Familia

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Narra Temo:

El calido aire del exterior hacia revolotear mi ropa provocandome leves espasmos en todo el cuerpo.

Por pequeños momentos apretaba la mano de Ari, el cual volteaba, sonreia y volvía a fijar su vista en la ventana.

La burra nos llevaba despues de tanto tiempo de vuelta al edificio Córcega.

Miraba a mi papá quien manejaba feliz y lleno de ánimo, por otro lado miraba también a mi novio quien golpeteaba su pierna con su mano libre y una sonrisa tranquila posaba en su rostro.

-¡Chamacos! ¡Vamos a cantar para alegrar el día! ¡La cancion de mi burrita!.- Grito mi papá mientras hacía sonar el claxon de la burra.

Ari nos miro con el ceño fruncido y apreto mi mano queriendo saber de que hablaba mi papá.

-Solo dejate llevar Ari.- Le dije entre risas mientras mi papá comenzaba a cantar la cancion de su burrita y yo le hacía segundas rebusnando.

Y es que, aquí, junto a las dos personas que amo con todo el alma, haciendo algo tan simple como cantar y reir, me sentia pleno, realizado, me sentia completo, me sentia yo.

Todo el camino al edificio Corcega cantamos y reímos en armonía, me sentia impaciente por saber cual era la sorpresa que tenían prepara para mi.

Al llegar Ari me ayudo a bajar y tomo mi mano mientras ambos seguíamos a mi Papancho quien se mostraba de lo mas animado.

Al estar al frente de la puerta de nuestro departamento mi papá volteo a mirar a Ari quien de inmediato tapó mis ojos.

-Pero, ¿Qué?.- Escuche sus risitas alrededor mientras el crujido de la puerta y los leves empujones de Ari hacia ella me advertían que la sorpresa estaba justo frente a mi.

Ari me solto, destapando mis ojos los cuales fueron recibidos por la oscuridad del departamento, a los minutos la luz se encendió al mismo tiempo en que minusculas partículas coloridas explotaron por todos lados llenando el piso de alegría, frente a mi estaba toda mi familia con pancartas y globos.

-¡Bienvenido a casa!.- Gritaron al mismo tiempo.

Sentí mi corazón hacerse pequeño al mirar quienes estaban hoy conmigo, toda la tropa López.

Mi hermano Pepe, mi dos hermanas, Ana y Guadalupe, mis calcomanias, mi tia chela y mi tia Candy, todos estaban ahí.

Con lagrimas de alegria corrí hasta ellos y entre todos nos dimos un fuerte abrazo.

-¡Ay carnal! ¡ Nos diste un sustote!.- Hablo Pepe quien a duras penas lograba ocultar su llanto.

Fui y lo abracé como cuando era pequeño, él me levanto en el aire y me dio vueltas demostrando lo alegre que se encontraba.

-¡Ya, pepe! ¡Lo vas a aventar por la ventana m'ijo!.- Pepe me solto y revolvió mis cabellos al momento en que mi tia chela hablo. 

Al verla, seguia como siempre, con una sonrisa tan dulce, la abrace como si mi vida dependiera de eso, mis dos hermanas mayores se unieron al abrazo estrujando mi cuerpo.

-¿Y para mi no hay abrazo?.- Pregunto mi tia Candy extendiendo sus brazos cuando me separe de mis hermanas y mi tia chela.

-Claro que si, tia.- Corri y ella me abrazo con fuerza.

Volvía a sentirme como un niño pequeño, abrazado y besado por todos los miembros de la familia y eso me hacia extremadamente feliz.

Cuando me separe de mi tía, senti un peso tirarme, y al caer vi que eran mis calcomanias, las abrace con fuerza mientras les susurraba lo mucho que los amaba.

¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora