TAEHYUNG
Iría caminando porque no pensaba gastar un centavo más en un taxi, suficiente dinero ya había gastado.
Sin embargo, no pensó toparse con Jimin mientras salía de la universidad. Literalmente el chico estaba dando vueltas en un mismo lugar.
—Hey, Park. ¿Qué haces? —dijo con una sonrisa burlona. Park Jimin era todo un caso. Tenía la cara sonrojada hasta las orejas.
—O-oh, Taehyung. Sólo trataba de acordarme sobre algo. —dijo Jimin nervioso—. ¿Tú estás de salida?
—Ah, sí
—¿A dónde vas? —dijo con una pequeña sonrisa.
Taehyung ya se había acordado porque no le caía tan bien Jimin, siempre estaba sonriendo.
—Al trabajo de Jungkook. —dijo Taehyung haciendo ademán de irse—. Ya sabes, el imbécil quiere que-
—¿Jungkook trabaja?
«Mierda» pensó Taehyung. ¿Acaso no lo sabía? Espera, quién diría que trabaja de mesero con aires de sumiso en una cafetería. Sería humillante.
—Ah, sí. Ya me tengo que ir. —dijo Taehyung rápidamente—. ¡Adiós Park!
Jimin no pudo preguntar más porque el rubio se había alejado trotando.
Cuando Taehyung estaba doblando una esquina para llegar, se topó con una escena bastante graciosa.
«¿Es que no piensa entrar?» pensó Taehyung divertido.
Había un chico de contextura robusta parado en la entrada de la cafetería. Hacia el ademán de entrar pero al instante se arrepentía.
Después de ver la misma acción unas tres veces más, Taehyung se aburrió de la patética escena. ¿Qué tanto le costaba entrar?
No era que cuestionara los gustos, o sea sí quería que lo atendieran chicos con trajes ajustados no era nadie para juzgarlo.
Sin embargo, Taehyung no pudo evitar reírse cuando el chico se llevó las manos a la cabeza en señal de frustración. ¡Hombre, decídete! También llevaba una polera doblada en el brazo, lo cuál era raro porque el clima no era ni húmedo para llevar prendas así.
—No importa, ya me entretuve mucho. —se dijo a sí mismo mientras pasaba por el lado del chico.
—¡Hey! Ten cuidado imbécil.
¿Acaso le hablo a él?
Taehyung detuvo sus movimientos y volteó para encararlo. El chico era más alto que el y con el cabello teñido que le daba un porte de chico problemático, justo como él.
—¿Qué dices? —bufó Taehyung—. No es mi culpa que estés parado como idiota en medio de la puerta.
—Se dice "disculpas", niño. —dijo el chico con expresión ceñuda.
—Sí, si lo que digas.
Por primera vez Taehyung no quería empezar una pelea. Estaba cansado y solo quería un maldito café.
—Te la estás buscando, rubiecito oxigenado.
Taehyung miro al chico por un instante y bufó. Tenía el cabello marrón con mechas cenizas.
—Mira quién habla, tío.
—Eres un-
—¿Qué está pasando aquí? —interrumpió una tercera voz. Era un chico de cabello chocolate y piel tersa.
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ENLAZADOS
Fiksi PenggemarEl destino quiere jugar con ellos, siete chicos, siete historias, cada uno con diferentes personalidades. Pero, con un factor en común. Sus vidas están hechas un desastre y necesitan desesperadamente ayuda aunque no sean conscientes de ello. ¿Qué...