Narra Aristóteles:
-Iran padres de familia, ya que es un evento para toda la escuela. Serán dos días de campamento: habrán juegos, fogatadas y para cerrar con broche de oro ¡Fuegos artificiales!.- Hablo entusiasmada la maestra.
Mis ojos se abrieron como platos por el entusiamo.
¿Fuegos artificiales y la compañía de Temo? Sin duda sería el mejor fin de semana.
Temo volteó a verme con aquel brillo en sus ojos, ese brillo que me indica que al igual que yo se encontraba muy emocionado.
Las siguientes horas se volvieron aburridas, lo único que me entretenía era mirar a Temo escribir animadamente en su libreta los apuntes que la maestra había anotado en el pizarrón.
Es un solecito, mirarlo es mucho mejor que apreciar cualquier obra de arte.
Sus bellos labios entre abiertos, sus hermosos ojos almendrados mirando el pizarrón mientras se recargaba sobre el pupitre para apuntar mejor.
Es una bella obra de arte.
Comencé a sentir su exquisito aroma disiparse en el aire, aquel aroma ambriagador a cerezas. Aquel olor que conocía ala perfección, dulce y empalagoso.
Temo tenía sus mejillas rosas por la vergüenza que le causa cuando su aroma sale de su piel ya que no a todos les gusta por ser un aroma dulzón pero sin duda alguna a mi me encantaba con locura.
Las siguientes horas me la pase distraído oliendo el olor de Temo.
Por fin las primeras clases habían terminando por lo tanto ya podíamos salir a receso.
Temo comenzó a guardar sus cosas mientras sacaba un humectante labial y empapar sus belfos de este, por otro lado yo lo miraba embobado desde el marco de la puerta del salón.
El término su tarea volteando a verme y sonreír ante la forma en que lo miraba.
Se levantó del pupitre y avanzó hasta mi, deje un suave beso en su mejilla pues sabía que si lo besaba en los labios se enojaria por haberle quitado el bálsamo.
Tome su mano y caminamos hasta la cafetería.
Al llegar ala cafetería buscamos una mesa vacía donde deje a Temo sin antes preguntar que quería desayunar para correr a buscarlo; me encanta consentir a mi omega.
Cuando regrese encontré a Jerry sentando junto a Temo lo que hizo que el estómago se me revolviera.
Camine hasta ellos con la mandíbula apretada.
-¿Mi amor?.- Pregunté arrastrando la voz.
Temo volteó y me sonrió, Jerry por otro lado me muro fulminante por el apodo que había utilizado para llamar a mi NOVIO.
-Aristóteles ¿jamás dejas sólo a Temito?.- La sangre me hirvio al escuchar la forma en que lo llamo.
Temo al darse cuenta de mi enojo se levantó nervioso de la mesa.- Bueno Jerry, me alegra que hayas venido a saludarme pero quiero ir a desayunar con mi novio, nos vemos.- La sangre se me relajo al escuchar a Temo hacer énfasis en la palabra "Novio".
Temo me tomo de la mano libre jalandome fuera de la cafetería al patio escolar, antes de salir me voltee a sacarle la lengua triunfante a Jerry quien sólo reviro los ojos.
Temo me siguió jalando hasta un árbol lejano a los salones, el bullicio de los alumnos apenas se oía y sólo se podía poner atención ala brisa fresca que mecia las hojas.
Temo se dejó caer a los pies del árbol anteriormente mencionado para luego mirarme y indicarme que me sentará.
Así lo hice, con cuidado para no dejar caer mi desayuno y el suyo.
El se recosto en mi pecho acurrucandose con amor alando despacio mi camiseta de la escuela.
-Te amo Ari.-
Lo tome de los hombros y lo hice mirarme para poder acercarme a sus labios rositas y besarlos saboreando su sabor a fresa.
Nos separamos para sonreír mutuamente y poder compartir nuestros desayunos.
Temo me dio el mío en la boca y yo a él, nos reímos y hacíamos pequeñas guerras de comida lanzandonos la fruta que Temo me había pedido.
Ahí junto ala sombra del árbol que compartía con Temo el cual se encontraba riendo de mis locuras me sentí especial.
Inhalando su exquisito olor a cerezas mientras el repartía besos por todo mi rostro haciendome sentir amado.
Sentí que todo en este mundo estaba mal a excepción de Temo, Temo es perfecto y estaba a lado mío.
Llenandome de amor, de vida.
Llenando de luz mi camino.
Mi aroma salió disparado de mi piel mezclándose con el suyo.
¿Éramos cerezas? O ¿Éramos naranjas?
No lo sabía, pero me encantaba ese nuevo olor, nuestros olores dulces danzando en el aire manchando con amor nuestras almas.
Eso era todo lo que importaba.
El y yo, era todo.
Holaaa amigos❤
Espero les guste este capítulo, por que a mi me encanta celostoteles 😅 en fin.
Quería avisarles que si son tan amables de pasarse por mi perfil ya que, ya publiqué la historia Emiliaco de las que les platique: se llama "Choquemos" y en verdad espero les guste. Los amooolo ❤
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¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.
Fanfiction¿Por qué tu olor me es tan relajante? ¿Por qué tus ojos son tan profundos? ¿Por qué cerezas? ¿Por qué naranjas? ¿Por qué tu? ////////////////////// Los personajes son propiedad de Televisa, la trama es totalmente mia. Espero les guste. ¡Arriba A...