En Problemas

21

Me adentro en mi habitación y le pongo pestillo para evitar que Carter o alguno de mis padres entre. Sacudo mis manos en el aire para liberar la tensión que había puesto en ellas por todo el camino.

―Mierda.

Incapás de seguir pensando en mi beso con Aiden me cambio de ropa y parto hacia mis terrenos. Quizá el mensaje anónimo de:"No vallas" se refiere a que no vaya esta noche a mis terrenos, pero quién sabe. Quizá se refería a mi casa, a la tienda, no tengo idea, y es por eso que no voy a dejar de hacer mis cosas.

Llego a mis terrenos y me bajo del coche, le coloco seguro por si alguien intenta robarselo aunque lo dudo, la mayoría de las personas aquí saben cuál es mi puesto.

Nick estaba intentando ligar con una chica cuando me acerco.―¿Qué hay?

La chica de cabello castaño me mira mal y luego mira a Nick buscando una respuesta.

―Te veo por ahí linda.

La chica rueda los ojos y se va moviendo sus caderas de un lado a otro.

―Si sabes que esa tipa ha estado con un cuarto de chicos de los que están aquí, ¿cierto?

Se encoje de hombros.―¿Acaso importa?

―¿Acaso importa?―repito sus palabras haciendo un vago intento de imitar su vos―Esa tipa está más abierta que un barril.

―Thalia...―me reprende―Ese no es vocabulario para una dama.

Sonrío.

―¿Dónde hay tragos?―pregunto―Pasé por el lugar de siempre pero Max no estaba.

―Se reportó enfermo.―no se de dónde ni como sabe de que estábamos hablando pero Marcus de la nada llega a dónde nosotros.―Me llamó esta tarde para que te dijera.

―¿Así que no hay tragos esta noche? Eso es inaceptable.

Marcus niega con la cabeza.―Te equivocas. Los emo siempre traen sus propias bebidas, podemos pedirles.

En realidad no sabemos sus nombres o si en realidad son emo. Marcus los llama así a un grupo de personas silenciosas y que nunca corren o participan en las apuestas. Lo único que hacen es frecuentar todas las noches, sin olvidar una, y disfrutar del espectáculo.

Siempre visten de negro pero no normal cómo nosotros, utilizan capas o ropa alargada no estoy segura. Ambos sexos se maquillan de colores oscuros y sus uñas son de un negro mate.

―Bien. Ve.―no me hacía mucha gracia hablar con ellos.

―¿Yo?―se auto señala―Esos tipos me dan miedo, sin exagerar.

Ruedo los ojos.―Eres un tremendo macho.

―Lo sé.

Miro a Nick.―¿Me acompañas?

―¿Que si acompaño a hablar con desconocidos de aspecto vampiro para pedirles bebidas? Cuanta conmigo Thalia.―siempre me ha parecido sexy mi nombre con ese acento irlandés.

Nick y yo caminamos hacia el grupo de personas, algunos están sentados en la parte trasera de una camioneta jugando algún tipo de juego de mesa. Me acerco a un chico lleno de tatuajes y carraspeo mi garganta para llamar su atención.

―¿Disculpa?

No me hace caso, el chico continúa bebiendo con su amigo y riendo por alguna estupidez que hayan dicho antes de que llegara.