25. Shameless

1.4K 133 26
                                    

PRIMER ACTO | capítulo veinticinco

Sin vergüenza

Me até las zapatillas deportivas mientras observaba, perdida en mis pensamientos, como una de mis compañeras guardaba la ropa que llevaba puesta en su casillero.

Aún no podía superar lo que había pasado la noche anterior en la casa de Scott. Primero estaba Lydia quien se encontraba decidida a separar mi parte Ahereen de su parte Banshee, luego estaban Stiles y Malia que no paraban de hablar entre ellos de quien sabe qué en la cocina, después estaban mis amigas y mis problemas amorosos y por último, pero no por eso menos importante, estaba Theo y su extraño comportamiento. Es decir, una cosa era meterse en conversaciones ajenas y escuchar donde no debía pero, ¿besarme? ¿En los labios? Eso ya era pasarse de la raya como por cientos de kilómetros. 

Aún podía sentir la suavidad de los labios del hombre lobo sobre los míos, la forma en la que sostuvo mi rostro para no apartarme y como su brazo rodeó mi cintura para romper con el poco espacio que se encontraba entre nosotros. Y lo peor de todo, no podía olvidar ese estúpido estrujón en el estomago que sentí al segundo en el que Theo rosó sus labios con los míos. 

¿Cómo podía sentir aquello si mi corazón le pertenecía a Liam?

—¡Maya, por Dios! ¿Estás ahí? —oí una voz que me llamaba a la lejanía mas no pude enfocarme en la persona que me hablaba. 

¿En verdad me había gustado su contacto conmigo? ¿O aquello se debía a que me encontraba despechada con respecto a Liam?

Las cosas entre mi novio y yo estaban tensas, pero no sabía que para tanto. Theo no me gustaba y nunca lo haría, él simplemente era una persona molesta que apareció de vuelta en mi vida como si nada, no podía fiarme de él. No podía sentir nada por él, eso era imposible.

Un ardor extremo apareció en mi mejilla derecha, y de repente, me vi a mí misma mirando hacia un costado y quejándome por el dolor.

—¿Qué carajo, Ariana? —me limité a decir, pues mi amiga me había dado una bofetada que nunca olvidaría. No por lo fuerte que había sido sino por el por qué lo había hecho, me había golpeado porque no paraba de maquinar en mi mente. 

No paraba de pensar en Theo Raeken.

—Lo siento, tuve que hacerlo. No me estabas escuchando y parecías perdida en el Purgatorio. En serio me asustaste. —se excusó, sentándose en la punta del banquillo frente al mío y observándome fijamente. —¿Te encuentras bien? ¿Pasó algo anoche de lo que no nos hayas mencionado?

Sí, Theo me besó. Y lo disfruté como una idiota.

—No, nada. Sólo meditaba, ya sabes lo mal que me va en Educación Física.

Aquella excusa no pareció satisfacerla del todo pero no me dijo nada, simplemente se limitó a hacerse una coleta alta y a ponerme de pie para que yo pueda caminar fuera. Donde Liam me esperaba con una sonrisa en su rostro. 

No supe como responderle a ese saludo, ¿debería besarlo? ¿Abrazarlo? ¿O tal vez simplemente debería caminar hacia la fila para lanzar la pelota del fútbol hacia el arco? Tenía muchísimas opciones y muy poco tiempo para reaccionar, ¿que debería hacer? Liam me observó con anhelo e intenté sonreír al verlo parado en medio del campo de deportes, pero solamente salió una mueca triste. Agradecí que no se diera cuenta de que por dentro me estaba matando el no saber que tenía él con Hayden.

Él me abrazó sonriente con su brazo derecho mientras que con el izquierdo sostenía su stick de Lacrosse. Sentí como su mano acariciaba mi brazo y me compartía calor, desanimada, apoyé mi cabeza en su hombro y el besó mi coronilla. Se sintió tan bien que por un momento me repliqué el hecho de haber disfrutado el beso con el hombre lobo la noche anterior. 

¿En verdad había pasado? ¿O tan sólo había sido una pesadilla?

—No sé que te trae tan triste, amor, pero espero que un poco de ejercicio te haga bien. —me dijo Liam acariciando nuevamente mi brazo y sonriéndole a la nada. 

—Yo sí... —escuché a Ariana susurrar. 

Caminó fuera del campo con rapidez y se dirigió a las gradas para sentarse con Brett, Mason y Cher, quienes compartían una conversación acalorada.

Mi otra mejor amiga había decidido no asistir a sus clase de Matemática debido a que tendría que compartir salón con Stiles o Malia y eso a Cher no le llamaba mucho la atención, por lo menos no ahora, pues todavía no se sentía a gusto con la manada.  Por otro lado, mi pelirroja amiga había tomado su decisión de no hacer Educación Física desde el momento en el que abandonó la Academia. Siempre había sido "alérgica" al ejercicio y el haberse mudado a Beacon Hills era el pretexto perfecto para dejar el estricto entrenamiento que ofrecían en Hunter a las jóvenes Banshees y Ahereens. 

Los minutos pasaron rápido, y con ellos se llevaron pedazos de mis uñas. ¿Cómo era posible aquello? ¿En serio Liam estaba teniendo una pelea fría con Hayden frente a mí?

No sabía a qué se debía aquello, si en verdad se repudiaban el uno del otro o si había algo más detrás de aquel odio que ambos se profesaban mutuamente en esa tarde. Sin embargo, de algo estaba completamente segura, no me gustaba para nada. Me dolía el estómago con fuerza porque Liam había atrasado la fila detrás de él para lanzar la pelota hacia el arco y porque Hayden había hecho lo mismo. Me dolía porque no podía hacer nada más que observar como se repartían miradas, porque Liam parecía no estar haciéndome caso y porque todas las personas a mi alrededor susurraban palabras inentendibles para mí. Pero sin duda yo era su tema principal de conversación.

Apreté mis dientes con fuerza, aguantando la rabia, mientras me cruzaba de brazos y observaba la escena que tanto Hayden como Liam protagonizaban. 

Aún no podía creer lo que mis ojos veían.

A lo lejos, miré como Ariana y Cher charlaban con Mason y Brett, y luego como los cuatro lanzaban sus miradas hacia el campo. Me avergoncé como nunca. Ariana me observó apenada mientras Cher apretaba sus manos con rabia. 

Volví mi vista a mi novio, con el cual tendría una seria charla después de clases, si es que mis nervios y vergüenza me dejaban, y lo vi lanzar la pelota hacia el portero con su fuerza de hombre lobo. Fue ahí cuando me di cuenta de que algo no andaba bien, algo había entre Hayden y Liam. Quise gritar en medio del entrenamiento de la impotencia que sentía, ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Enfrentarlo en medio de toda esa gente? ¿Qué tal si todo lo que pensaba era producto de mi imaginación y paranoia? Tal vez había pensado demasiado en lo que mis amigas me decían y la confianza que tenía con Liam se desmoronaba debido a eso, tal vez solo era una estúpida pelea entre ellos que jamás terminaría. No lo sabía, por eso reaccioné de la peor forma posible.

Me marché de ahí sin siquiera haber tratado de encontrar respuestas, sintiendo como mis amigas me pisaban los talones y como mi corazón se partía en mil pedazos ante la ignorancia consentida. 

✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐄𝐂𝐄𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍, teen wolf²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora