XXXIX. Sí tienes frío, todo se vale

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JUNGKOOK

Todo el día había sido un desafío para Jungkook, no querer encontrarse con el rubio hacia que todo el mundo conspirará en su contra.

—Hola de nuevo, Jungkook. —dijo Taehyung con una sonrisa.

El menor dio un respingo suficientemente alto para que Taehyung lo notará.

—¿Ahora que cosa innecesaria tienes que hacer? —preguntó Taehyung caminando a su lado por los pasillos.

—Creo que tengo que ir al baño. —dijo Jungkook girando sobre su propio eje, y caminando hacia el lado opuesto.

La risa estruendosa de Taehyung hizo eco a través del pasillo.

«¿Al baño, en serio?» pensó Jungkook notando su estúpida huída.

Desde la mañana lo estaba tratando de evitar a toda costa, sin embargo no estaba dando resultado.

Después de recoger las llaves de Lizzy y guardarla en el propio estacionamiento de las residencias. (Algo que a Jungkook no le agradó mucho, porque era costoso y de muy pequeño espacio) Volvió hacia la habitación con la esperanza que Taehyung se hubiera vuelto a dormir.

No obstante, no esperaba encontrarlo sólo en toallas porque recién había salido de la ducha.

¿Pasa algo, Jeon? dijo Taehyung con un aire de diversión. No es la primera vez que me has visto así.

No es nada.

Jungkook trato de desviar la vista lo más rápido posible e irse de ahí. Sin embargo, la mano de Taehyung lo interceptó.

Te estás comportando más raro de lo normal. dijo Taehyung acercándose. No será por lo de anoche, ¿O sí?

Las orejas de Jungkook se tornaron rojizas. Quería decir que no, pero sus nervios actuales no lo dejaban.

¿D-de qué hablas? Claro que no. dijo rápidamente. Suéltame, tengo clases a primera hora.

Vale, sólo bromeaba.

Jungkook cometió el error de mirarlo directamente a los ojos y al instante cayó en cuenta, que no le creía.

Taehyung cargaba una sonrisa socarrona.

Hasta podía imaginar lo que decía con sólo mirarlo: No te creo nada, pero veamos cuando duras con tu pequeña mentira.

Desde ese momento Jungkook decidió mantenerse alejado lo más que pudiera. Taehyung era como un cazador, notaba desde lejos la incomodidad que Jungkook no podía controlar.

Sin embargo, cuando Jungkook llegó a los servicios higiénicos no espero encontrarse con una figura muy conocida para él.

—Jimin.

—Hola, Jungkookie. —dijo el castaño con una sonrisa en los labios.

Jungkook no supo como sentirse en ese momento, había estado todo el día pensado en como librarse de Taehyung, que hasta se había olvidado por lo que en realidad se sentía mal.

—¿Pasa algo? —preguntó Jimin ladeando la cabeza.

—Yo... Yo te vi ayer. —dijo Jungkook directo.

Nunca había sido una persona que iba por las ramas, sí tenía que decir algo. Lo haría. A pesar de lo mucho que podría afectarle lo que escucharía.

—¿Uh? ¿Aparte, de la mañana en la biblioteca? —preguntó Jimin confundido.

Jungkook simplemente asintió. Por primera vez, sintió un nudo en la garganta.

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