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DOS SEMANAS DESPUÉS.


―No puedo creer que voy a hacer esto.―digo colocandome crema en las piernas.

Tana sonríe emocionada.―Pues yo estoy super contenta de que vayamos a hacer esto.

―Tana siempre tiene razón.―habla Kia cerrando el pinta labios y dejándolo a un lado de la mesita―Es tiempo de que deje la cama y vuelva a ser yo.

―Nunca vas a los bailes.―hablo con amargura.

Se encoje de hombros.―Es tiempo de probar cosas nuevas, deberías intentarlo. Eso o arreglar las cosas con Aiden, sigo intentando captar el porqué pelean tanto últimamente.

Tana me mira extraño.

Me encojo de hombros.

―Diferencias, es evidente que cambiamos y ya no somos los mismos niños que pueden solucionarlo todo.

Kia asiente con la cabeza.―Deberian hablarlo.

No, créeme, no quieres que lo hablemos.

Han pasado dos semanas y literalmente Aiden y yo hemos hablado unas tres veces, cuando dijo que se aportaría no pensé que fuera tanto. Es extraño no tenerlo cerca tpdo el tiempo aunque aún sigo robando su café.

―Si, deberíamos.―contesto poniendome de pie.

Busco el vestido y con ayuda de Kia logro ponermelo. El vestido que Tana me ayudó a escojer es color vino tinto hasta el suelo y una pierna descubierta por la única rendija.

―Este vestido no soy yo.

―Pero te queda hermoso.―dice Kia.

―Si no te sientes cómoda podemos cambiarlo por algo más...tú.―se encoje de hombros.

Ahí está la diferencia de amistades, Tana es amable y siempre quiere que me sienta cómoda aunque incluya cambiarme el vestido, en cambio, a Kia le gusta que sea hermosa sin importar como me sienta.

Niego con la cabeza.

―Ya es tarde para cambiarlo, y tampoco esta tan mal cómo para hacer un espectáculo.

Me doy unos últimos toques en el vestido y dejo que Kia se encargue de mi maquillaje, rogue por algo sencillo pero terminó con algo artístico pero hermoso y perfecto con el vestido. Al mirar a Tana mis ojos se agrandan como nunca, en sus manos había un par de tacones de puntilla.

―Oh no... Eso si que no.

―Vamos Thalia, te vas a ver espectacular con estos zapatos. Te los puedes hasta quedar ya que los compré pero no van con nada que tenga.

Me encojo de hombros.―Me los puedo quedar pero que los use es otra cosa.

Ríe.―Vale.

En un momento las tres noc colocamos frente al espejo de cuerpo completo en mi habitación y Tana es la única que sonríe. Su traje es color blanco corto alfrente y largo atrás, el traje de Kia es un color variando entre verde y azul largo y unos tacones matadores. No se como puede caminar con eso.

―Aquí vamos.―dice Kia en un suspiro.―¿Aiden va a ir?

Me encojo de hombros.―¿Porqué me miras a mi? Él y yo no hablamos.

―Pues porque eres su mejor amiga.―dice como si fuera lo más obvio del mundo.

―Las cosas cambian...―murmuro apartandome del espejo.―¿Nos vamos? Mientras más rápido lleguemos más rápido nos cansamos y abandonamos el lugar de pijos.

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