Pequeño.

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Narra Cuauhtémoc:

Cuando el rizado abrió los ojos su aroma natural se intensificó dejando emanar de su piel aquel esquisito olor a naranjas y roble de igual forma mi olor salió disparado de mis poros inundando el ambiente a cerezas.
Fue cuando una pequeña ilusión nació dentro de mi haciendome creer que el era mi destino
Pero, ¡Nisiquiera sabía su nombre!
-¿¡Pero que hiciste Aristóteles!?- reclamó una voz proveniente del departamento de en frente el cual se había abierto sin que nos diéramos cuenta provocando que nos asustaramos.
-L-lo siento tía- el se paró frente a mi dándome la espalda mordiendo su labio inferior provocando que este se hinchara un poco.
-Achis, achis; pero ¿que pasó aquí?- Pregunto mi Papancho al subir las escaleras encontrándo este escándalo frente a su puerta.
-Fue un accidente- respondí aun estando a espaldas de Aristóteles.
-A nadie se le cae un pastel por accidente, ¡Mira como quedó todo embarrado!- contesto mi Papancho acercándose para luego poner sus manos en su cintura.
-Era el pastel que les había preparado para darles la bienvenida; ¡de auténtico chocolate de Oaxaca y mil leches!- chillo doña blanca cruzando sus brazos.
-¡Ay! Doña Blanca, pues de las mil leches no quedó ni una, pero no se hubiera molestado digo- estaba atento a lo que los adultos decían cuando de pronto Aristóteles alzó su rostro demostrando que tenía una idea.
-¿Y si bajo ala panadería por unas donas?- pregunto para luego aclarar- Mis tíos hacen el mejor pan de Oaxaca-
-¡Si Aris! ¡Que buena idea! Baja por donas de todos los sabores mientras yo limpio aquí- exclamó doña Blanca poniendo sus manos en su cintura.
-¿Te puedo ayudar?-Pregunté al verlo caminando hacia las escaleras.
-Si, vamos-
Bajamos corriendo las escaleras para entrar ala panadería.
Aris se dirigió al mostrador saludando a una muchacha la cual se encontraba tras este mismo, el le explico lo que habia dicho su tia mientras la joven de trensas adornadas con listones asentia repetidas veces para finalmente darle una bandeja.
El se volteó dándome la bandeja para ir por unas pinzas y no tomar el pan con las manos.
-Y ¿Si te llamas Aristóteles? O tu tía me estaba molestando- pregunté mientras avanzamos al anaquel donde estaban los panes.
-Si, ¡Y eso no es nada! Mi mamá se llama Ama Pola, mi papá Audifaz y mi hermanito el chiquito, Arquímedes- con la pinza tomaba una especie de tostada con chocolate.
- Como dijera mi Papancho, "No manches"- el sonrió para después preguntar
-Y ¿tu? ¿cómo te llamas?- seguía metiendo panes ala bandeja y el contenido de esta crecía haciéndose más pesado.
-Cuauhtémoc, pero puedes decirme Temo- la bandeja estaba muy pensada y cargarla hacía que frunciera el ceño al sentir el ardor de mis antebrazos.
Aristóteles lo noto así que se apresuró en relevarme de cargarla a lo cual le agradecí sonriendo.
-Bueno, ahí que apurarnos por que los Córcega somos un poquito intensos- explicó avanzando hacia la caja.
La muchacha metió todo en una bolsa la cual le dio a Aristóteles quien a su vez me la entrego a mi.
-¿Puedes llevarla pequeño? Tengo algunas cosas que hacer-
Asenti tomando con fuerza la bolsa para no dejarla caer mientras veía como la silueta de Aristóteles se perdía al cruzar la calle.

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¿Qué les parece? 🤔
Las tres primeras partes las ha narrado Temistocles pero el siguiente capítulo lo narrará Ari.
Tengo que admitir que hacer los diálogos de Papancho me cuesta jaja en fin, Me despido❤

Pd: ¿Ustedes también están emocionados por el capítulo de hoy? 😍

¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora