Narra Aristóteles:
De forma veloz Pancho seguido de mi, nos subimos ala burra para ir junto ala ambulancia.
Robert se fue al edificio para ir a dejarles a mi mamá a Dave y Lupita, nos alcanzaría en el hospital.
Sentía un sin fin de corrientes que punsaban mis paredes intestinales mientras un dolor inmenso dominaba mi espalda.
Mi garganta conservaba un nudo que no podía tragar, me sentía sin aire, sentia mi corazón en llamas.
Al llegar al hospital preguntamos por Temo y la recepcionista nos respondió que lo habían ingresado a terapia intensiva, que lo mejor era esperar a que el doctor que lo atendió saliera a darnos noticias.
Ni Pancho ni yo pudimos sentarnos, ambos dábamos vueltas por los pasillos transitables desesperados por saber que ocurría.
Cada vez sentía mi cuerpo más pesado, un dolor inmenso caía sobre mis hombros provocandome arcadas.
Sentía el estómago contraído y un dolor en el pecho, uno que jamás había sentido.
Quería gritar, llorar, correr y reclamar.
Pancho me miro preocupado y ser acercó de forma lenta para estrecharme contra su pecho en un cálido abrazo.
- El estará bien.- Susurro en mi oído.
Asenti aún sin poder hablar gracias al nudo que se rehusaba a abandonar mi garganta desde que llegue al edificio lleno de olor a pedicilina.
Esperamos alrededor de 3 horas, 3 horas en las cuales no tuve idea de lo que ocurría con el amor de mi vida, 3 malditas horas en las cuales me sentía más perdido que nunca.
Robert llegó vistiendo una bata azul por la puerta de recepción, rápidamente se acercó a Pancho asegurandole que Julio se encontraba en perfecto estado al igual que Julieta, quien sólo se había roto un brazo.
Pancho agradeció y descanso sobre el sillón de cuero café que existía en la isla del cuarto de recepción gracias a que un peso fue liberado de sus hombros, mientras yo sentía el mío más pesado.
- Ari necesito que te calmes y me respondas algo.- Robert se acercó tomándome de los hombros obligándome a mirarlo de frente, asenti despacio sintiendo un leve mareo.-¿Ya marcaste a Temo?.- Un fuerte dolor atacó mi pecho logrando que emitiera un gemido de dolor.-Si primo.- El nerviosismo en sus ojos creció a pasos agigantados.
- Ari necesito que me acompañes, te daré un calmante. Necesito que estés relajado por cualquier cosa.- De forma rápida me aparte de sus brazos sentenciando que no me movería de aquí hasta tener noticias de la salud de mi omega.
Casi al instante un doctor a paso apresurado salió de el área intensiva con dirección a nosotros preguntando si eramos los familiares de Cuauhtémoc López.
Pancho se levantó mientras yo me acercaba a escuchar las noticias del doctor.
-Sufrio un golpe muy fuerte y su cerebro se encuentra muy inflamado, tenemos que hacer algo o podría tener un paro cardíaco. La única solución es inducirlo a coma para que su cerebro se desinflame de manera natural.- El doctor guardo silencio con una mueca de pena en sus facciones.
-D-Doctor D-debe h-haber o-otra m-manera.- El señor López fue el primero en responder con un hilo de voz.
-Lo siento mucho, necesito su autorización para proseguir.- El señor López se soltó en llanto mientras se dejaba caer en el sillón.
Por otro lado yo no podía reaccionar, sabía lo que significaba la composición de esa frase.
El nudo de mi garganta creció sofocandome.
No podía hablar, no podía pensar.
- Te amor Ari.-
Su voz sonaba en mi cabeza una y otra vez sin descanso, las lágrimas salían de mis ojos de forma involuntaria.
Mis manos temblaban mientras mi pecho subía y bajaba.
No podía controlar mi respiración, mi cabeza dolía y el pecho se hundía logrando hacerme sentir un vacío el cual me sentía incapaz de llenar.
- Te amo Ari.-
Temo, mi amor, vuelve por favor.
Millones de preguntas atraviesan como cuchillas mi cabeza dejándome más destrozado.
Entre penumbras escuchaba la voz de Robert pidiéndome que reaccionará, que no me dejará ir.
Pero era inútil, me sentía paralizado en el dolor y la miseria de no sentir el calor que emanaba la piel de Temo.
Al no sentir su olor a cerezas dulces, al no saborear sus labios con bálsamo de fresa.
Sentia mi propio aroma transformarse en un olor agrio, totalmente distinto a lo fresco de la naranja.
Sentía unos brazos tomarme evitando que mi cuerpo se estrellara contra el suelo, escuchaba voces suplicando que no me dejará ir, pero ya no podía.
La oscuridad se adueñó de mi visión, y mi cuerpo se dejó ir en el dolor de mi alma.
- Te amo, Temo.-
-----------------------------------------
Después de la lluvia viene la calma, los amo❤
ESTÁS LEYENDO
¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.
Fanfiction¿Por qué tu olor me es tan relajante? ¿Por qué tus ojos son tan profundos? ¿Por qué cerezas? ¿Por qué naranjas? ¿Por qué tu? ////////////////////// Los personajes son propiedad de Televisa, la trama es totalmente mia. Espero les guste. ¡Arriba A...