En Problemas

17

―¿Qué demonios esta sucediendo?―tomo una bocanada de aire para calmarme y le pongo pestillo a la puerta―¿De veras eres tú?

Achico mis ojos pero cuando me resulta imposible opto por encender la luz e inmediatamente enfoco perfectamente a Carter.

Oh Dios mío.

De veras está aquí.

―¿Cómo es que estás aquí ―silencio ―Carter, dime algo.

Su vista confundida baja a sus manos bañadas en sangre, sus nudillos están destrozados por lo que imagino que se metió en nuna buena pelea.

―¿Cómo llegué aqui?―sigue inspeccionando sus manos―¿Porqué no estoy en el hospital psiquiátrico?

Ok.

Definitivamente es una pésima idea tenerlo aquí. Acaba de decir que no tiene ni puta idea del porqué tiene las manos llenas de sangre o como logró salir del hospital psiquiátrico.

―¿Cómo llegué aquí?―su rostro denota extrema confusión.

Aclaro mi garganta.

―Es obvio que te escapaste.

Carter me ve y de confusión pasa a culpabilidad.―Thalia...lo siento mucho por lo de aquella noche, nunca pensé que una de mis lagunas mentales me fuese a ocurrir contigo y en esa precisa noche...

Levanto mi mano haciendo que haga silencio.―Un momento...¿tú sabías lo de tu enfermedad?

―Sí.

―¿Todo el tiempo lo supiste?―Carter vuelve a asentir.

―Es algo que de un modo u otro me iba a suceder, era obligación de mis padres contarme lo que iba a pasar.―se encoje de hombros―Ya que no podian curarme lo menos que podían hacer era advertirme.

Voy hacia el baño y humedezco un paño, cuando vuelvo Carter esta sentado en la esquina de mi cama. Acerco la silla de mi escritorio hacia él y con manos temblorosas agarro una de las suyas pasando el paño por sus nudillos sacando todo rastro de sangre.

―Deberías darte una ducha.

Asiente con la cabeza.―Lo haré.

Otra ves silencio.

Cuando termino de limpiar lo más que puedo sus manos lo invito a que pase al baño y tome una ducha. Busco el bolso con ropa de Aiden que está encima de mi armario y saco algunos conjuntos que pueden quedarle bien. Aiden y Kia dejan un bolso en mi casa con ropa por si se tienen que venir de sorpresa tengan algo para cambiarse.

Todavía no puedo creer que Carter esté aquí, en mi habitación. Luego de todo lo que sucedió es extraño tenerlo aquí. Me pongo una pijama y me siento en mi cama, intenté prestar atención a algo de mi móvil pero cuando descubrí que era imposible lo lancé a un lado. Mis manos temblaban y creo que era de ansiedad, siento que en cualquier momento Carter va a salir del baño a atacarme, ¿cómo se que ahora mismo no está siendo preso de una de sus lagunas mentales?

Doy un respingo cuando la perija del cuarto de baño gira y sale Carter con la ropa que le dejé de Aiden. Hay un silencio incómodo en lo que cierra la puerta, Carter se acerca y toma asiento a mi lado.

Instintivamente, me arrastro lejos de él.

―Thalia ya te dije que lo siento, no pienso seguir rogandote.

―Entonces no lo hagas y lárgate. ―me encojo de hombros―No tengo ni idea de lo que estás haciendo aquí, mucho menos las consecuencias de esto.