Estas aquí.

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Narra Aristóteles:

Han pasado 2 meses desde el accidente y entre mas tiempo pasa, más se marchita mi corazón, ya no queda nisiquiera la sombra de lo que era antes.

Cada dia desde que Temo fue ingresado al hospital he estado aquí, no me permiten pasar a verlo, asi que permanezco en la sala de espera con el anhelo de sentir su presencia.

Hoy, al igual que los días anteriores estoy sentado en la sala de espera.

Casi no hay personas, a excepción de las enfermeras, solo hay una pequeña anciana que frota sus manos para mantenerlas calientes.

Un hospital es el escenario perfecto para darte cuenta que cada ser humano es un mundo, un universo con planetas y constelaciones.

He visto distintas familias acompañarse por distintos motivos: ya sea un nacimiento, un choque automovilístico, personas dispuestas a formar una manada, consultas, etc.

Cada quien llegaba y se iba sin saber el sufrir de los demas, pero hay estaba, todas esas estrellas en el mismo universo sin saber que cada una alumbra un distinto cielo.

Trueno mis dedos y me paro estirando cada uno de mis huesos, camino a la cafetería para ordenar un té, pensando que quizas eso pueda relajarme.

Pero antes de poder ingresar al área de alimentos un débil olor a cerezas me envuelve alterando todo mi sistema.

No me cabe ni la menor duda, es el olor de mi Temo.

Camino con pasos torpes hasta recepción y entre balbuceos intento explicarle lo que pasa a la recepcionista.

-El joven Cuauhtémoc tiene prohibida las visitas.- Dice sin voltear a verme.

-¡No! ¡Es que usted no lo entiende! ¡El está despertando! ¡Necesito verlo!.- La mujer voltea su vista hacia mi frunciendo los labios, chasquea la lengua antes de decir.

-Le dire a sus doctores que de inmediato vayan a ver como se encuentra, que tenga una excelente tarde.- Y vuelve a girar su rostro a lo que sea que este haciendo.

Golpeo su escritorio y me retiro en busca de mi primo Robert, avanzo entre los pasillos tropezando con la mayoría de personas con las que me cruzo, mis piernas tiemblan y me cuesta mantenerme de pie.

Llegó a su consultorio tocando con impaciencia.

El abre la puerta y antes de que pregunte que necesito le suelto todo.

-¡Temo está despertando! ¡Lo se! ¡Su olor esta en el aire! ¡No puedo estarlo confundiendo! ¡Te ruego me dejes verlo!.- La primera expresión que realiza Robert es de sorpresa.

Vuelve a ingresar a su consultorio y despues vuelve a salir con pasos apresurados indicándome que lo siga.

Ambos caminamos sin decir palabra, en el fondo solo puedo rogar por que Robert no se oponga a que mire a Temo.

Al llegar al area intensiva, el me indica que vaya a ponerme todo lo necesario y yo lo hago sin oponer resistencia.

Al salir de el cuarto especial, me guia hasta la ultima puerta del costado derecho y antes de entrar me toma de los hombros haciendo que lo mire.

-Ari, hace unas semanas atrás le realizamos unas radiografías a Temo para verificar la evolución de la deshinflamacion de su cerebro y con grata alegría nos enteramos que iba perfecto, estaba evolucionando perfectamente, no quise decirte nada hasta que el mismo diera señales de despertar y ahora lo esta haciendo, el hecho de que sus hormonas estén saliendo al aire es una reacción de su cuerpo al intentar despertar, asi que puede que Temo no tarde en abrir sus ojos.- Antes de continuar suspiró.- Sin embargo Ari, el golpe que recibió Temo fue muy grave y aún no sabemos que partes de su organismo pudo haber afectado, asi que necesito que seas fuerte en todo caso de que existan complicaciones.- Sin previo aviso el pánico comenzo a apoderarse de mi.

¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora