En Problemas

38

¡LO LAMENTO!

Lo siento mucho, se que he tardado un poco bastante en actualizar pero tengo razones justificables, creo.

Esta semana ha sido mi cumpleaños y he salido de viaje, tienen que entender que no me he sentido inspirada a escribir teniendo playa y piscina accesibles.

Pero se los justificaré.

Lo prometo.

Otra cosa que quiero decirles es que el final se acerca, quedan menos de dies capítulos contando el epílogo.

¿Hay segunda parte? Si, si la hay. Se llama "Tu" y estoy segura que al acabar esta querrán correr hacia aquella.

Sin más que decir los dejo para que lean.

¡Besos!

_________________________________________

―Creo...―digo mirando a toda la gente correr en diferentes direcciones.―Creo que eso va a tener que esperar.

―¿Tú crees?―contesta con ironía.

¿Que puede estar pasando? En los próximos cinco segundos millones de pensamientos cruzan mi cabeza acerca de las posibles personas que pudieran hacer un atentado esta noche. La primera persona que pienso es Vyron, obviamente.

―Thalia...―murmura Marcus―Algo no va bien.

Lo miro y su mirada demostraba miedo, algo no muy característico suyo.

―No es sólo para nosotros, es para todos.―continúa.

Frunzo el ceño y veo a la gente cayendo al suelo con impactos de bala en su espalda o en el costado, incluso en las piernas.

Normalmente en cada atercado suenan disparos y la gente empieza a correr huyendo, muy pocas veces salen heridos a no ser que sea por una bala perdida u otra cosa. Pero ahora, ahora los están arrematando a todos y...

―Esto tiene que parar.―sentencio sacando mi arma de la cinturilla de los pantalones.

―Será mejor si nos separamos, cubririamos más terreno en lo que nos encontramos todos.―imita mi gesto.

Asiento con la cabeza y cuando empieza a correr en dirección contraria lo detengo.

―¿Marcus?

Se gira.

―No mueras.

Sonríe.―¿Quién crees que soy? Oye, ¿Tienes el aparato de comunicaciones?

Me encojo de hombros.

―¿Quién crees que soy?

Me giro sin esperar respuesta y corro en una dirección en específico. Aprieto el botón que me lleva a cada una de las líneas y le pregunto a mis amigos que si cómo están o si necesitan refuerzos. Todos me dicen que no y que se encuentran estables en medio de todo esto.

Empiezo a correr con la cabeza agachada cuando las balas impactan cerca de mi intentando darme, es más que seguro que aquí hay algo personal.

―¡Rayos!―una de ellas impactó frente a mi haciendo que me detuviera de momento y cayera al suelo por la velocidad en que venía.

―¿Estás bien?―Aparece Aiden y me agarra de los brazos intentando ponerme de pie.―Vamos Lia hay que movernos.

Asiento con la cabeza e ignorando el dolor de mis piernas lo sigo.