Cap. 21

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Alec le informo enseguida de nuestros planes a Nael y a Nara, el primero se mostraba muy aliviado de abandonar aquel bosque y que se llevaría a su hermano pequeño con él, además de como alfa, se alegraba de que su manada no se iba a fragmentar en el momento que se decidiera irse de ahí. Quien no se mostro muy entusiasta con la noticia fue Nara quien simplemente sonreía poniendo atención a cada palabra que escuchaba decir a los lobos, mientras sus ojos esmeraldas me examinaban de una manera sospechosa.

- ¿Por qué ahora? -soltó cuando estábamos vigilando a Garrick jugar con unos oseznos mientras nuestros lobos se habían ido a vigilar las planicies de pastoreo de los ciervos y otros animales.

-Encuentro que es el momento ideal, mas con mi boda tan próxima-conteste firme, pero podía ver que sus ojos esmeraldas me estaban taladrando.

-Eres una chica muy inteligente hubieras visto la manera de detener esa boda sin huir de tu hogar, así que mi pregunta sigue siendo la misma ¿Por qué ahora?

Me rendí. Ella era la pareja del alfa, veía al igual que Nael cosas que en nosotros no veíamos.

-Hace tiempo estoy pensando que ya no tengo lugar en mi pueblo, que ya no debería estar ahí-dije soltando un profundo suspiro, -aun así quiero estar en ese lugar que me vio nacer por todo el tiempo que se fuera posible, pero con lo que paso no estoy tranquila.

-Alec te lo prometió.

-Lo sé, pero ahí algo dentro mío que no puede estar tranquila-confesé mirando sus ojos esmeraldas. -Conozco el amor que Alec tiene por el bosque y el odio que siente por las personas que lo dañan. Me mostro ese odio.

- ¿A qué te refieres?

-Una vez le grite que era un monstruo por matar a las personas de mi pueblo y me mostro que era un monstruo, me violo-abrace mis piernas. -Fue algo muy cruel que me destrozó no solo física sino también mental y no solo a mi sino a él con el tiempo entendí porque lo había hecho a pesar de que no solo me dañaba a mi sino también así mismo.

Un leve escalofrió recorrió mi espalda ante aquel recuerdo. Amaba a Alec, pero ese recuerdo era algo que siempre iba a marcar nuestra relación.

-Lo hizo para deshumanizarme como nosotros lo hacíamos con él, porque no hay nada mas cruel para una mujer que una violación, de la misma manera que para el hombre no hay nada mas cruel que olviden que posee alma. Me mostro su dolor a través de lo que me hizo y con eso me mostro que cada acción que hacia contra los humanos le dolían en su alma, pero tenía que hacerlo para proteger al lugar que consideraba su hogar-me seque una lagrima que corría tímidamente por mi mejilla. Dirigí mi mirada a Nara. -Por eso se que él no olvidara jamás la negligencia de mi pueblo por mucho que me ame y por eso me lo debo llevar antes que suceda algo que nos dañe aún más.

-Entiendo-su tono era suave y cálido como de una madre mientras acariciaba mi cabello. -Conozco a Alec muy bien y sé que tienes razón en lo que dices, de la misma manera que me duele que tengan esa herida tan grande en el alma por ello te voy a ayudar para que nos vayamos sin contratiempos de este lugar sin que corra sangre.

Abrace a Nara como nunca había abrazado a mi propia madre, ella solo acariciaba mi cabello transmitiéndome toda la paz que en mi ser necesitaba en ese momento.

Al llegar a casa fue todo totalmente normal, aunque cierta parte de mi sabia que iba a extrañar esa normalidad cuando me fuera de acá, de la casa donde crecí junto con mi hermano y padres, aunque una parte de mi estaba llorando por ello, la otra parte esta dichosa de dejar de mentir que iba a ser libre de todo esto e iba a poder ser la loba que era desde que conocí a Alec. No me esperaba una vida fácil, sabia perfectamente que por estar con un Lobo iba a estar en constante huida y sobre todo en peligro, pero no importaba sabia que lo iba a afrontar junto con mi manada como lo iba haciendo Nara por más de diez años, los mas felices años de su vida. Tenía previsto que de la misma manera iba ser para mí.

- ¿Hablaste con él? -interrumpió en mi habitación Archer en la noche con una manzana en la mano.

-Si lo hice-conteste sentándome en la cama. -Nos vamos a ir en la próxima Luna llena.

Sus ojos azules se llenaron de tristeza.

- ¿Estas segura? -se sentó conmigo.

-Completamente-asentí con tristeza acariciando la mejilla de mi hermano, -es lo mejor para todos aquí.

-Para mi no, te voy a extrañar demasiado-una triste sonrisa cruzo su rostro. Se parecía tanto a padre.

-Y yo a ti, hermano, pero es lo que tengo que hacer para que no ocurran más desgracias a este lugar que aun amo en mi interior y para que Alec no haga algo que lo va a lastimar mas de lo que ya está.

-Confió en ti, hermanita, sé que cada cosa que decides y haces es para el bien mayor. Creo que yo saque el físico de padre y tú su inteligencia-ambos nos reímos de ello.

Beso mi frente levantándose de la cama.

-Archer-llame antes que de cruzar la puerta, se volteó. - ¿Puedes dormir conmigo? Como cuando éramos niños.

-Claro que sí, hermanita.

Se volvió a sentar en la cama poniéndonos hablar de mil cosas, de sueños y recuerdos de nuestra infancia juntos. Cuando la noche estaba más que avanzada y las estrellas no podían brillar más en el firmamento me quedé dormida acurrucada en el pecho de mi hermano, me volví a sentir una niña pequeña luego de una horrible pesadilla. Me sentía en el lugar mas seguro del mundo entero.

Mi loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora