En Problemas

31

―Hay que ser positivos, tengo un buen presentimiento.―le hablo a todas las personas en mi despacho.

Esta noche vamos a buscar a Aiden en un lugar nuevo, le di instrucciones a todos de que si ven a Vyron le disparen en la cabeza sin pensárselo dos veces. Una muy buena fuente me dijo que hay mucha posibilidad de que se encuentre justamente en ese lugar esta noche.

―Bien.―dice Tana―Dividenos cómo creas que sea mejor

Asiento con la cabeza.

―Tana ve con Nick.―prometo que no lo hice a propósito, Nick es lanzado y Tana precavida, juntos se mantienen vivos―Pos ven conmigo y Marcus ve con Kia y Natalia...―me lo pienso.

No tengo mucha experiencia con Natalia y por lo tanto no sé cuales son sus estrategias o la manera en que hace las cosas.

―Ve con Ariel. Estoy segura de que pueden cubrirse la espalda mutuamente.

Natalia hace una mueca y habla.―¿Estás segura de esto Thalia? Dijiste que posiblemente Vyron esté allí lo que significa que la seguridad va a estar doblada. No lo sé, creo que Aiden puede aguantar.

Aprieto mis dientes para no soltar una barbaridad y Marcus chasquea la lengua.

―Cuida tu boca, estás hablando de mi hermano.―dice en tono serio―Y respecto a lo otro, no, no puede aguantar.

―Ahora mismo y todo el tiempo atrás lo han estado torturando hasta que el suplique que lo maten.―intervengo― ¿Y sabes cuál es el problema aquí?

Niega con la cabeza.

―Él nunca se doblegaría y pediría una cosa así.―contesta el irlandés.

―Exacto.―le doy la razón señalandolo con el dedo unos segundos―Lo conozco suficiente para saber que prefiere morir lentamente torturado a morir con aires de debilidad.

No contesta nada y se toma su tiempo jugando con sus pulgares para luego hablar.

―Entiendo, es cómo tu hermano.―se encoje de hombros―Tu lealtad de sorprende, por eso te ayudaré sin peros.

Asiento agradecida.

―Si, claro. Son cómo hermanos.―dice Kia en modo sarcástico.

Ruedo los ojos.―Lo menos que quiero ahora Kia son peleas. Si no puedes mantenerte tranquila te pido que te vallas, sólo por esta noche.

Le hablo suave, para terminar de ser una dejada además de quitarle el novio también tendría que enojarme con ella y no soy así. Mi tono es suave ya que no quiero que entienda que la estoy desertando de los terrenos.

―No voy a irme.―contesta―Tanto como tú y todos aquí lo quiero de vuelta, aunque sea para estar con otra.

Eso es lealtad real, no la mía.

Aparte de que tronó con ella por otra chica está dispuesta a arriesgarse para buscarlo.

―Gracias.―murmuro.

Al parecer eso la sorprende ya que abre los ojos.―¿Qué?

Me aclaro la garganta.

―Dije que gracias.―los miro a todos―A ustedes también claro. No puedo obligarlos a hacer esto y agradezco que decidan ayudarme.

Tana hace un ademán con la mano.―Tranquila, además él me salvó cuando el irlandés no pudo.

―Lo intenté.―rueda los ojos sacándole una sonrisa.