El universo nos mira.

4.3K 524 120
                                    

Me muero de emoción por que lean este capítulo y ya no aguante así que aquí se los dejo, disfruten😘

Narra Aristóteles:

-¡Regresa temprano Ari!.- Gritó mi mamá desde la cocina al oir que abría la puerta que daba al exterior del departamento.

-¡Si mamá!.- Grite cerrando esta misma.

Camine hasta las escaleras con el piano colgando de mi cuello para subirlas y salir a la azotea.

Al llegar pude ver a una persona mirando el cielo, super que era Temo al notar sus cabellos siendo mecidos por el viento.

Sonreí bobamente, Temo era una obra de arte y que feliz me hacía admirarla.

Tuve inmensas ganas de correr y abrazarlo, meterme en su cuello y aspirar su exquisito olor a cerezas.

Tenía tantas ganas de acariciarlo, de mirar sus mejillas sonrrosadas, tenía tantas ganas de rozar sus labios que aparentan ser tan suaves y dulces.

-Ari, ¿Eres tu?.- Su hermosa voz me llamo volteando a donde me encontraba.

Salí de mi escondite para mirarlo, el sonrió y me di cuenta de lo mucho que necesitaba contemplar esa sonrisa todos los días de mi vida.

- Si Temito, ¿Me extrañaste?.- Pregunté sentandome a su lado para luego explotar en carcajadas al ver su rostro rojo.

-S-si.- Susurro tartamudeando logrando que ahora el sonrojado fuera yo.

Tímidamente acerqué mi mano a su rostro para acariciar su mejilla sintiendo su piel suave, cerró sus ojos dejándome apreciar sus largas pestañas.

Su aroma se intensificó elevandome al cielo mientras mis fosas nasales eran embriagadas por su intenso olor a cerezas.

Deje de acariciar su mejilla a lo cual el abrió sus ojos mirándome con aquellas pupilas color miel, logrando que todo mi cuerpo se estremeciera.

En mi mente una balada se reproducía sin fin, metiéndome en un bucle infinito donde lo único que importaba era la presencia de Temo.

Reuní el valor para levantarme y tenderle la mano para que hiciera lo mismo, el la tomo despacio a lo cual lo atraí a mi cuerpo tomando con delicadeza su cintura.

Al no estar de la misma estatura tenía acceso a oler su cabello mientras el escuchaba los latidos de mi desembocado corazón.

Sentia como su piel se erizaba bajó la mía, por otro lado yo no podía dejar de temblar.

Lentamente acomodo sus brazos alrededor de mi cuello atreviendose a mirarme de frente, a lo que aproveche para juntar nuestras frentes rozando nuestras narices.

El cerro nuevamente sus ojos disfrutando de las caricias brindadas y de igual forma cerré los míos sintiendo su respiración tan cerca de mi.

Me acerqué lentamente a sus labios aspirando su aliento frío, el soltó un pequeño suspiro.

Uni nuestros labios de manera lenta disfrutando del roce de sus belfos suaves y atercipelados.

De pronto el mundo desapareció bajo mis pies, me sentía flotando en el universo con las estrellas admirando nuestro amor.

Comencé a mover mis labios sobre los suyos para tener más acceso a su boca disfrutando aún más de esa cercanía que me tenía en el cielo sintiendo el calor de las llamas del infierno mismo.

Profundice cada vez más nuestro beso mientras acercaba nuestros cuerpos buscando más calor del que necesitaba, el deslizó sus manos de mi cuello a mi nuca enredando sus dedos en mis chinos.

Sus dulces labios danzaban al compás de los míos con una balada romántica de fondo mientras el universo nos observaba haciéndonos sentir gigantescos.

Todo a nuestro alrededor se volvió insignificante, habíamos dejado de ser dos personas para convertirnos en una sola, en una sola esencia, una sola alma; Aristemo.

De pronto mis pulmones comenzaron a arder a falta de aire logrando interrumpir tan perfecto momento, nos despegamos con suavidad dejando nuestras frentes unidas aún sin abrir los ojos.

-Ari, me gustas.- Susurro Temo apenas recobró el aliento.

Sonreí sintiendo paz en mi interior pues mis sentimientos eran correspondidos.

-Temo, me gustas.- Volví a acercarme uniendo nuestros labios con el deseo de volver a transformarnos en una sola alma.

Justo ahí, bajo las estrellas y el manto nocturno sentí que porfin estaba completo, que las piezas de mi rompecabezas habían embonado, que mi corazón estaba completo y mi valentía creciendo a cada segundo.

Temo me gustaba, tenía el enorme deseo de protegerlo, de asegurarme que nada ni nadie pudiera lastimarlo, de que día con día le demostraría mi amor.

Ya que a partir de ahora, de ese preciso instante, el era mío. Así como yo le pertenecía.

Y sin importarme el futuro, sin importar a quién tendría que enfrentarme, sin tomar en cuenta los millones de problemas que amarlo me traería, me deja amar y lo ame con todas mis fuerzas.

Me deje llevar por el mar, el cual ahora mismo se encontraba en calma.

A partir de ahora lucharía todos los días de mi vida para estar eternamente a su lado.

////////////////////////////////////////
No estoy llorando, tu estas llorando.
Neta estaba muy emocionada por escribir (Y que leyeran) este capítulo, ya lo había escrito hace bastante y me moría de impaciente por querer publicarlo ya mismo. Así que no me aguante más las ganas y aquí está.

Espero les guste, y platiquenme en los comentarios que les pareció.

Me despido.

Pd: "Y de pronto miro el cielo, la tormenta ya estaba cerca. Tan cerca que las gotas lo empapaban o acaso ¿eran sus lágrimas?" (?¿)

Me voy❤

¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora