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―¿O sea que después de todo si van a trabajar juntos?

Asiento con la cabeza. ―Juntos. ―afirmo.

―Bien.

―Tampoco es cómo si vamos a estar las veinticuatro horas del día como lapas pero trabajaremos para la misma causa.

―¿Y cómo lo piensan hacer?―pregunta con interés―Esa cantidad de dinero no se consigue de un día para otro. De seguro Dimitri no es de esperar mucho.

Suspiro.―Tienes razón. Pero por el momento ganaremos el dinero en apuestas, ventas de droga, armas y cualquier otra cosa que se nos ocurra.

Kia asiente.

―Te deseo suerte amiga. Solo no te embobes de nuevo con sus músculos.

Ruedo los ojos.―No debí contarte esa parte.

Ella ríe. ―Pagaría por ver tu cara en ese momento.

―Si, si. Ajá, ajá.

Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras. Me sorprendió no ver a ninguno de mis padres por la casa haciendo de las suyas o simplemente peleando por algo. Subimos a nuestros coches y condujimos a mis terrenos. Carter iba a estar ahí y tengo que explicarle a mi gente por lo que estamos pasando.

Ibamos en coches distintos, hace mucho apremdimos que es mejor ir por separado.

No hago más que aparcar en dónde se realizaran las carreras de esta noche y se evapora todo el discurso de como explicarle a las personas lo que esta sucediendo con Carter. Pensé en no decirles nada pero si algo pasa y alguno de mis hombres se enfrenta a un hombre de Carter se puede desatar una guerra entre ambos. Una guerra en la que también participará Dimitri.

Bajo del coche y definitivamente algo no va bien. Escucho gritos y mandatos por los aires. Me apresuro a pasar la entrada y me cuelo entre la gente para llegar al centro de toda la atención.

―¿Qué sucede aquí?―digo no más llegar.

Carter y uno de sus hombres eran apuntados por los gemelos Aiden y Marcus, dos de mis hombres. En los más que confío, incluyendo a Kia.

―Thalia, mira a quién a traído el viento.―habla Marcus con una sonrisa cínica.

Miro a Aiden y Marcus antes de decir las palabras que los sorprenden a todos.

―Bajen sus armas.

Se miran entre ellos y luego a mi.

―¿Estás segura?

―Lo estoy.―ellos hacen caso y se hechan para atrás, yo aprovecho que todos están aqui y me coloco al lado de Carter―Ya que estan aquí hay algo que deberian saber. Imagino que todos saben quién es Dimitri.

Algunos de ellos balbucean y susurran con la persona de al lado.

―Silencio.―obedecen―Yo tengo una deuda con él. Carter igual. Dimitri nos dió una visita y dijo que debiamos aliarnos por un periodo de tiempo para reunir el dinero y pagar la deuda. Así que como oyeron, durante el tiempo en que la deuda siga sin pagar cualquier declaración de guerra contra sus terrenos, nos involucra a nosotros. Y vice versa. ―le envío una mirada a Carter y este asiente con la cabeza―Cuando el acuerdo termine las cosas volverán a ser como antes.

―Si Thalia.―dicen a coro.

―Bien. Vuelvan a lo suyo, hay una carrera que ver.―sonríe.

La gente a los instantes se empieza a disipar. Carter aprovecha para acercarse.

En ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora