CORINNE
Saqué a Venus de su cuna para darle su baño del día, esa pequeña bebé gorda no odiaba más en la vida que bañarse y siempre hacía de todo para evitar que yo la bañara, en esta ocasión era fingir dormir, pero yo ya había notado que estaba fingiendo porque solo dejaba de verla y abría sus ojitos oscuros y sonreía con malicia.
La desnudé y le quité su pañal, después caminé con ella al baño donde llené la tina menos de la mitad con agua tibia y puse unos juguetes de goma para que Venus se entretuviera un rato.
-¿Quién quiere una ducha? -le dije con alegría mientras Venus gruñía en mis brazos y se agitaba protestando.
-¡No, no, no! -gritaba molesta.
-Venus desde ayer no te baño, deja de ser tan cochina -La regañé.
-¡Nooo! -Seguía quejándose como si la fuesen a matar, la tomé fuerte en mis brazos puesto que con sus patitas pateaba mi pecho para bajarse de mí y me lastimaba las tetas, gruñí irritada puesto que si Chad estuviera en mi lugar Venus no dudaría en aceptar bañarse, Chad tenía ese algo que lograba tener a la pulguita en sus manos, Venus obedecía más a Chad que a mí.
-Si dejas de llorar te prometo que te daré una paleta -le propuse cargándola con un brazo mientras que con el otro agregaba jabón de sandía en la tina.
Aparentemente decirle aquellas palabras funcionó porque dejó de quejarse y aproveché para meterla a la tina, le pasé unos juguetes y comencé a enjuagarle su pequeño cuerpecito gordo y pálido que ya estaba llenándose de espuma, comenzó a golpear el agua con sus manitas salpicándome la ropa y tuve que hacer el esfuerzo de bañarla, ignorando el jabón salpicado en mi cara.
-¡Mamita! ¡Jaón! -gritó alegre señalando el botecito de jabón de uva en el estante.
-¿Lo quieres? -alcé una ceja.
-¡Shi! ¡Ua! -hizo un puchero inocente, pero presentí que se traía algo en manos.
Me alejé de ella por un momento para ir por su jabón y cuando volví mi mirada, la condenada estaba saliéndose de la tina y cuando corrí hacia ella para atraparla antes que se escapara, se bajó de golpe de la tina y en vez de llorar porque sus manitas se impactaron contra el azulejo, se echó a correr desnuda hacia la puerta del baño.
-¡Venus! -le grité y tomé la toalla para cubrir su pequeño cuerpo lleno de jabón-. ¡Ven para acá, condenada chamaca!
-¡Ñooo! -gritó y se echó a correr fuera del baño como si fuera más fuerte que yo, pero apenas y podía mantenerse en pie.
¡Esa bebé sí que sabía cómo salirse con la suya!
-¡Venus Parker Patterson ven ahora mismo acá! -le grité intentando sonar enojada, pero hasta yo me hubiera reído de mí. Escuché que dejaba salir un risita tierna y se acercaba a las escaleras para bajarlas, pero antes de detenerla y agarrarla, Chad se había hecho presente frente a las dos, deteniendo el teatro.
Ambas nos quedamos con cara de impresión al ver a Chad frente a nosotras.
-¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué tantos gritos? -me miró primero a mí y después siguió con mi mirada lo que yo veía y se exaltó al ver a su primogénita desnuda y llena de jabón-. ¡Venus! -le gritó y ésta en vez de tenerle miedo por eltono furioso de su voz, corrió hacia él aún toda llena de jabón.
-¡Papito! -le gritó y abrazó con sus manitas las piernas de su padre.
-¡¿Corinne que hace la niña desnuda en pleno corredor de la casa?! -me regañó y cogió a Venus en sus brazos mientras caminaba hacia mí para quitarme la toalla y cubrirla con ésta.
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Caricias en Llamas 3 (+18)
Ficção AdolescenteLIBRO 3. TRILOGÍA CARICIAS. ¿Qué pasa cuando te enteras que tu mejor amiga fingió su muerte con el propósito de querer asesinarte usando la identidad de alguien que jamás imaginaste? ¿Qué pasa cuando descubres que tu propio hermano terminó uniéndo...