TAEHYUNG
El nuevo Jungkook, no le gustaba.
Desde que vieron aquella escena en el parque, Jungkook pareció transformarse en una persona que Taehyung no conocía.
Cuando Taehyung se lo llevó "delicadamente" del lugar, es decir arrastrándolo hacia la zona de residencias. El castaño no puso objeción alguna.
Era como sí de un muñeco sin vida, se tratará.
Aquello le pareció raro, sin embargo cuando llegaron y Gureum los recibió meneando la colita desde el montoncito de ropa, dicho lugar todavía es su cama . Jungkook se limitó a palmear su cabecita y se fue.
¡Eso sí era raro!
Gureum era el bebé no parido de Jungkook, y que no lo recibiera con todos los mimos posibles y por existir, era preocupante.
Taehyung todo el transcurso hacia el apartamento, se rompió el cerebro tratando de pensar que podía decirle. «¿Lo siento, tío? Tu ex, te olvido más rápido que yo olvidándome del desayuno por las mañanas» o «Si es con un hombre, no cuenta. ¡Espera! Eres gay, entonces sí cuenta»
Obviamente cada opción era peor que la anterior. Taehyung no tenía ni idea de cómo consolar a una persona.
Nunca lo había hecho.
Sin embargo, viéndolo acurrucado en medio de la cama con todas las sábanas posibles. Algo dentro de él le nacía querer ayudarlo. Pero, ¿Qué podía hacer?
—Hey, Jungkook. —dijo Taehyung acercándose—. Compraré pizza, ¿No quieres un poco?
—No tengo hambre, gracias.
«Gracias» Okey, esto pasaba a ligas mayores. El Jeon Jungkook que conocía nunca agradecería a menos que quiera algo a cambio.
—Voy a poner una película. —volvió a intentarlo Taehyung, sabía que le encantaban los superhéroes pero no se acordaba cuál era su favorito—. Tú puedes elegir cuál vemos, tío.
Jungkook levantó la cabeza por un instante pero después la bajo.
—No estoy de humor para ver películas. —dijo Jungkook bajito—. Sólo quiero dormir.
—Quiero al Jungkook de antes de vuelta. ¿Sabes?
—Quiero estar solo, lárgate Kim. —susurró más bajito.
Taehyung levantó una ceja irónico. ¿A quién quería engañar con esa voz? Se notaba que se estaba aguantando las lágrimas.
Sería lo más sano, que se desahogara y votará todo lo que estaba guardando. Sin embargo, ¿Cómo decirle sin que suene tan raro? Taehyung no podía acercarse, abrazarlo y decirle que podía llorar en su hombro todo lo que quisiera.
Porque número uno: Él no era ese tipo de persona. Iba en contra de su naturaleza.
Número dos: Era más que probable que Jungkook lo mirará como si se hubiera vuelto loco.
Número tres y la más importante: Los tíos no hacen eso. Solo chocan los puños y ya. Okey, tampoco era tan así.Aunque un foco se prendió dentro de la cabeza de Taehyung de milagro. Había una manera muy conocida y segura de cómo curar un corazón roto.
Una sonrisa escapó de sus labios.
—Jeon, voy a ir comprar. —dijo Taehyung cogiendo la billetera—. No te muevas, se la manera en la que volverás a ser el viejo Jungkook.
—Déjame en paz.
—Sí, si como quieras. —dijo saliendo de la habitación—. Después me lo agradecerás.
Al parecer el alcohol se encuentra en todas partes, Taehyung no necesito de mucho tiempo para encontrar una licorería.
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ENLAZADOS
FanfictionEl destino quiere jugar con ellos, siete chicos, siete historias, cada uno con diferentes personalidades. Pero, con un factor en común. Sus vidas están hechas un desastre y necesitan desesperadamente ayuda aunque no sean conscientes de ello. ¿Qué...