Archer me llevo a la casa, en el camino me preguntaba una que otra cosa sobre mi lobo, le respondía con cierto recelo hasta que me di cuenta de que solo preguntaba por curiosidad hacia el hombre que había hecho que el mundo de su hermanita diera un giro radical. Su curiosidad hacia mi nueva vida me parecía un tierno gesto de su parte, aun así podía percibir un halo de tristeza en el azul de sus ojos y sabia muy bien el porque de ello, mi vida en cualquier momento podía pender de un hilo y él no iba a poder hacer nada para impedirlo y aquello le daba miedo, mentiría si dijera que mi no. Era una pesadilla constante, una pesadilla muy real.
Con mi madre arreglábamos la mesa para el almuerzo, mientras mi hermano estaba en su habitación haciendo sabrá él que, cuando por la puerta cruzo mi padre algo agitado y con la camisa manchada de sangre.
- ¡Querido! -mi mamá se aproximó enseguida verificando si no estaba herido. - ¿Esta sangre?
-No es mía- respondió sacándose la camisa sentándose en la silla mas próxima. -El hijo de Kiev con tres amigos fueron a divertirse al bosque.
- ¿Están heridos?
-No, pero ojalá que lo estuvieran-el tono de voz de papá me provoco un mal presentimiento.
- ¿Qué tipo de diversión, Padre? -pregunte con un nudo en el estómago.
-Casaron unos ciervos bebes-respondió algo asqueado. -Tenían flechas por todas partes, había uno que no tenia mas de un mes de nacido.
- ¿Qué hicieron con los cuerpos?
-Kiev no quiere que nadie los toque, se están pudriendo afuera de su casa- por la postura que tenia podía percatarme que el tema le incomodaba muchísimo.
- ¿Qué va a hacer el consejo? -pregunte, no sabia para que preguntaba sabía perfectamente la respuesta.
-Nada, son idioteces de jóvenes-respondió restregándose las manos por el rostro. -Aunque muchos creen que debería haber castigo, pero nadie va a ser nada porque se trata del hijo de Kiev.
-Que pena que sea así, pero no hay nada que se le pueda hacer-dijo mi madre dando por terminado el tema.
Para mi el tema no había terminado en lo más mínimo y sabia mejor que nadie que aquello iba a traer unas consecuencias muy feas.
Al terminar de almorzar, salí de la casa con cualquier excusa debía ir al bosque lo más rápido posible. Me acomode la capa caminando con rapidez hacia donde sabia que era el lugar que debía estar, pero mis pies se detuvieron al pasar por la plaza del pueblo, la casa de Kiev era una de las mas cercanas a la sala del consejo. Camine hacia allá necesitaba ver con mis propios ojos lo que hizo el hijo de Kiev, debía verlo para poder entender el dolor de mi lobo, de mi manada. Todo mi cuerpo se tenso y mis nudillos se pusieron blancos de toda la rabia que sentí en mi interior, era horroroso lo que había ahí. Lleno de moscas y con un olor nauseabundo que solo provocaba arcadas, sin importar aquello me acerque lo más que podía, logre distinguir al bebé de ciervo aquello solo hizo que mis ojos se llenaran lagrimas de rabia, de una profunda impotencia.
- ¿Viendo el espectáculo, Garret? -mi espalda se tensó al escuchar la voz de Kiev.
-Simplemente me dio curiosidad-respondí encogiéndome de hombros volteándome hacia él. -Aunque creo que sería mejor deshacerse pronto de los cuerpos o sino el pueblo a empezar a creer que dentro de su casa hay mierda podrida-dije pasando al lado suyo. Me agarro del brazo.
-Tu capa es tan roja, es igual a la de Caperucita.
-Simple coincidencia -gruñí zafándome de su agarre.
-No me gustan las coincidencias, Vittoria, mas si te han visto tan seguido merodeando en el bosque-junté toda mi fuerza de voluntad para mantener mi compostura. -Nunca me he tragado tu historia de hace cinco años atrás.
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Mi lobo
Romance¿Que harías cuando te ves atrapada por un lobo? ¿Que harías si este no te deja escapar? ¿Que sucedería si este no le importaría a matar a todos con tal de tenerte? Aún así, ¿te enamorarías de él?