¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.

El está bien.

Narra Aristóteles:

La cara me ardía, después de que Pancho me quitará a Audifaz de encima, este despotrico sobre el señor López diciendo que todos nos iríamos al infierno para después desaparecer por la puerta.

Los golpes me quemaban, el dolor comenzaba a hacer su aparición pero tenía que aguantar.

Por otro lado mi pequeño se desmayó después del trancazo que el cabron de Audifaz le metió al empujarlo haciendo que cayera golpeando su cabeza con el suelo.

Jamás pensé que Audifaz reaccionaria así, sabía que no me iba a aceptar pero llegar a golpearme de esa forma; me sentía muy mal.

Ahora mismo estábamos en la sala de espera del hospital esperando que Temo se recuperará.

Mi mamá estaba al lado mío mientras el señor López daba vueltas en el pasillo.

Ya habían tardado.

Desesperado me levanté de mi asiento para preguntar ala recepcionista del área por mi omega.

-Señorita, ¿Sabe algo de Cuauhtémoc López?.- La mujer volteó a mirarme negando después de checar quien sabe que en la computadora frente a ella.

Agradecí y me gire hacia Pancho para preguntarle si quería algo de la cafetería a lo que el negó.

Le hice la misma pregunta a mi mamá pero ella aceptó diciendo que quería un café.

Fui ala cafetería donde encargué ambos cafés, uno de mi mamá y el otro para mi cuando el doctor que había atendido a Temo salió de un cuarto caminando hacia la recepción.

Pague ala señorita diciéndole que ya volvía por ellos para correr y interceptar al doctor.

-Esta mejor, de hecho iba a avisarles que ya pueden pasar á verlo.- Agradecí al doctor el cual se retiró para ir a atender a otros pacientes.

Camine al cuarto del que había salido el doctor encontrando a mi omega quien se movía incómodo en la camilla del hospital.

-¿Ya despertó el bello durmiente?.- El volteó a verme y sonrió.

Me acerqué para besar su frente descargando toda la preocupación al ver que estaba bien.

- No vuelvas a hacerme eso, me espantaste pequeño.- Susurre a su oido a lo que el agachó su mirada.

-¿Era por eso que no querías decir nada?.-

- Si Temo, pero no te preocupes. Saldremos adelante de esta y de todas las demas, tu y yo juntos.- Tome su mano para dejar un casto beso sobre ella.

Me separe para admirarlo, sus ojitos brillaban de esperanza y daría todo de mi por que ese brillo no se apagará nunca.

-Ire a avisarle a Pancho que ya despertaste antes de que le de algo.- Bese sus labios para salir en busca de Pancho.

Maraton:

3/3 ❤