IX. Cosa adorable, a la vista

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JEON JUNGKOOK

Aquel lunes, no esperaba que resultará de esa manera.

Las primeras horas pasaron tranquilas y por un momento pensó, que sería así. Kim SeokJin, era de palabra y no había dicho nada sobre el día que se encontraron. Por esa parte, Jungkook se sentía aliviado.

Lo cuál no le duró mucho, cuando se encontró con Jimin.

Su primer impulso fue preguntarle ¿Qué hacía ahí?

Después se sintió tonto, porque el castaño podría hacer lo que quisiera. Estudiar ahí o no, era su asunto.

Aunque no podía negar que se sentía un poco traicionado, de todas las veces que Jungkook le pidió que fuera a Seúl para cursar un año juntos, ninguna aceptó, pero ahí estaba, con el chico bailarín al lado suyo.  A decir verdad, con su amiguito reciente no se llevaba muy bien.

Cuándo se enteró que fue amigo de Min, lo dejo de lado. No necesitaba a nadie del entorno de aquel egocéntrico pálido.

Y como sí todo fuese una puta broma, Jimin lo ignoró completamente y se fue a sentarse al lado, de nadie más y nadie menos que Min Yoongi.

Ganas le sobraban de agarrar el brazo de Jimin y jalarlo de ahí.

—Hey, ¿Cómo Jimin conoce a Min? —dijo Jungkook dirigiéndose a Hoseok que seguía mirando hacia la mesa donde estaban sentados.

—No sé. —dijo cortante.

—Vamos, ¿no es tu nuevo amiguito, acaso? —dijo Jungkook comenzado a exasperarse.

—No me contó sobre su amistad. —dijo Hoseok ahora sí dirigiendo su mirada a él—. ¿Y a ti, qué?

—No te incumbe.

—Cierto, pero es mi amigo ahora y no quiero que se junte con mierdecillas petulantes como tú.

—¿Qué mierda dijiste? —ladró Jungkook.

—Lo que escuchaste, Jeon.

—Antes deberías cuidarlo, de personas como él. —exclamó Jungkook señalando al idiota de Min que todavía no había botado a Jimin de su mesa.

¿Qué le pasaba?

Mayormente cualquier persona que se acercaba ahí, huía rápidamente después de unos cuantos comentarios mordaces del pálido. ¿Por qué no pasaba lo mismo con Jimin?

Jungkook boqueó, cuando vio a Jimin llevarse a la boca un pastelillo del plato de Yoongi. Y este no hacía nada para detenerlo, solo se limitaba a mirarlo.

¿Qué cojones, Min? Ni a él, le permitía coger su comida cuando todavía eran amigos.

Eso significaba una cosa —y rogaba a los cielos estar equivocado— algo que le disgustaba, igual o peor como volver a ver a su padre.

«No, a Yoongi no puede llamarle la atención Jimin» pensó Jungkook mientras inconscientemente se acercaba.

Aparte no era su tipo.

Jimin era muy dulce y tierno para el gusto de Min. No podía ser. Sé negaba rotundamente a que algo pase entre ellos.

Jungkook paró en seco, cuando escuchó la melodiosa voz de Jimin.

—Entonces nos vemos mañana, Yoonie. —dijo tratando de levantarse de la mesa.

—Espera, tienes una mancha ahí. —dijo tomándolo del brazo y limpiando con su manga su labio inferior manchado de chocolate.

—A-ah, gracias Yoonie.

—Ahora sí, vete Jiminie.

¿Yoonie? ¿Jiminie? Cuánta confianza había entre ellos dos, para poder hablarse así.

Jungkook ya no quería saber nada más, estaba apunto de irse.

—¿J-jungkook? —susurró Jimin al verlo parado a metros suyos—. ¿Qué haces aquí?

Joder, su cuerpo había llegado hasta ahí, sin que se diera cuenta.

—Te pregunté algo antes, y no me respondiste. —dijo Jungkook un tanto brusco.

—Ah, cierto... —dijo desilusionado.

Por un instante Jimin pensó que podría ser algo más —algo como una explicación del porque lo dejo así sin más, y quién era Lizzie— pero no, Jungkook ya no estaba interesado en él, o eso creía.

YOONGI


—¿Pasa algo, Jiminie? —dijo Yoongi levantándose de su mesa.

Le había entrado curiosidad al ver, como Jungkook miraba a Jiminie y como éste sólo miraba el suelo. Algo pasaba, y quería descubrirlo.

Nada era más divertido que molestar a Jeon.

Aunque este último, la tenía jurada con Min. A Yoongi poco le importaba y se lo había hecho saber todas las veces que se burlaba de él cuando le escuchaba decir lo mucho que lo odiaba.

Cómo sí se fuese morir por algo tan estúpido.

—Nada que te importe. —escupió con odio Jungkook.

—Uy, de nuevo con esos humos, niño. —dijo Yoongi mientras se acercaba.

Jungkook estaba apunto de responder algo hiriente, de seguro. Sin embargo Yoongi lo cayó con un movimiento de la mano, había notado algo no muy agradable de ver cuando se acercó.

Le hubiese gustado divertirse un poco.

No obstante la mirada de Jimin hacia el piso, le resultaba extraña. Parecía como si quisiera llorar.

No sabía que había pasado entre ellos, pero lo que sí estaba seguro era que el imbécil de Jeon le había hecho pasar malos ratos a esa bolita exasperante de azúcar, llamada Jiminie.

De eso estaba seguro.

Jungkook tenía la habilidad de cagarla, a cada minuto. Aunque algunas veces ni cuenta se daba.

Podía llegar a lastimar a las personas, si se lo proponía.

Aunque eso no debería importarle a Yoongi, es más no debería siquiera fruncir el ceño al ver la imagen de Jiminie. Sin embargo lo hacía y le molestaba comportarse así. Y mucho más, por una persona.

Sentía que le tenía afecto o agrado.

Algo completamente estúpido, ya que ni siquiera lo conocía bien. Pero muy dentro del él, pensaba que sí. ¿O su mente ya estaba mal?

Su cerebro no recordaba nada de él, pero algo le decía que si lo conocía. Que sí sabía de él, cada parte de él, como Jiminie de la suya. Y lo asustaba.

Porque no recordaba o no quería recordar.

Su alarma de reloj, le aviso que ya era hora de entrar a clases. Lo cual lo sacó de su ensimismamiento.

—Vamos Jeon, otro día peleamos. —dijo Yoongi jalandolo—. Es hora de entrar a clases.

—No me toques. —gruño Jungkook. Esquivando a Min, para pasar de lado, dándole una última mirada a Jimin que seguía perdido en sus pensamientos. Después hablaría con él, de seguro lo haría.

No iba a dejar que un idiota como Min, lo enamorará. No se lo permitiría...









—Jinmi








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