✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐄𝐂𝐄𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍, teen wolf²

03. Blood of My Blood

( teen wolf | temporada cinco, capítulo trece | ❛ codominance❜ )

SEGUNDO ACTO | capítulo tres

Sangre de mi Sangre

Reí ligeramente ante el meme que tenía en mi feed de Instagram y le di like justo antes de que Stiles largara un bramido lleno de frustración. Fue ahí cuando me di cuenta de que debía dejar mi móvil de lado con tal de prestarle más atención al humano frente a mi, luchando por revivir la chatarra que tenía de coche. Colocando mi hombro derecho contra la pared de la casa de Scott, me crucé de brazos e incliné la cabeza un poco hacia el costado.

—¿Cómo vas con eso? —cuestioné entre divertida y verdaderamente curiosa. 

—Horrible, pero hago lo que puedo. —exclamó agitado, limpiándose las manos llenas de grasa y luego secándose el sudor que recorría su frente. —Tengo que llevar al Jeep conmigo, vaya a donde vaya, así que no puedo no usarlo.

—Lo sé... —medio sonreí, recordando la razón por la cual le tenía tanto aprecio al Jeep.

Por un momento solamente un pensamiento se cruzó por mi mente. Tal vez, si Stiles tuviera la oportunidad de dejar algo que lo representara como herencia o reliquia, ese objeto sería el Jeep. No obstante, reí sin poder evitarlo, para cuando Stiles dejara el mundo, el Jeep ya no serviría para absolutamente nada. Ni siquiera decoración.

A la pequeña conversación, le siguieron unos minutos de intenso silencio. No porque no tuviéramos temas de los cuales hablar, pues de hecho podría comenzar a divagar sobre la razón por la cual ni él ni mi supuesto padre me habían dicho que era adoptada. Sin embargo, había dejado aquel tema delicado para otra ocasión, una en la cual tanto Noah como Stiles pudieran prestarme atención.

Volví a centrarme a mi celular, el tiempo suficiente como para sentir irritación en los ojos y luego oír pasos acercándose a Stiles y a mi. Un fuerte aroma a colonia me inundó la nariz, y por poco me deprimo al reconocerlo.

Liam.

Mi corazón comenzó a latir mucho más rápido de lo normal, cosa que me preocupó demasiado, ya que no quería transformarme en ese momento y lastimar a todos los presentes. Tratando de implementar los consejos de Theo, finalmente logré calmarme.

—Hola. —saludó él, incómodo y rascándose la nuca mientras avanzaba a nosotros dos. 

Stiles no dijo nada, y en cambio, intentó no reírse mientras dirigía su mirada de Liam hacia mí por varios segundos.

—Hey. —respondí, encontrando interés en el mosquito que rondaba a un par de metros de mi rostro.

Una de las pocas desventajas de ser mujer lobo, era aquello, poder oír cada minúsculo sonido sucediendo a kilómetros de distancia. Los mosquitos y cualquier insecto, de hecho, se habían vuelto cien veces más irritantes que antes. Aún no comprendía cómo nunca oía a Scott o a Malia refunfuñando por ellos. 

Liam se aclaró la garganta ante la tensión en el aire y se acomodó el cabello.

—Eh... —logró decir, sin saber muy bien dónde colocar sus manos. Yo, en cambio, estaba batallando contra mi instinto de mostrarle el dedo de en medio. —¿Scott está dentro? Tengo que hablar con él y es algo urgente.

Me mordí el labio inferior tragándome las palabras y dejé que Stiles le respondiera. Por unos segundos no lo hizo, se había distraído con el Jeep nuevamente, con lo cual otro silencio incómodo nos abrazó. Tuve que patearle la pantorrilla para que activara un poco sus palabras.