Cap. 33

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El sonido de metal contra metal me despertó de golpe, me incorpore en la cama encontrándome con la señora Reign abriendo la muerta de la celda. Fruncí el ceño, aun no amanecía.

-Vamos, niña-murmuró agarrándome de la mano jalándome hacia el exterior.

- ¿Qué está pasando? - pregunte preocupada. No entendía que estaba pasando en ese momento.

-Mi esposo ya dio su sentencia-aclaro guiándonos a la puerta trasera. Aquello no me aclaro para nada la situación.

-Aun no es día, no me pueden ejecutar antes del amanecer-dije jalando de su agarre, pero la señora para tener un poco más de sesenta tenía bastante fuerza.

-Cállate y sígueme-su mirada severa me dejo con las palabras en la boca.

Caminamos bajo el resguardo de la noche, donde la luna iluminaba sin estar completamente llena. Mi confusión aumento cuando divise los primeros pinos de la entrada del bosque. ¿Qué carajos estaba pasando?

- ¿Qué demonios? -solté al ver a mi padre junto a mi hermano y West.

-Tranquila, fierecilla-dijo mi hermano abrazándome con fuerza.

-Hija-dijo mi padre haciendo a un lado a Archer para estrecharme entre sus brazos. -Sam ya dio tu veredicto.

-Eso ya me lo dijo Tania, lo que no entiendo que hago acá-dije mostrando mi claro desconcierto por todo esto.

-Mi esposo te sentencio a exilio-declaró Tania Reign.

-Pero esa no es la condena que se le da a una marcada-dije confundida.

-Lo sabemos, pero Sam decidió que esta sentencia es lo mejor para ti-explico mirándome con afecto.

-Esa sentencia será solo hasta que Samuel se jubile o muera, lo que suceda primero-dijo mi padre mirándome con seriedad, hablar de eso no le agradaba.

-Cuando eso suceda, Brandon va a tomar su lugar y en ese momento vas a poder volver, niña roja-finalizo Tania.

- ¿Esto lo sabe el Gran Anciano? -pregunte sorprendida por toda esa información.

- ¿De quién crees que fue la idea? -bufo mi padre.

- ¿Entonces nos podremos volver a ver? -pregunte ilusionada.

-Si, mi pequeña-dijo mi padre acariciando mi mejilla. -No me iré de este mundo sin volver a verte, eso te lo prometo.

Se me llenaron los ojos de lágrimas. Abrace con toda mi fuerza a mi padre enterrando mi rostro en su pecho inundándome de su característico olor a leña mesclado con lavanda. Me tomo del rostro haciéndome que lo mirara a sus celestes ojos, los cuales estaban aguados por lagrimas que sabia que él no iba a derramar.

-Siempre serás mi pequeña victoria, la más grande de todos mis logros en esta vida-me susurro uniendo su frente con la mía, -toda mi vida voy a estar orgulloso de ti pase lo que pase.

-Te amo tanto, papá.

-Y yo a ti, pequeña-beso mi frente. -Ahora tu madre, si tu madre, te preparo un bolso con todo lo que vas a necesitar. Agua, pan, fruta, mantas y yo guarde la daga de tu abuelo. ¿Cuánto te vas a demorar a llegar donde el lobo?

-Unas dos semanas o más, pero tranquilo sé cómo conseguir todo lo necesario para sobrevivir-dije tomando el bolso que me estaba extendiendo, estaba bastante pesado, pero nada que no pudiera manejar.

-Solo quiero que estés a salvo.

-Lo estaré, no te preocupes, cuando llegue con ellos encontrare el modo de informarte que estoy a salvo.

Asintió algo mas tranquilo, pero hasta que no estuviera 100% seguro de eso no iba a estar tranquilo. Dirigí mi mirada a West, mi pequeña amiga.

-Solo prométeme que te volveré a ver-dijo aguantándose las lágrimas.

-Claro que sí, eres mi mejor amiga casi la hermana que no tuve, siempre voy a tener un ojo en ti-dije abrazándole. No quería dejarla.

-Estaré bien, no te preocupes por mí, Vit-dijo enterrando su rostro en mi cabello. -Acá te estaré esperando para pasear y hablar de mil cosas como siempre lo hemos hecho.

-Claro que lo volveremos a hacer-le asegure sin titubeo.

-Perdonen, señoritas, pero hay que movernos antes de que salga el sol-dijo mi hermano sonriéndonos.

Abrace nuevamente a mi padre y le bese la frente a West, mi hermanita, y por último le agradecí a la señora Reign por todo y que le alcanzara mis agradecimientos a su esposo. Archer paso su brazo por sobre mis hombros y comenzamos a internarnos en el bosque. Decidí no mirar hacia atrás porque mi corazón se iba romper aún más si lo hacía.

Íbamos recordando mil cosas de nuestra infancia, de nuestros cumpleaños, de nuestras travesuras. Hablamos de todo eso como si hubiera sido ayer, pero ya eran recuerdos de años, aun así eso no le quitaba lo importante de cada uno de ellos.

-Creo que hasta acá llego-dijo mi hermano cuando estábamos bastante cerca del corazón del bosque. -Solo te voy a pedir que tengas mucho cuidado, ¿sí?

-No te preocupes, llegare entera-le sonreí.

-Cuando puedas volver yo te iré a buscar, ¿entendido? -asentí-¿Dónde crees que podrías estar?

-No tengo ni idea, pero si es invierno es muy probable que estemos en los bosques del pueblo de Caperucita.

-Bien, entonces ahí te iré a buscar-dijo abrazándome. -te extrañare demasiado, nada será lo mismo sin ti.

-Yo también te extrañare demasiado, hermano-dije apretándole con fuerza. -Gracias por todo, no sé qué sería de mi sin ti.

-Soy tu hermano y siempre estaré velando por tu bien aunque sea a la distancia, ¿entendido? -moví la cabeza.

-Te quiero pedir que cuides de West, ¿sí? -le dije deshaciendo el abrazo. -Su padre es una mierda, no dejes que le haga daño.

-No te preocupes, de mi cuenta corre que ese señor no le toque ningún pelo a West-ante las palabras de mi hermano me sentí mucho mas tranquila sobre el bienestar de mi amiga. -Te queda un largo camino, ¿estas completamente segura?

-Sí, hermano-respondí segura. -Una vez Garrick me dijo que si la vida quería que él fuera un lobo debía ser por algo y hago mía sus palabras, si la vida quiere que yo haga esto debe ser por algo.

-Esta bien, confió en ti-beso mi frente. -Mierda, se me olvidaba-dijo rebuscando entre su ropa encontrando un papel doblado. -Mamá te lo manda.

Tome el papel desdoblándolo, encontrándome la fina letra de mi madre.

"Sé que jamás he sido la madre que has necesitado y nunca logre entenderte, por eso te pido que me perdones por cada uno de mis errores, la única excusa que tengo es que pensé que era lo mejor para ti, para nuestra familia. Lo siento mucho, hija. Y aunque no lo creas, te amo, te amo muchísimo, hija. Cuídate mucho en este camino que has elegido y que llegue pronto el momento de volver a vernos, hija mía."

Una lagrima derrame al leer las palabras de mi madre.

-Dile que la perdono y que la amo mucho-susurre con un nudo en la garganta.

-Claro que se lo diré, hermanita-dijo regalándome una gran sonrisa.

Nos abrazamos por ultimo vez y él retomo rumbo hacia el pueblo, me quedé ahí hasta que lo perdí completamente de vista. Mis piernas temblaron un poco. 

Suspire.

Me voltee mirando el camino que me esperaba. Me acomode el bolso y tome rumbo.

Mi loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora