JIMIN
Una cosa había llevado a la otra, se había presentado ante los amigos de Hobi, los cuales resultaron ser muy amigables, por cierto.
Se la pasó conversando de cosas triviales y riendo de casi todo, pues Hoseok tenía un humor divertidísimo, hasta el punto de olvidarse por un corto tiempo del mal rato que paso con Jungkook.
Sin embargo, después le preguntaron si sabía bailar ¿mintió? claro que no, sólo les comento que hizo clases de contemporáneo durante casi toda su juventud y ahora Jimin estaba en el medio de un círculo de gente esperando ver sus habilidades que él mismo alegó que tenía.
«¿En que me metí?» pensó alarmado Jimin.
Y la canción comenzó a sonar, tenía que dejarse llevar como siempre lo hacía.
Respiro hondo, tratando de calmar un poco sus nervios y cerró los ojos mientras dejaba que su cuerpo tomara el control por él mismo, algunas veces no hacía falta pensar, sólo dejar que la música te envuelva y sean uno mismo.
Hasta que terminó, y abrió los ojos lentamente temiendo lo peor. Era la primera vez que bailaba enfrente de tanta gente.
—¿Donde te conseguiste tremenda joyita, J-hope?—dijo uno de los chicos con los que había conversado antes.
Después de unos segundos, donde Jimin pensaba como huir por lo avergonzado que estaba, las personas comenzaron a aplaudir y gritar como locos, al parecer no lo había hecho tan mal.
Se encontró con la mirada de J-hope que lo miró con repentino interés en los ojos.
—Jim, tienes que enseñarme eso.—exclamó Hoseok mientras le daba pequeñas palmadas en el hombro de felicitación—. Estuviste genial, en serio.
—Gracias Hobi, aunque no es para tanto.—dijo Jimin avergonzado.
—Eish, tío que humilde me saliste eh.—dijo Hoseok molestando, le resultaba muy adorable la reacción de Jimin—. Ahora, quería proponerte algo.. ¿Qué te parece si me acompañas a una pequeña fiesta? Siento que tu y yo nos la pasaremos en grande. —sonrió.
—¿En serio? pero, es que yo... sólo vine de visita.—dijo Jimin aunque la idea de ir a una fiesta de universitarios le entusiasmaba un poquito, todo era nuevo para él—. Sólo he traído un bolso conmigo.—señalando en las fachas que andaba, y los sudadas que estaban ahora.—Bueno, sí ese es el problema..—dijo Hoseok pareciendo meditarlo—. Entonces no hay problema, yo puedo prestarte algunas prendas y listo.—sonrió—. Todavía hay tiempo de sobra.
«¿En serio existe gente tan buena?» pensó Jimin.
Sentía que había hecho su primer amigo, en Busan su padre no le permitía salir y por consiguiente tampoco tenía amigos. Así que estaba a nada de llorar de felicidad, a pesar que hace unas horas estaba llorando de pura tristeza.
Como cambian las cosas ¿no?
—¿Que dices, Jim?—dijo Hoseok sonriente, mientras miraba su reloj de mano—. Van a ser las 3, ¿que te parece si primero vamos a comer?
En cuanto Hoseok mencionó comida, automáticamente el estómago de Jimin comenzó a gruñir.
¿Tan rápido habían pasado las horas?
Recordaba que había llegado en la mañana y su encuentro con Jeon había sido breve, así que las demás horas estuvo ahí conversando y riendo. Se sorprendía cómo llegó a ser tan tarde sin darse cuenta, no culpaba a su pobre estómago por pedir comida.
Tomó una decisión, no desaprovecharía su estancia aquí por más corta que sea.
¿Aparte que tan malo podía ser?
El era un adolescente y estaba en su derecho en divertirse, ya que mucho tiempo estuvo encerrado.
—Me encantaría ir, Hobi.—sonrió Jimin—. Pero primero vamos a comer, que me estoy muriendo de hambre.
—Conozco un lugar cerca, no te preocupes.—río Hoseok ya que él también estaba igual o peor.
Y se dirigieron a una cafetería cerca de donde se encontraban, lo que no sabía Jimin era que ese sitio pronto se convertiría en su lugar predilecto.
—¿Qué tal te parece? ¿Te estas divirtiendo?—sonrió Hoseok mientras le ofrecía un vasito más de quién sabe qué—. Se que te dije que sería pequeña fiesta, pero no imaginé que vendría tanta gente. —se disculpó.
«Pero, sí pequeña es quedarse corto» Había tanta gente que hasta podían treparse por las paredes.
Aparte Hoseok se olvidó de decirle el pequeño detalle de que la fiesta era por él, por seguir siendo el líder o algo así pudo entender y también faltaba decir, que sería en la fraternidad de éste.
—Esta bien, pero pudiste decirme que sería aquí mismo "J-hope dios de las fiestas".—ironizó Jimin, otro pequeño detalle que le olvidó comentarle, ya que la mayoría de las personas lo llamaban así.
—Jim, si te decía eso de seguro te espantabas.—dijo Hoseok poniendo ojos de cachorro abandonado—. Además ya estás aquí, hay que divertirnos ¿si?
—Eish, de acuerdo.—dijo Jimin porque estaba en lo cierto si se hubiera enterado antes seguramente se habría negado, sin embargo no se podía estar molesto más de unos minutos con alguien que irradiaba alegría por los poros—. Dame ese vaso, tenemos que "pasarla en grande".—río.
«Tengo que relajarme» pensó Jimin.
Estaba muy tenso desde antes, era una de las primeras fiestas en la que estaba y sus nervios estaban muy presentes sin mencionar toda la gente que estaba a su alrededor y temía dar una mala impresión.
Aunque las prendas que le prestó Hobi, era sin lugar a dudas fantásticas, de eso no se podía quejar.
Y de un sólo sorbo bebió aquel líquido extraño, que casi le provocó arcadas.
¡¿Que rayos era eso?!
Le quemaba la garganta a horrores, pero en cuestión de unos segundos se le pasó el mal sabor y tenía el paladar medio dulzón.
—Esa es la actitud, tío.—río Hoseok mientras lo jalaba hacia la pista de baile y tomaba su bebida igual que Jimin.
Cuando llegaron a la pista, comenzaron a moverse al compás de la música, sin embargo Hoseok tenía otros planes y comenzó a bailar como un loco.
A Jimin le causó gracia, e imito a su descabellado amigo.
Ya no le importaba si las personas lo miraban o no, al parecer el alcohol que bebió comenzaba a tener efecto en el cuerpo de Jimin, ya que las cosas se movían de su lugar con el pasar del tiempo y el piso donde estaba parado comenzaba a dar vueltas. Recordó que se separó de su amigo para ir hacia la barra cuando tuvo sed, donde pidió o trato de pedir aquella extraña bebida que había tomado antes. Sin embargo le entregaron un vaso con un líquido azulado, se quería quejar pero aquel azul le pareció bonito.
Así que se lo tomó sin pensarlo dos veces, y ahí todo se volvió mas extraño.«¿Que rayos está haciendo Hobi?» pensó divertido, su amigo seguía en la pista de baile y estaba dando un espectáculo digno de stripper.
¿Se estaba quitando el polo, acaso? trato de enfocar su vista, pero no pudo. Las cosas no paraban de moverse y era difícil tratar de lograr ver algo.Y Jimin volvió a pedir otra vaso más, y otro más. Hasta que perdió la cuenta y le entraron unas ganas de ir al baño pero era una misión imposible porque sus pies se negaban a moverse.
«Vamos, Jimin ¡tu puedes!» se dijo a sí mismo.
Al fin, con toda la concentración del mundo logró avanzar algunos pasos y levantó su vista para no chocar con algo, sin embargo su mirada paró en un ángel sentado en lo más lejos del gentío.
¿Me lo estoy alucinando?
Trato de pellizcarse y volvió a mirar a donde se encontraba aquel ángel pálido que seguía ahí... pero tenía cosas más importantes que hacer, cómo tratar de entrar al baño por ejemplo, ya después trataría de buscar a ese ser divino.
Sin embargo todos sus planes se fueron a la basura cuando tropezó con una superficie dura y plana.
«Señor, apiádate de mí» rogó, porque tenía que estar a centímetros del rostro de aquel pedazo de cielo. O los pies de Jimin habían ido a parar hasta allí sin su permiso, o ese atractivo chico lo había interceptado.No, no podía ser.
No obstante, la mente de Jimin estaba muy confusa y sus manos fueron a parar casualmente a los brazos del otro, tenía que apoyarse en algo o sino caería de eso estaba seguro.
—¿Estas bien, lindo?—dijo seductoramente el chico versión angelicalizada.
—Y-yo, uhm..ss-si, no.—trato de decir Jimin, ¿por que las palabras no podían salir de su boca?
Ay, esto era realmente difícil.
—¿Necesitas ayuda? Puedo llevarte afuera, si quieres. —dijo atrapandolo en sus brazos.
¿Dónde está la cámara escondida?
Cómo se les ocurre grabar un drama, en plena fiesta con universitarios ebrios. Lo cual no le molestaba en absoluto y cuando aquel chico le tomó de la mano, se dejó llevar.
¿Qué malo podría pasar?
[Viernes, por la noche]
—Jinmi
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ENLAZADOS
FanfictionEl destino quiere jugar con ellos, siete chicos, siete historias, cada uno con diferentes personalidades. Pero, con un factor en común. Sus vidas están hechas un desastre y necesitan desesperadamente ayuda aunque no sean conscientes de ello. ¿Qué...