Nish.-
—No sabía que estabas saliendo con un chico—me dijo Isabelle después de que se terminara de instalar en la habitación de huéspedes. Dejé de observar los perfumes que había colocado encima del pequeño tocador y la miré con media sonrisa.
—Eso era porque no estaba saliendo con ningún chico—anuncié y posé mi vista en la maleta vacía que descansaba sobre la cama.
—¿Entonces Erick qué es? ¿Un alíen?—me eché a reír. Ella se cruzó de brazos y me miró fijamente.—Lo digo enserio, Nishdali Westfall. Creo que como tu abuela que soy debería de saber qué es lo que pasa con tu vida—agregó poniendo toda su atención en el pequeño closet que acababa de llenar con sus pertenencias.
—Ya lo sé. Sólo que no estaba saliendo con ningún chico hasta hoy—me senté en la orilla de la cama y la miré contemplar detenidamente un vestido negro que descansaba a lado de un montón de ropa más.
—¿Comenzaron a salir hoy?
—Sí.
—Pero...
—Nos conocimos hace poco tiempo, nos hicimos muy amigos y bueno, descubrimos que nos gustamos y decidimos empezar a salir, ya sabes... vamos a ver si las cosas funcionan entre nosotros—le dije para dejarla un poco más tranquila.
Sólo que supongo que eso no pasó tomando en cuenta que me miró enarcando una de sus maquilladas cejas y frunciendo un poco el ceño.
—Bueno, es muy guapo—me dijo luego de un par de minutos en silencio. Solté el aire de golpe y le sonreí.
—¿Guapo? Guapísimo, querrás decir.
—En eso tienes razón—hizo una pausa—la última vez que hablamos, me dijiste que habías tenido una cita con un chico y déjame decirte querida, no soy tan vieja como para que la memoria me falle y el nombre de ese chico no era Erick si mal no recuerdo—mis mejillas ardieron automáticamente.
—No. Su nombre es Zabdiel.
—¿Y qué pasó con Zabdiel?—me preguntó sentándose a mi lado en su cama.
—Isabelle, si Zabdiel me hubiera notado hace dos años yo aún estaría brincando de la felicidad pero no lo hizo y ahora que sabe que también habito en este planeta, no ha parado de tratar de conquistarme—anuncié y mi abuela me sonrió.
—¿Y qué es lo que pasa con Erick?—la miré un segundo y no pude evitar esbozar una amplia sonrisa.
—¿Sabes? Realmente no lo sé. Por más que trato, mi cerebro no es capaz de describir correctamente lo que siento cuando estoy cerca de Erick. Es cierto que hace poco nos conocemos pero se ha ganado mi cariño.
—¿Eso no es amor?—cuestionó mirándome.
—¿Amor? ¿Tú crees que una persona puede sentir amor por otra en tan poco tiempo?—me puse de pie y me concentré de nuevo en sus perfumes.
—No lo sé. Lo que sí sé, es que ese chico parece quererte mucho.
—¿Tú crees?—pregunté girándome de nuevo para encontrarme con sus ojos fijos en mí.
—Sólo hay que ver la manera en la que te mira...
(...)
—Hola chicos—saludó una muy sonriente Abby a la mañana siguiente en cuanto entré al salón seguida por Erick.
—Buenos días, Abs—saludó el chico ojiverde colocando su mochila en su butaca. Abby lo miró y después me miró a mí, entrecerró sus verdes ojos y volvió a ofrecernos ese tipo de sonrisa de loca desquiciada que siempre suele darme cuando quiere saber algo.—¿En dónde está, Rawson?
![](https://img.wattpad.com/cover/169207721-288-k700218.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL ÁNGEL GUARDIÁN|Erick B. Colón.|Completa.
Hayran KurguLA CURIOSIDAD NO ES BUENA CUANDO ERES UN ÁNGEL GUARDIÁN.