Narra Cuauhtémoc:
-Amor, ¿Ya estas listo?.- Pregunto Ari mientras ingresaba a mi habitación, volteo a mirarlo y una enorme sonrisa adorna su bello rostro.
-Ya casi.- Le contesto mientras batalló con las mangas de mi camisa.
El se acerca y acaricia con parsimonia mi rostro, baja sus manos a mis mangas y las acomoda con cuidado.
Al terminar con su trabajo levanta el rostro orgulloso de lo que hizo, alza sus ojos hasta encontrarse con los mios, se acerca con delicadeza y nos unimos en un suave beso.
Sus belfos bailan de forma romántica sobre mis labios, los cuales estan completamente bajo su hechizo.
Ya han pasado las 2 semanas que Robert me quizo tener en observación, y con alegría podemos decir que he mejorado en demasía.
No he tenido molestias y poco a poco recupero la fuerza que mi cuerpo perdió durante todo el tiempo que estuve en cama.
Durante esas 2 semanas ni mi Papancho ni Ari se despegaron de mi, mi papa decia que mis hermanitos me extrañaban pero por políticas del hospital no podían entrar a verme.
Durante las mañanas era mi papá quien me cuidaba pues Ari no podia por la escuela, y por las tardes era relevado por Ari, quien siempre me traía comida a escondidas de las enfermeras.
Yo se lo agradecía infinitamente, la comida de los hospitales no eran tan buena que digamos.
Siempre que venia, me daba de comer en la boca entre bromas y juegos, aveces veíamos alguna película en su celular lo cual nos resultaba incomodo pero mientras pasábamos tiempo juntos eso pasaba a segundo plano.
Me gustaba cuando traía uno que otro libro y me los leía hasta que me quedaba dormido, y justo al despertar siempre lo encontraba durmiendo con su cabeza descansando en mi regazo, me gustaba mirarlo asi, parecia un angel, con sus rizos revueltos y sus largas pestañas que descansaban plácidamente sobre sus mejillas.
Podía pasar horas contemplando su belleza, pero siempre la enfermera entraba y le despertaba diciendo que la hora de visitas había terminado, aun somnoliento, me besaba y decia que mañana estaría de nuevo aquí y que me amaba.
Y así fueron los días, hasta hoy, en que por fin estoy dado de alta.
Sus labios aún beben de los mios, sus traviesas manos se aferran a mi cintura apretando con delicadeza, como si tuviera miedo a que yo escapara o fuera a desaparecer.
Pero jamas lo haría, me encuentro tan perdido por el, que jamas podría alejarme, jamas podría separarme de el, ambos estamos perdidos, perdidos de amor.
Se separa de mi cuerpo y yo abro los ojos, contemplo su quijada, su sonrisa, sus pestañas, sus ojos.
Es sumamente perfecto.
-Tenemos que irnos amor.- Dice pero yo sigo perdido en su rostro, subo mis manos para acariciar sus mejillas, el cierra los ojos, ladea el rostro y me permite sentirlo, suelta un suspiro demostrando que disfruta mis caricias.
-Amor, Pancho me dijo que no nos tardemos, tenemos que ir a una cita con el ginecólogo.- Lo escucho perfectamente, se que tenemos que irnos pero no puedo apartarme del calor de su cuerpo.
Dejo de acariciar sus mejillas y subo mis manos a su cabello, lo jalo con cariño y el abre los ojos, sonríe mientras me mira con ternura.
Miro sus ojos y lo veo, ahí esta, amor puro, me mira como si yo fuera la octava maravilla del mundo, no lo soy, pero asi me hace sentir.
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¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.
Fanfiction¿Por qué tu olor me es tan relajante? ¿Por qué tus ojos son tan profundos? ¿Por qué cerezas? ¿Por qué naranjas? ¿Por qué tu? ////////////////////// Los personajes son propiedad de Televisa, la trama es totalmente mia. Espero les guste. ¡Arriba A...