Pasado II.

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— Ahí está Changmin —avisó mientras divisaba el auto llegar al campus de la preparatoria —. ¿Vienen a casa?

— Lo siento, Suni, no puedo —se apenó Jimin, quién era su mejor amigo —. Iré más tarde, ¿si?

Asintió, sintiendose mal, era su mejor amigo, y lo que más quería era que pase el día con ella. Pero no demostró sentirse mal, de seguro tenía algo muy importante que hacer, asique no preguntó, sólo se digno a darle una cálida sonrisa.

— Yo tampoco, Sun... pero íremos todos a la tarde —dijo Heesook apenada.

Genial, nadie podía estar con ella en el día de su cumpleaños, y aunque odiaba ser una molestia para los demás, sólo quería pasar el día entero con sus amigos, pero si no podían no podía reclamarles absolutamente nada. Y aunque le dolía, lo entendía. Sólo esperaba que Jae, no le diga que no.

— Iré contigo —informó su novio, viéndola con una sonrisa.

Se despidieron todos entre sí, Jaebeom y Suni se dirigieron al auto dónde dentro se encontraba el chófer, para llevarlos a casa de la menor, en el día de su cumpleaños.

Eran las 15hs, el día iba pasando bastante rápido, pero sin dudas, la estaba pasando bastante bien, menos por la falta de tiempo de sus amigos.

— Hola, Min —saludó la pelinegra, al conductor del auto, cuando éste la esperaba al lado de la puerta trasera del coche.

— Feliz cumpleaños, princesa —felicitó y la abrazó, siendo correspondido. Habían formado un lindo vínculo a lo largo de los años, él era su chófer desde que Suni tenía tan sólo catorce años, y ella actualmente cumplía dieciocho. Cuatro años compartiendo vehículo y cuidando a la menor como si fuera oro, además, de qué ese era su trabajo.

Jaebum no evitó ponerse celoso, Changmin no era un señor, no era una persona grande ni mucho mayor, se llevaba tan sólo cinco años con la pelinegra, cuándo comenzó a ser su chófer tan sólo tenía diecinueve años, además, de la no tan grande diferencia de edad, era apuesto, amable, humilde y miles de buenas cosas más.
Su cabello castaño claro, ojos café oscuro, labios medianos pero con una linda forma, nariz repingada, alto, un poco más que él, buen cuerpo, y con una sonrisa que dejaba loco a cualquier persona, hasta a él. Y tenía miedo, ese tal Changmin podía enamorar a cualquiera.

Pero no, él y Suni tenían una relación hermosa, una linda amistad, jamás se verían con otros ojos. Si bien ambos pensaban que el otro era atractivo, jamás había pasado nada. Su relación formal era de "jefa" a chófer y viceversa, luego de éso, tenían una linda relación de amigos, no más.

— Hola, Jaebeom —saludó el mayor de los tres, con una gran sonrisa, y mierda, tenía celos de él, aunque sabía que no debería.

— Hola, Changmin —devolvió el saludo y la reverencia, con una sonrisa forzada. El mayor no tenía nada en contra de Im, es más, notaba que sentía que era la "competencia" y sentía celos hacía su persona, le causaba, realmente. Suni le había contado de su reciente relación con el pelinegro, y el jamás, se metería con ella. Pero aún así le seguía dando gracia.

Chang les abrió la puerta trasera del auto y ambos estudiantes subieron. Se abrocharon los cinturones y el auto se puso en marcha.

— Mi, tu madre me dijo que tengo que llevarte al súpermercado —avisó, mientras miraba el camino —. Antes de que digas algo, te traje ropa así te quitas el uniforme escolar —prosiguió rápidamente, dando una mirada fugaz a la menor.

Y Jaebeom, explotaba, en celos, en lo que sea. No lo evitaba, el mayor había escogido ropa para ella, había estado en su cuarto, no lo podía permitir, de verdad que no. Encima, la llamaba Mi, se llama YoungMi, ¿no? Tiene nombre por algo, y también apodo, podría haberla llamado así, pero no, decidió llamarla Mi, como la llamaba toda la gente de su confianza y que la conocía hace años.

Again you ; Lim Jaebeom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora