casi termina con la vida de JaeBeom.

Llegaron rápido ya que no quedaba lejos de la universidad a la que asistían.

Bajaron y se adentraron casi corriendo al lugar; bastante grande, lleno de policias yendo de un lado para otro y llamadas de telefono por minuto.

— Hola —saludó Jinyoung a la oficial de policia que se encontraba en la recepción, seguro era la encargada de eso —. Venimos de parte del abogado Kang, por el caso automovilistico de Im Jae Beom.

— Llamó y dijo que llegará en un momento, pueden esperarlo por allí —avisó y señalo a las bancas que estaban para las personas en espera.

Estaban nerviosos, demasiado. Sabrían como fué el choque y conocerian a la persona que se encargarian de mandar a prisión.

Jinyoung tenía un ira enorme, no veía la hora de conocer a ese bastardo y mandarlo tras las rejas. Se moria por darle una buena y bien merecida paliza, por haber mandado a su amigo al hospital y por conducir ebrio cuando no debia, sabría bien que no podia siquiera darle un puñetazo, no sería correcto, pero las ganas no faltaban.

Se encontraban sentados esperando al abogado, pensando por qué le había pasado esto a su amigo. Podría haber cometido muchos errores, pero esto no lo tenia merecido.

— Hola, chicos —habló una voz masculina que los hizo exaltarse del lugar.

Al ver que era el Señor Kang se levantaron de inmediato de sus asientos e hicieron una reverencia.

— Hola, señor Kang —saludó YoungJae e hizo un apretón de manos no sin antes hacer una reverencia —. Lo estabamos esperando.

— Hola, señor —saludó Jinyoung e imitó el accionar de su amigo.

— Hola, tío —saludó la menor.

— Hola, chicos —hizo un reverencia —. Hola, Hee —saludó por ultimo a la chica —. Vayamos, tengo noticias para ustedes —dijo y se adelantó a caminar hacia la oficina del oficial encargado del tema de Jae.

— ¿Es tu tío?

— Sí, bueno no, es muy amigo de mi padre hace muchisimos años.., ya es como mi tío, asique lo llamo así desde pequeña.

Los dos chicos sólo asintieron y se adentraron a la oficina.

Al entrar saludaron al oficial haciendo una reverencia.

— Pueden sentarse —permitió —. Sin miedo, chicos.

Los menores rieron y sólo se sentó Jinyoung en una silla, y el abogado en otra, ya que habian dos asientos.

Park iba a ser el encargado de hablar, era uno de los que más podía y entendía.

— Bien, Park, ¿no? —el pelinegro asintió —. Revisamos las cámaras del lugar de esa avenida, de las cuatro esquinas y cámaras cercanas al lugar del accidente. Pusimos un operativo para buscar al culpable y lo encontramos, hizo una declaración —contó —, Hwang Yong.

El oficial le entregó una carpeta en la cuál estarian todos los datos de ese bastardo.

Jinyoung comenzó a leer. Nada.

Absolutamente nada. Todo limpio, demasiado, nada malo en este chico.

Hwang Yong; terminó todos sus estudios primarios, secundarios y graduado de preparatoria. Actualmente asiste a la Universidad de Artes, cursando su tercer año.
Siempre fue el mejor alumno, con un buen promedio. Cero alchol, cero drogas, muy pocas fiestas.

Nunca estuvo en una comisaría. ¡Nada!

Proveniente de una familia de alta sociedad en Seúl, adinerados y de buena fama. Heredero de la empresa familiar. Hijo varón único.

Park no podía, no caia en creer que ese chico del bien sea el culpable. Era demasiado bueno, o eso parecía.

De todas formas, bueno o no, había chocado a su amigo y lo quería tras las rejas.

— Oficial —llamó la atención del mayor —, ¿cómo es posible que éste chico sea el culpable? no hay absolutamente nada de malo en él, es proveniente de una buena familia, estudioso..., sea quien sea cometió un accidente, chocó y huyó, lo quiero en prisión.

— Park, ese es el tema, no puede ir a prisión —dijo pero fue interrumpido por el pelinegro.

— ¿Por ser de buena familia, adinerado? Me parece injusto —se quejó —. ¿A caso por ser rico no irá a prisión? ¿Por que puede quedar mal ante la prensa? Cometió un delito, tiene que estar encarcelado. Quiero que la ley haga lo que se debe.

Estaba molesto, y mucho, creía que nadie estaba haciendo lo correcto.

— No es eso —respondió el oficial mientras buscaba algo en su computadora.

— No entiendo.

— ¿Quién fué entonces? —preguntó Sunhee.

— El fué el que causó el choque, pero no fue porque quiso ni por accidente —declaró el abogado.

— Por favor, ¿podría explicarse un poco mejor? —pidió Youngjae de manera respetuosa.

La cabeza de los menores era un caos, no comprendían nada.

— Alguien le pidió, o el hizo el trabajo de chocar a JaeBum por alguien.

— ¿Cómo? Ehm, ¿entonces...? —curioseó Choi.

— Miren —pidió mientras daba vuelta el monitor de su computadora —, esto es unas cuadras antes del accidente, se vé al chico fuera del auto hablando por teléfono, dudando por momentos, al menos eso se ve, ahí sube y arranca —volvió a dar vuelta la pantalla y colocó otro vídeo de una de las otras cámaras —. Acá se ve perfectamente a JaeBum manejando, pero respetando los semaforos, cuando se pone en verde ocurre el accidente —explicó —. Sigan mirando; el chico baja del auto y saca su móvil, habla por ese mismo, se acerca al auto de su amigo y luego se va —aclara —. Cuando le hicimos la declaración, nos contó que llamó a la asistencia médica y dijo un papel con un número, explico que era para cuando los médicos llegasen llamaran a ese número, porque de seguro el celular de su amigo estaría destruido.

Se quedaron pensativos, ¿quién era capaz de odiar tanto a JaeBum como para mandar a que lo choquen?

Pensaron y pensaron, y realemente no se les venía nadie a la mente.

— Fue una chica —musitó Kang.

¿Kim Sun Ji?, pensaron. Aunque sería extraño, ella está enamorada de Im.

— Una tal Kim Sun Ji —dijo el oficial —. La estamos buscando y tomaremos medidas, ahora empieza el caso y no hay que echarle la culpa a Hwang Yong, aunque fué cómplise y tiene que recibir su merecido, ambos irán a juicio y les otorgaremos los años correspondientes en prisión.

— ¿Kim Sun Ji? —preguntaron los menores al unísono, completamente atonitos.

Otro cápitulo mássss. Espero que les guste éste también.

Me ayudaría muchisimo si le van a dar un pequeño vistazo a mi nueva historia 🙏🏻, gracias. ♡

Byeee

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora