Narra Aristóteles:
Los rayos del sol me daban directamente a los ojos logrando que con pesadez los abriera.
Al enfocar mi visión encontré lo más hermoso que pude haber visto jamás.
Mi pequeño omega se encontraba entre mis brazos acurrucado en mi pecho, ambos seguíamos desnudos después de lo de anoche.
Fije mi vista en su glándula, apreciando con amor mi mordida.
Estire el cuello para poder besarla y al hacerlo mi chiquito bonito abrió sus preciosos ojos.
-Muy buenos días mi amor.- Me acerqué a besar sus labios y el correspondió aún adormilado.
-Muy buenos a tu lado.- Le respondí.
Él se alejó de mi pecho levantándose lentamente admirando en donde nos encontrábamos.
De igual forma me senté junto a él viendo que el sol todavía daba débilmente coloreando el cielo de un azul deformado.
El aire era fresco y los pajaritos apenas salían a cantar sus alegres canciones.
Voltee a mirar a mi omega quien acariciaba con lentitud su glándula, pasando sus dedos de forma cariñosa sobre mi marca.
-¿Quieres bañarte cielo?.- Le pregunté a lo que él asintió.
Al estar de pie estire mi mano para que él la tomará y se pusiera de pie pero al hacerlo pego un fuerte gritó.
-¿Qué pasa?.-
-M-Me D-Duele.- Susurro mi angelito a lo que yo con ternura lo tome entre mis brazos cargandolo hasta el lago.
Al meternos Temo se separó de mi para zambullir su cabeza y refrescarse.
De igual forma lo hice con la intención de comenzar una guerrilla de agua con mi novio el cual no opuso resistencia contra atacando.
Después de un rato nadando y jugando en el agua, salimos de ahí para vestirnos e ir con Pancho quien de seguro ya estaba preparando las tijeras para cortarme el cabello.
-Ari, ¿Qué haremos con esto?.- Pregunto mi angelito señalando su glándula marcada.
-Afrontarlo mi amor, hablaremos con tu Papancho y yo con mi mama, iremos al doctor para saber si quedaste en cinta o no.- Me arrodille frente a él besando su frente para influirle seguridad.
-Papancho nos va a matar.-
(...)
-¡Aristocracio! ¡Temistocles! ¡Porfin aparecen! ¡Estaba muy preocupado hijos!.- Pancho salió de la casa de campaña al vernos acercarnos.
-Papancho tenemos que hablar contigo.- En ese momento el rostro de Pancho palidecio.
De forma pausada se asomó por el cuello de Temo para seguramente verificar que lo que su cabeza pensaba, no era lo que pasaba.
Al notarlo sus ojos se centraron en mi, como si de dos balas se tratará y fue ahí cuando entendí que mi fin estaba cerca.
-¡Aristofanes!.- Su voz estaba cargada de tensión.
Tomo de forma nerviosa su barbilla y nos indicó que entraramos a la casa de campaña, Temo asintió y camino jalandome de la mano.
Al entrar nos dimos cuenta que las calcomanías no se encontraban, seguramente debieron ir a jugar.
-Haber hijos, Temo contigo ya he hablado sobre estos temas y tu Aristofanes, no se si la Polis haya hablado contigo también.- Ambos afirmamos.- Bueno, primero que nada quiero que sepan que estoy molesto, niños son muy pequeños todavía, se que se aman pero debieron pensar mejor las cosas, esto no es un juego niños, ambos son demasiado jóvenes para una responsabilidad como lo es una manada, como lo es una familia.- Pancho suspiro tomando con sus dedos el puente de su nariz.- ¿Usaron protección.- Negué con delicadeza.- ¡Con mayor razón! Tenemos que llevar a Temo con un doctor Ari.- Asenti volteando a mirar a mi omega quien mordia su labio evitando llorar.- Hijos, quiero que sepan que los amamos, que vamos a apoyarlos pero que espero sepan sobrellevar todo en el caso de que Temo haya quedado en cinta.-
- Lo se Pancho, mi mamá me ha hablado de esto muchas veces y entiendo su preocupación pero le juro que jamás dejaría a Temo mucho menos de ser posible que haya quedado en cinta.- Mire a mi omega quien se encontraba mirando el suelo.- Siempre estaré para apoyarlo y nunca me separare de él.
Pancho me miro preocupado y al mismo tiempo enternecido, asintió de forma lenta para después comenzar a llorar caminando hacia nosotros para envolvernos en un fuerte abrazo.
Sabía lo que esto significaba, si Temo quedaba en cinta tendría que comenzar a trabajar de tiempo completo para mantener a mi familia y de igual forma abstenerme a todo lo que un adolescente de mi edad hace sólo por centrar toda mi atención en mi omega y estaba bien, él era mi destino y yo haría de todo por que el siempre fuera feliz.
Pancho se separó de nosotros diciendo que lo mejor era que fuéramos a desayunar al comedor ya que seguramente no lo habíamos hecho y ya era medio día.
Ambos salimos de la casa de campaña escuchando como Pancho marcaba su teléfono, seguramente a mi mamá.
Al llegar al comedor casi no había gente ya que a esta hora deberían estar todos en los juegos así que con toda confianza comenzamos a comer.
Temo al terminar su almuerzo me dijo que iría al baño puesto que no había ido desde anoche y ya le andaba.
Me dio un corto beso en la mejilla y salió corriendo rumbo al sanitario.
Me quedé sentado en una banca esperándolo pero pasaba el tiempo y él no volvía.
10 minutos, 15 minutos y la desesperación crecía desde el fondo de mis entrañas dándome ganas de vomitar.
¿Dónde estaba Temo?
Mi pecho estaba envuelto en llamas, mi corazón completamente estrujado.
Tenía miedo y no sabía por qué.
Me eche a correr rumbo a los baños donde se suponía debería estar Temo, y para mi mala suerte no había pista alguna de que haya llegado, la señora encargada de cuidar los sanitarios para omegas (Ya que estos se encontraban clasificados por protección) me dijo que Temo jamás había llegado.
Un nudo se instaló en mi garganta, le agradecí y me eche a correr rumbo a su casa de campaña.
Al casi estar llegado los gritos de adultos horrorizados me pusieron en alerta, las sirenas me ponían nervioso y no podía creer lo que estaba pasando.
La cabaña donde estaba instalada la familia López estaba vuelta ceniza mientras los bomberos intentaban apagar lo restante del fuego.
Me encontraba paralizado, sin saber a donde correr o a quien acudir.
Hasta que lo vi.
Estaba ahí, tirando en el suelo con Pancho a sus pies llorando.
Julieta y Julio se encontraban de igual forma en los suelos inconscientes.
Me acerqué a Pancho notando que sus manos estaban batidas de sangre y el lugar donde estaba recostada la cabeza de Temo, lo estaba igual.
Los bomberos vinieron con camillas y los subieron a los tres a la ambulancia, yo me quedé junto a Pancho escuchando como los truenos comenzaban a hacer su aparición en el cielo.
Mi corazón estaba envuelto en llamas, el alma se me estrujaba al mirar al amor de mi vida de esta forma, millones de malos pensamientos surcaban mi cabeza y no me dejaban tranquilo, se mantenían ahí como moscas ala comida.
Y de pronto mire hacía arriba, la tormenta estaba cerca, tan cerca que las gotas me empapaban o acaso, ¿Eran mis lágrimas?
Maratón 1/2 ✔
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¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.
Fanfiction¿Por qué tu olor me es tan relajante? ¿Por qué tus ojos son tan profundos? ¿Por qué cerezas? ¿Por qué naranjas? ¿Por qué tu? ////////////////////// Los personajes son propiedad de Televisa, la trama es totalmente mia. Espero les guste. ¡Arriba A...