✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐄𝐂𝐄𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍, teen wolf²

21. It Is All About Trust

PRIMER ACTO | capítulo veintiuno

Se Trata de Confianza

—¿Entonces buscamos conductas anormales? —le hablé a Scott al mismo tiempo que observaba a la multitud desde lo alto.

Theo, el alfa y yo nos encontrábamos en el segundo piso del colegio intentando descifrar quien, de los cientos de alumnos en Beacon Hills High School, podría ser la próxima Quimera. Es decir que estábamos buscando una aguja en un pajar.

—Alguien que esté actuando raro. —respondió Scott, recargando todo su peso en su mano derecha, la cual estaba sobre la baranda de metal que nos separaba de la caída hacia el exterior de la planta baja del edificio.

—Pero, ¿no todos en la preparatoria son raros?

Ahí estaba de nuevo, la voz de Theo Raeken.

Mis ojos ahora no podían dejar de observarlo y no, no lo estaba mirando para poder admirar los músculos que intentaban explotar la camisa que llevaba puesta. Ojalá lo estuviera observando porque estaba jodidamente bueno, sin embargo, debía estar pendiente de Theo pues ninguno de los Stilinksi juniors confiaba en él.

Si tan solo ese corte de cabello, esos ojos de perro mojado y su sonrisa aperlada fueran confiables, no tendría que estar perdiendo el tiempo con alguien como él. Aunque también me llamaba la atención el molestarlo un poco.

—Sí, buen punto. —la voz de Scott me despertó de mi ensoñación, mas bien pesadilla.

Los tres bajamos las escaleras del lugar, dispuestos a ingresar a las instalaciones del lugar.

—¿Recuerdas que Tracy empezó la matanza después de leer eso? —trató de hacer entrar en razón a Scott quien lo miró dubitativo.

—¿Crees que es una mala idea?

—Que Malia casi haya sido atropellada por un auto pudo haber sido malo. —reflexionó el chico, ya recorriendo el campus del lugar. 

El hecho de que mencionara a la novia de mi hermano me hizo levantar sospechas, ¿qué tendría Malia con Theo? Ambos estaban pasando mucho tiempo juntos, ¿acaso estarían en alguna relación? No lo sabía pero esperaba que la mujer coyote no tuviera intenciones de engañar a Stiles porque si fuera así, Malia tendría que comenzar a cuidarse la espalda. 

—Por eso no han terminado de leer el libro, ¿cierto?

—Lo haremos. 

Intentó asegurarle Scott más yo me adelanté, sintiendo como Theo se daba cuenta de que no paraba de mirarlo y provocando que cierto rubor, que hacía mucho no hacía aparición, decorara mis mejillas.

—Eventualmente... —agregué.

Nos encontrábamos pasando por los alrededores del lugar, el espacio verde de la escuela donde todos los alumnos se reunían con sus amigos para charlar antes de las clases. Habían varios grupos tanto de chicos como de chicas pero sólo uno me llamó la atención. Mientras nos dirigíamos a una de las clases de Scott por el patio del colegio, pude darme cuenta de que cuatro chicas no paraban de mirar hacia donde nos encontrábamos. No sabía a qué se debía aquello pero en cuanto Theo volteó la mirada hacia su dirección, todo se volvió claro para mí. 

Ellas lo estaban observando a él y no de una forma sutil pues éstas reían y se mordían el labio inferior como diciéndole algo al chico junto a mí con su lenguaje corporal.

La cara de asco que disfrazó mi rostro no se hizo esperar.

—Scott. —Theo lo llamó, sin haberse dado cuenta de como las chicas lo miraban. —Vine aquí esperando encontrar una manada.