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―¿Vienes seguido aquí, Thalia?

Asiento con la cabeza.

―Todas las noches posibles. Me sorprende que no los haya reconocido, ¿son nuevos?

El chico con el que choqué asiente con la cabeza junto a otros más.

―¿Qué los trajo hasta acá?―me balanceo un poco y rozo mi brazo con el del chico, provocándole.

―Ya sabes...―el chico de cabello con ountas―Carreras, apuestas...dinero.―sonríe malisiosamente.

Sonrío abiertamente.

―¿Van a correr esta noche? También corre un amigo de la dueña de estos terrenos, es un tal irlandés. ―acomodo mi cabello― Es bueno al volante.

El chico a mi lado suelta una risa.

―Ya veremos quién gana.

―¿Vas a correr?―asiente con la cabeza― ¿No quieres una compañera?

Imagino que sus amigos tienen que estar pensando algo como: "Esta petardo" ó algo más común como: "Esta es otra necesitada del monton, que vergüenza". En cuanto esos pensamientos llegan a mi cabeza la incomodidad me consume y deseo haberme retractado.

―Eso me encantaría. ―sonríe―Pero tendrás que aguantar, no suelo ir despacio.

Sonrío.

―¿Te apuntas, Thalia?

Doy una discreta mirada hacía dónde dejé a Kia y seguia allí sólo que esta ves a su lado estaban Aiden y Nick. Creo que tengo una plática pendiente con Nick.

―¿Thalia me estas oyendo?

Vuelvo al chico.―Si, me apunto.

Sonríe. ―Bien.

―Vengo en un minuto.

―Soy todo tuyo.―se señala a si mismo―Te espero aquí.

Me alejo del chico y a pasos incómodos me acerco a mis amigos. Al primero que me dirijo es a Nick.―Necesito que corras hoy.

Arruga las cejas.―¿Y eso porqué?

Me remuevo incómoda por la mirada de la pareja a mi lado.―Tengo más que sospechas sobre ellos. Acepté correr con uno de ellos y mi plan es pararlo a mitad de carrera y hacerle unas preguntas.

―¿Piensas ir tú sola?―habla mi amiga.

Asiento con la cabeza.

―Negativo.―salta Aiden―Te va a matar a mitad de carrera si son hombres de Vyron.

―No tienen ni idea de quién soy...

―O así quieren que te lo creas.―opina Nick.

―Puedo manejar esto. Solo...solo hagan su trabajo.―ellos asienten―Nick, puede que se me haya escapado que seas uno de los mejores corredores así que no me defraudes.

Golpeo su hombro juguetonamente. ―Soy uno de los mejores, Thalia.― se acomoda la chaqueta―Al menos en mis terrenos.

Más te vale darlo todo.

Me enrosco al brazo de Nick.― Sígueme el juego.

No dice nada pero se que me escuchó. Empezamos a caminar de nuevo al grupo de chicos.

―Chico él es Nick, el irlandés del que les hablé.

Todas las miradas se pegan a él como hiedra mala.―Con que tu eres uno de los mejores, eh.―me sorprende que el primero en hablar sea el chico con el que tropecé orita.

En ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora