Cap. 20

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Una hora antes del amanecer me escabullí a mi casa antes que alguien se diera cuenta de mi larga ausencia, sabia que Archer me iba a cubrir si me demoraba mas de lo pensado aun así no deseaba comprometerlo mucho en este asunto. Me acosté en mi cama para dormir aunque sea unas pocas horas.

Al abrir los ojos los rayos me dieron directo en ellos haciéndome esconder la cabeza debajo de la almohada con la intención de seguir durmiendo, pero los gritos de mi madre para ir a desayunar impidieron mi propósito. Me vestí con lo primero que encontré y arreglé mi cabello como puse, el sueño estaba impregnado en cada poro de mi ser. Al llegar a la mesa me encontré con toda mi familia esperándome para comer.

-Hace mas de media hora tendrías que haber estado en pie, Vittoria-me riño mi madre, -una buena dueña de casa no debe levantarse después de su marido-simplemente tome asiento poniendo los ojos en blanco.

-Perdón, Madre, tuve un mal dormir-me excusé sirviéndome una taza de café.

-Se nota, Vit-dijo mi padre en tono preocupado. -Deberías seguir durmiendo, come algo y te vas a dormir.

Mi madre iba a replicar, pero con la mirada que le lanzó mi padre hizo que tragara cualquier palabra hacia mí. El desayuno fue tranquilo y cotidiano, Archer y padre hablaban sobre temas del trabajo mientras mi madre ponía atención por si podía aportar algo o hacer un comentario sobre un tema, normalmente yo participaba en la conversación, pero mi mente estaba semi dormida.

Unos fuertes golpes de la puerta se escucharon tomándonos por sorpresa. Mi padre se dirigió a la puerta donde encontró a Kiev con su hijo y con el padre de West, quien hace poco había tomado un asiento en la mesa del consejo.

-Buenos días-saludo padre, - ¿Qué sucede? -su tono apenas rozaba en la cortesía.

-Los animales que cace no se encuentran donde lo dejamos-respondió el hijo de Kiev.

- ¿Qué tiene que ver eso con mi familia?

-Ayer vi a Vittoria mirando muy interesada en ellos-contesto Kiev mirándome fijamente.

-Así como todo el mundo-replique con el ceño fruncido, -además según ustedes que iba hacer con ellos.

-Sin contar que mi hermana estuvo toda la noche en su cama y que desde luego ella no podría cargar sola con ellos-me respaldo mi hermano.

Los tres hombres se miraron contrariados entre ellos.

-Bueno, señores, ya escucharon a mis hijos así que si no es mucha molestia nos podrían dejar terminar nuestro desayuno en paz.

Los tres asintieron y se retiraron sin despedirse, mientras se iban Kiev me lanzó una mirada con una clara advertencia. Tendría que pensar cada paso que daba en ahora hacia delante.

- ¿Quién habrá robado esos animales? -pregunto madre cuando todas nos volvimos a sentar.

-Ni idea, pero me alegra que lo hayan hecho-dijo padre dando por cerrado el tema.

Termine de desayunar y me fui a dormir aunque sea unas pocas horas, aun así la situación con Kiev me tenía un poco tensa la idea que él descubriera mi secreto, lo cual sería mi perdición definitiva.

-Hija, anda a buscar agua al pozo-ordeno madre al verme aparecer después de dos horas de sueño.

-Claro.

Tome mi capa y el balde de madera para el agua. Aun no era medio día, pero el sol proporcionaba un agradable calor era lo que amaba de la primavera.

- ¡Vittoria! -escuche al llegar al pozo. Era Archer.

-Hermano, ¿pasa algo? -pregunte al ver su semblante mas serio de lo normal.

-No pudimos hablar sobre la visita de Kiev-dijo con vox baja mientras hacía descender el balde. -Fuiste tú, ¿no?

-Claro que fui yo-susurré, -no iba a dejar que mostraran esos cadáveres como si fueran un trofeo siendo que eran una monstruosidad.

-Supongo que tu lobo te ayudo-asentí.

-Lo hice también por él, estaba muy triste y furioso.

- ¿Qué va a hacer?

-Como dije esta furioso, lo cual es totalmente entendible, quiere la sangre del hijo de Kiev y por mi eso esta mas que genial-respondí subiendo el balde, -se lo merece el muy hijo de perra, aunque...

-Aunque ¿Qué?

-No le gusto nada que el pueblo no hiciera nada-le conteste agarrando el balde.

-No pude atacar al pueblo por culpa de la estupidez de ese idiota-me sujeto del brazo con fuerza.

-Le hice prometer que no lo hiciera-me solté mirándole a los ojos.

- ¿Le crees?

Me quede en silencio unos segundos.

-Quiero creer que va a cumplir la promesa-admití desviando la mirada de sus ojos.

-Por el bien de todos esperemos que sí, Vit.

Me encamine a mi casa alejándome de mi hermano y cada palabra que planto en mi cabeza, debía creer en Alec porque o sino aquello me iba a destrozar.

El bosque se veía con mas vida ahora que estábamos a mitad de estación, pero no lograba apreciar a toda magnitud su belleza porque a pesar de todo lo que me decía a mi misma no lograba sacar de mi cabeza todo lo que estaba sucediendo y todas las consecuencias que podría acarrear.

- ¿Qué pasa, Vit? -la voz de Alec me trajo devuelta.

-Nada, solo estaba pensando en todo lo que estaba pasando-conteste sonriéndole levemente, -Kiev anda como halcón encima mío por lo que paso con los cervatillos, sin contar que se acerca mi condenada boda.

- ¿Cuándo es? -Alec estaba tenso, no le gusta para nada el tema.

-La semana siguiente después de la próxima Luna llena-conteste automática. -Aun no se como sacarme eso de encima sin que mi madre me mate en el acto y no dañar personas en el proceso.

-Te entiendo-me acaricio la mejilla, -encontraras la solución para todo, estoy seguro de eso.

Beso mi frente, aspire su aroma haciendo que cada parte de mi cuerpo se relajara.

-Deberíamos irnos-solté de repente.

- ¿¡Qué cosa!?

-Vámonos de acá antes de mi boda-con cada segundo que pasaba la idea me agradaba más. -Irnos va a provocar mucho malestar a mi familia y a Joseph, pero lo van a superar a diferencia que si la boda no se realizara y seguiría viviendo en el pueblo.

-Es buena la idea-dijo aun con ciertas dudas.

-Lo es, además de todos modos nos íbamos a terminar yendo de aquí en el futuro-lo agarre de las manos, -que ese futuro sea más próximo.

- ¿Estas totalmente segura? -asentí con entusiasmo. -Está bien, lo haremos en la próxima Luna llena.

Nos abrazamos con fuerza. Alec estaba feliz y yo aun mas porque mate a dos pájaros de un tiro.

Mi loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora