Cap. 18

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Archer me agarro del brazo con fuerza y me arrastro a un lugar más apartado, sin tantos oídos atentos a nuestras palabras. Sentí el enojo de mi hermano a través de su apretón, él jamás ocuparía su fuerza contra una mujer, era leñador por lo cual su fuerza era extraordinaria, incluso se decía que era el hombre más fuerte del pueblo y en este momento podía sentir el porqué. Mañana iba tener sus dedos marcados.

Se adentro en el granero y me arrojo hacia una pared. Sus ojos mostraban un remolino de sentimientos hacia mi persona, me hacía sentir pequeña y me dolía que mi hermano me hiciera sentir así. Cuando mi madre me regañaba por ser como ella no quería o me metía en problemas siempre acudía a Archer, era mi refugio en la tempestad. Ahora él era quien traía la tempestad a mí.

-Explícame todo esto, ¡Ahora! -exigió

-Fue hace cinco años, cuando me ataco el lobo-comencé desde el inicio. -Dije que fue un lobo normal, pero en realidad fue un hombre lobo.

- ¿Mentiste?

-Por supuesto que lo hice, si hubiera dicho la verdad ahora estaría dos metros bajo tierra-le respondí como si fuera lo más obvio del mundo. -Después de eso comencé a tener episodios de ansiedad hacia el bosque, sobre todo en luna llena, solo quería estar ahí como si me llamara. Me costó, pero logre dominar aquello y seguir mi vida normal.

- ¿Cuándo cambio todo eso?

-En la fiesta de primavera-respondí en un suspiro, -un lobo común se llevó mi capa y lo seguí para recuperarla, este lobo me guio hacia el hombre lobo que me había atacado, deseaba algo de mí.

Archer me miraba impaciente.

-Quería que lo fuera a ver, convivir con alguien normal y yo era la persona idónea para ello, no quise al principio hasta que me amenazó con masacrar el pueblo. Me ato de manos completamente -suspire. -comencé yendo al bosque cuando podía y pasar tiempo con él, me enseñaba como relacionarme con la naturaleza y también comencé a conocerlo. Me conto su historia y su visión de las personas normales, porque hacia lo que hacía y lo fui comprendiendo de alguna manera hasta... que me vi atrapada por este sentimiento.

Si Archer se enteraba que Alec me había forzado el mismo iba al bosque y le daba caza.

- ¿Por qué a ti? Hay muchas personas que le podía servir.

-Porque él me eligió pareja en el momento que me vi hace cinco años.

- ¿Cómo sabes eso? -estaba impactado.

-En nuestro primer encuentro marco mi espalda con sus garras, es parte de su ritual de casamiento-explique.

- ¿Ritual de casamiento? ¿Estas emparejada con él? -Asentí. - ¿! ESTAS LOCA¡?

- ¡No es como si me hubiera levantado una mañana y se me hubiera ocurrido mandar a la mierda toda mi vida! -le grite devuelta. -Es algo que paso y listo.

Suspiro.

- ¿Hay manera de disolver esto?

-No, los lobos solo toman una pareja en su vida, ya que esa persona es la única que su alma va a elegir hasta su muerte. -la cara de mi hermano me señalo que no entendía a lo que me refería. -La pareja de un lobo debe ser la otra mitad de su alma, su destinada. Solo la destinada de un lobo se puede convertir en una loba, lo que significa que solo tienen una pareja en su vida.

- ¿Cómo sabes que eres su destinada? -pregunto enarcando una ceja.

-Porque no morí cuando tuve intimidad con él-por suerte la mandíbula de mi hermano estaba pegada al cráneo.

-Te apareaste con un lobo-dijo conmocionado.

- ¡Por Dios, Archer! -exclame al captar a lo que se refería. -Es un hombre lobo, por ende, solo es lobo cuando hay luna llena normalmente es un joven común y corriente.

Archer se me quedo mirando fijamente en completo silencio, no sabía qué hacer.

Tal vez confiar en mi hermano había sido un error, tal vez me iba a traicionar e informar de todo al consejo y eso significaba que era mi fin. Debía confiar que en el amor que tenía Archer hacia mí era más grande que su lealtad hacia el pueblo, lealtad hacia el puesto en el consejo que iba a tomar cuando Padre falleciera. Era una decisión difícil y me dolía el alma ponerlo en una situación similar a la que me encontraba, pero necesitaba a mi hermano ahora más que nunca, siempre me ayudo en todo y hacía que viera todo con nuevos ojos, por lo cual tenerlo de mi parte en esto lo único que este momento deseaba. Era sumamente egoísta hacerlo poner en una balanza su amor para mí y su lealtad al lugar que lo vio nacer al igual que nuestros antepasados, pero estaba desesperada.

Suspiro pesadamente soltando mil cosas que tenía en la mente, por un segundo me pareció más viejo, era como ver el rostro reflexivo de Papá.

- ¿Qué tienes pensado hacer con todo esto? -pregunto en tono neutro.

-Definitivamente no me puedo casar con Joseph, así que lo más probable que me fugué o algo así, pero nada me va a separar de mi manada-respondí con voz firme en mis convicciones.

- ¿Eres consiente en lo que significa? -sus ojos estaban fijos en los míos. -No volverás a casa con nosotros, nunca más vas a volver a pisar este pueblo, tú amas este pueblo.

-Lo sé-se me hizo un nudo en la garganta, -los amo con todo mi ser, amo a este pueblo como no tienes idea y por eso mismo lo tengo que hacer, Archer. No puedo vivir con mi corazón partido en mi pueblo y en el hombre que amo, eso no es justo para nadie y solo va a traer males, eso es lo último que deseo en el mundo.

Mi hermano secó una lagrima solitaria que corría por mi mejilla.

-Eres mi hermana, sé que eres más sabia que muchas chicas de tu edad, por eso sé que harás lo mejor para todos y te apoyare en todo, aunque me duela no volver a verte vas a tener mi apoyo incondicional.

Era todo lo que necesitaba escuchar en este mundo.

Lo abrace con toda mi fuerza, tener el apoyo de mi hermano mayor era lo mejor que podía obtener en mi vida.

Solo esperaba no decepcionarlo. 

Mi loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora